Etapa 4: Hué y Hoi An ✏️ Diarios de Viajes de Vietnam

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* Día 9
Nos despertamos bien temprano y tomamos el desayuno en el hotel, por cierto bastante escaso. Ya con la luz del día pudimos ver el callejón dónde estábamos alojados. Ya no asustaba tanto.



El plan del día era visitar las Tumbas imperiales y decidimos que sería una buena idea hacerlo en bicicleta.

- Tumbas imperiales
Así que tras reunirnos con nuestros amigos vascos, volvimos a nuestro hotel y les alquilamos las bicis por todo el día. Los 6 empezamos el viaje llenos de ánimos y optimistas. Dicidimos ir a la que estaba más lejos, la Tumba de Minh Mang y luego ir subiendo poco a poco. Todo era idílico, el calor apretaba, eso sí, pero el paseo por la orilla del río merecía la pena.



Hasta que empezamos a encontrarnos con zonas en obras y carreteras cortadas. Nos habíamos perdido. Llevábamos más de una hora pedaleando y nos moríamos de calor. Preguntamos a varias personas y gracias a las indicaciones conseguimos encontrar el camino correcto, eso sí, por las caras que ponían, estaba claro que estábamos muy lejos.

Tras otra media hora pedaleando por una solitaria carretera decidimos parar en un aún más solitario bar. Cuando nos sentamos en la terraza, la gente nos miraba asombrados. ¡Estaba claro que allí no estaban acostumbrados a ver turistas! Pedimos unas cervezas fresquitas (las más baratas que llegamos a tomar en todo el viaje) y nos trajeron unas cervezas del tiempo metidas en un cubo de hielo que mandaron a buscar a un niño pequeño. Buff, cómo nos supieron aquellas cervezas. Estábamos derrotados, agotados y perdidos, sin saber muy bien cuanto nos faltaba pero no pudimos evitar encontrarle la parte divertida a la situación y nos echamos unas risas. Precio cervezas + Agua(6p): 7,000 VND.

Seguimos camino adelante. Íbamos prenguntando a la gente sin bajarnos de la bici y los pocos que nos entendían nos indicaban que siguiéramos adelante. Una hora más tarde por fin llegamos a nuestro destino. Una tumba que apriori tenía muy buena pinta pero... ¡estaba cerrada" ¡Habíamos hecho el viaje en balde! Qué le íbamos a hacer. Vimos todo lo que pudimos por fuera, que no fue poco.





Seguimos camino adelante hasta la siguiente tumba, la del emperador Nguyen Khai Dinh, llamada de Gia Long. Eso sí, antes de llegar allí tuvimos que pasar por una carretera que estaban asfaltando. Entre el calor que hacía y el calor del asfalto pensábamos que pincharíamos las ruedas. Por suerte no fue así y llegamos sin problemas. La tumba es espectacular. Precio entrada (4p): 220,000 VND





Ya no sólo en sí misma, si no por el lugar donde estaba situada.



Tras acabar la visita, decidimos volver a Hué. Eran más de las 3 de la tarde y, aunque no habíamos visto todas las tumbas que queríamos, físicamente el reto del camino de vuelta era suficientemente complicado por sí solo. Consideramos incluso hablar con algún conductor de los muchos autocares allí aparcados a ver si nos llevaban a Hué, pero al final decidimos acabar nuestra aventura sobre dos ruedas.

- Ciudad imperial
Dos horas más tarde llegábamos a Hué y tras una ducha rapidísima nos fuimos los 6 a visitar la Ciudad Imperial. Eso sí, andando, que bicicleta ya habíamos tenido suficiente. Así que un consejo a los que me leéis. Olvidaros de visitar las tumbas en bici y alquilar una moto. Una vez pasado el tiempo y recordamos aquél día, lo hacemos divertidos y como una de las etapas más divertidas del viaje.

Pero volvamos a la Ciudadela. La verdad es que nos la esperábamos más entera, pero aún así merece mucho la pena. Es enorme y te hace pensar en lo espectacular que debería haber sido en sus días de máximo esplendor.









Precio entradas Ciudadela (4p): 220,000 VND

Tras visitar todos los rincones, volvimos a donde teníamos el hotel y fuimos al resturante que teníamos delante. Nos metimos una cena espectacular entre pecho y espalda.
Precio cena (4p): 147,000 VND

Entonces decidimos contratar para el día siguiente el viaje hasta Hoi An en coche pero con conductor que nos llevara visitando Danang y la montañas de mármol. Estábamos demasiado cansados como para buscar, así que lo hicimos en el mismo hotel.

* Día 10

- Hué - Hoi An
Nos despertamos bien temprano y desayunamos en el restaurante de enfrente escarmentados por lo escaso del desayuno del hotel. El desayuno fue espectacular, lleno de platitos de rica fruta:
Precio desayuno (4p): 180,000 VND

En seguida vinieron a recogernos para iniciar el viaje hacia Hoi An.
Precio viaje Hué - Hoi An con "guía" (4p): 445,000 VND

La primera parada fue en la playa de Lang Co. Un sol horrible y sólo media hora para parar nos disuadieron para no meternos en el agua.



Seguimos camino adelante y paramos un momento junto a la carretera para apreciar la península de Lang Co.



La siguiente parada ya fue en las Montañas de mármol, en Danang. Desde arriba se podía ver una panorámica de la ciudad.



Pero no era lo más bonito a ver allá. Sin duda que lo mejor son las diferentes pagodas que hay en la montaña.





En especial una de ellas que estaba en una enorme cueva. Los efectos de los rayos de luz que entraban en la cueva a través de los agujeros en el techo eran espectaculares.



Tras una hora visitando las montañas de mármol y tras intentar que compráramos algo en las numerosas tiendas donde te vendían de todo hecho en mármol, el conductor nos llevó hasta la Playa de China.



Una vez más el calor era el auténtico protagonista, así que hicimos una foto y directos para Hoi An. Antes de llegar el conductor nos intentó timar con el famoso timo varias veces mencionado en el foro sobre el hotel. Nos preguntó si teníamos hotel reservado. Aunque nosotros no teníamos nuestros amigos vascos sí, así que le dijimos que sí y que los 6 íbamos al mismo hotel. Tras insistir mucho le dimos el nombre y a continuación hizo como que llamaba al hotel y nos dijo que no tenían habitaciones libres, así que él nos llevaría a otro hotel. Nosotros insistimos en ir al hotel reservado pero el conductor insistía en que no. Las palabras empezaron a subir de tono y hasta que uno de nosotros no pegó un grito diciendo que se dejara de tonterías y nos llevara al hotel, el conductor no cedió en su intento. Por supuesto nos dejó en el hotel donde tenían reserva los vascos y se marchó sin propina.

- Hoi An
Como el hotel se salía un poco de nuestro presupuesto, dejamos a nuestros amigos en su hotel y nos lanzamos a la caza y captura de un hotel. Tras caminar con las mochilas bajo el sol, conseguimos un precio más que bueno en un hotel que nos daba derecho al uso de la piscina del hotel de al lado, de la misma cadena.
Precio Hotel (2hab dobles/ 2 noches): 1,415,000 VND

Dejamos las mochilas en las habitaciones y a la piscina. Nunca un baño en una piscina nos había sentado tan bien.



Aprovechamos también para reservar el billete de avión a través de Internet para volar a Ho Chi Minh al cabo de dos días. Estuvimos pensando la posibilidad de quedarnos 3 días en Hoi An para visitar las ruinas de My Son, pero como nos dijeron que quedaban muy pocos restos, decidimos dejar ese día para el delta del Mekong o para visitar la Isla de Phu Quoc. Esto último lo decidiríamos sobre la marcha.

Tras el merecido descanso, nos fuimos directos a una tienda que ya teníamos localizada para hacernos unos abrigos a medida. Yo soy bastante bajito y para conseguir un abrigo en Barcelona de mi talla es misión imposible, así que no dudé en un instante en cual sería mi "recuerdo" de Vietnam. La tienda elegida fue A Dong Silk (tienen página web), totalmente recomendable para los que penseis haceros ropa a medida. Buen trato y calidad de las prendas, eso sí, a nivel de precio era más caro que en cualquiera de las otras tiendas. Tras mirar las cientos de fotos que tenían en los ordenadore para cada prenda, elegimos los modelos que nos gustaron. Yo elegí un abrigo tipo 3/4 muy chulo.
Nos tomaron medidas y quedamos de pasarnos al día siguiente para la prueba.

Más tarde quedamos con nuestros amigos y dimos una vuelta por la noche. Las calles del centro estaban todas iluminadas con farolillos rojos. Todo era precioso.



* Día 11

Al día siguiente seguimos en Hoi An. Dedicamos gran parte de la mañana a vistar la parte antigua de la ciudad. Tienes la posibilidad de pagar un ticket con el cual puedes entrar a unos cuantos edificios históricos, pero nosotros decidimos dar simplemente una vuelta y entrar en los que pudiéramos de manera gratuita.







Una de las partes más interesantes fue visitar un mercado. Tenían de todo, desde ropa a todo tipo de alimentos. Eso sí, el olor era insoportoble.



Y después de acabar casi deshidratados por el calor, nos decidimos dar un mega capricho. Los seis nos fuimos a dar un masaje súperrelajante. Incluso algunos nos decidimos a hacernos la manicura! Fue un momento muy divertido porque nos veíamos allí, tratados como reyes cuando se suponía que estábamos haciendo un viaje mochilero. Pero no os penséis que el día de lujo acabó ahí. Aún habría más momentos así.

Después del masaje, fuimos a comer a un restaurante bastante sencillito (está justo al cruzar el río por el puento que está al lado del puente cubierto japonés) donde habíamos cenado la noche anterior y donde servían una cerveza casera muy rica. Precio comida: 412,000 VND

Aprovecho para colocaros una fotito del puente cubierto japonés.





Pero como los postres no nos convencían, los tomamos en una pastelería que el día anterior nos había robado nuestros golosos estómagos. Sino, juzgad vosotros mismos los mostres que nos tomamos:





Precio "merienda": 160,000 VND

Tras el atracón, qué mejor momento para volver a la tienda de ropa y para probarnos los "modelitos" que habíamos comprado. Allá fuimos y sorprendentemente ya los tenían casi acabados. Nos los pusimos, dimos las últimas indicaciones tipo "esto más corto", "esto más largo" y a dar otra vueltecita a hacer tiempo para la prueba final.

Dos horitas después volvimos y ya teníamos las chaquetas listas para llevar. Nos quedaban que ni pintadas. Por cierto, aquí fue muy pero que muy difícil regatear el precio. Básicamente nosotros lo que conseguimos negociar a la baja fue el cambio de dólares a dongs. Consejo muy importante: Siempre que podais pagad en dongs: es más fácil regatear y salís beneficiados con el cambio.



Pero el día no se acabó aquí. Decidimos alquilar unas motos para que nos llevaran a ver el atardecer a la playa de Cua Dai. Tras un duro regateo en el que nos intentaron timar, decidimos olvidarnos de las motos y alquilar unas bicis. ¡Qué empeño con las bicis! Pues una vez más nos salió rana. Cuando empezamos el trayecto se empezó a hacer de noche. Había tramos de la carretera en los que apenas se veía nada, sólo cuando pasaban los coches. El recorrido se nos hizo larguísimo, pero finalmente llegamos a la playa. Nos tumbamos en la arena con unas cervecitas y disfrutamos de la noche y de una tormenta eléctrica que se veía a lo lejos.

Tras la vuelta, cenita y despedida. Sí, había llegado el momento de separarnos de nuestros amigos vascos. Nosotros al día siguiente volábamos a Ho Chi Minh mientras que ellos se quedaban un par de días más en Hoi An y luego volvían a casa. Pero nos dijeron que vendrían a nuestro hotel a la mañana siguiente para despedirse, así que con un "Hasta mañana" nos fuimos a dormir.

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