Este día tenía otros planes, pero se cambiaron como os contaré ahora. Desayunamos en The Stove Country Cookin.

Lo que iba a ser poner rumbo a Mono Lake, se quedó en Mammoth lakes. A todo esto, Fran se cachondeaba de mí porque decía que las historias de los osos de Mammoth es solo publicidad para atraer turismo, que no quedaba ni un oso por allí seguro. Estabamos saliendo del hotel y callejeando por Mammoth, de repente…..FRANNNNNN UN OSOOOOOOO!!!!

Había un bosquecillo al lado de la carretera y lo vimos!!! Un osito que se internaba en el bosque! Ves Fran??? Si hay osos!!!! Estaba emocionada viva!! Tanto que cuando Fran vio un campo de Golf entre el bosque y me dijo que por favor le dejase jugar (es profesional de Golf, además de su principal hobbie), yo acepté. El campo de Gold, Sierra Star, era precioso, entre el bosque, un campo diferente, aparte de que el servicio de allí se portó con nosotros como pocos, eran majísimos. Bueno, pues los planes cambiaron. Ibamos con el cochecito de golf disfrutando del paisaje cuando de pronto……FRANNNNNNNNNN UN OSOOOOOOOOOOOOO!!!!!


Lo teníamos a unos 20 metros!! Estaba tranquilamente en el jardín de una casa, como si nada, fue maravilloso ver uno de tan cerca, en plena libertad, tan tranquilo, pues… si hay osos, y tuvimos suerte de ver 2! Yo ya tuve bastante, y no me importó la ardilla que casi me ataca…si, si, casi me ataca, bufaba como los gatos y todo, ninguna se había portado así en todo el viaje.

Terminó de jugar y paramos en una calle a tomarnos las ensaladas que habíamos comprado unos días antes… a mí la verdad que no me gustaron y me sentó regularcillo, pero para gustos colores.
No nos dio tiempo a ver Mono Lake, cosa de la que me arrepiento mucho, pero pienso en el oso y lo merece. Pasamos por el Tioga Pass, paramos en Toulumne Meadows, lago Tenaya (cuya agua estaba que cortaba), disfrutamos un poco de la zona y fuimos temprano al hotel, el Yosemite Blue Butterfly Inn, en el Portal. Lo recomiendo totalmente, aunque es muy caro, pero te hacen sentir que estás en casa, aparte de que vaya habitaciones, por lo menos la nuestra, enorme, limpia, y con unas vistas del río Merced que se nos han quedado en las retinas.



El hotel nos costó, dos noches 591,10 $, si lo sé carísimo, pero era nuestra luna de miel, no nos convencía ningún hotel y este tenía todas las opiniones positivas y nos hizo decantarnos por él, cosa de la que no nos arrepentimos. Tenía el desayuno incluido…jejejeje, además desayuno casero (quiches, tomate natural, zumos, café, te, leche, pan artesano, fruta, arroz,…gran variedad). Charlamos un rato con una pareja de Londres y cogimos una pizza mediana para llevar al lado del hotel, en The Parkside Pizza, 15,62$, riquísimas! Nos la tomamos en la terraza de nuestra habitación con el sonido del río, y de los osos que se oían aunque no se veían. Dulces sueños.