Una vez en el barco que nos llevaría a Phi Phi Don, la única habitada y más grande de las Islas Phi Phi, extendimos la toalla en la cubierta del barco y pasamos el trayecto tomando el sol y disfrutando del paisaje de excepcional belleza natural. Arribamos a TONSAI PIER en Koh Phi Phi Don a eso de las 15:00 de la tarde. Pagamos los 40 b que permite el acceso al PARQUE NATURAL DE LAS ISLAS PHI PHI, donde pasaríamos los próximos 5 días y llevamos las maletas a los Bungalows PHI PHI SANDSEE RESORT (7 EUROS P/N). En el muelle hay una serie de trabajadores que te llevan la maleta a tu hotel por una comisión de 100 b, además hay un panel gigante a la entrada del pueblo con todos los hoteles de la isla y el precio por habitación y noche. Tras hacer el check in, nos fuimos directos a la playa que teníamos frente al bungalow, extendimos la toalla y nos quedamos dormidos hasta el atardecer. Tras un largo baño, nos duchamos con agua fría y salimos a pasear por el pueblo en busca de algún sitio para cenar comida tailandesa. Tengo que decir que en P.P Don no hay vehículos a motor, los lugareños se desplazan en bici por los estrechos caminos de tierra que cruzan el pueblo y tocan el timbre para poder pasar. Cenamos en KHUN VA THAI CUISINE, en el extremo norte del pueblo, dirección LONG BEACH, muy bien de precio, rico y abundante (dos pad tai, pizza y nesteas por 360 b). Tras la cena recorrimos el pueblo de cabo a rabo, sus tiendas, mercadillos, agencias de tours y buceo...hasta que decidimos volver al bungalow a deshacer la maleta y dormir.

Nos levantamos a las 8.30 y fuimos a desayunar a una BAKERY del "camino" principal (y digo camino, porque el pueblo es más parecido a un poblado indígena con construcciones mayoritariamente de bambú y paja). El desayuno resulta ligeramente caro para lo que es Tailandia (360 b) pero todo estaba exquisito y el local tenía aire acondicionado. Al acabar, fuimos caminando durante 45 min a la playa más bonita de la isla, LONG BEACH, que presenta espectaculares vistas de la bahía de Tonsai y sobre todo, de Koh Phi Phi Leh, paradisiaca isla deshabitada donde se rodó la película de LA PLAYA. Pasamos el día el Long Beach, buceando, tomando el sol, paseando por la fina arena blanca plagada de coral y alimentándonos a base de Nesteas que compramos por 20 b en el chiringuito de la playa, donde atracan los barcos-taxi de popa larga que transportan a los turistas por toda la isla. Regresamos al bungalow cuando estaba atardeciendo y cuando íbamos a salir de la playa para entrar en la selva se nos cruzaron una familia de macacos. Molestos por nuestra presencia y sobre todo por las fotos, nos atacaron chillando y mostrando las garras, obligándonos a tirarlo todo y huir corriendo al agua



Nos despertamos a las 8.00, desayunamos unos batidos de plátano y coco fuimos al puerto de Tonsai, donde comenzaba la excursión. Nos fueron a recoger en un barco de popa larga junto con 12 personas más. Salimos de la bahía de Tonsai y nos acercaron a uno de los acantilados de la isla para dar cacahuetes a unos monos salvajes que bajan de los árboles y comian de nuestras manos. Tras 10 min, volvimos a subir al barco y proseguimos hasta la inhabitada Phi Phi Leh. Pasamos frente a la CUEVA DEL VIKINGO, donde anidan las golondrinas y los Gitanos de Mar se valen de andamios de bambú para alcanzar sus cotizados nidos. Continuamos hasta un entrante de mar en la isla llamado PILEH, rodeados de acantilados llenos de vegetación tropical y agua azul turquesa donde nos dejan hacer esnorquel durante media hora. El fondo marino de Tailandia es una maravilla…peces tropicales de todos los colores, estrellas de mar y corales...hubiésemos pasado horas sumergidos en aquel mundo marino. Seguimos hasta otro punto de buceo, LOH SAMAH, igual que el anterior pero plagado de medusas microscópicas que nos obliga a volver nadando al barco. Tras más de una hora de buceo, nos llevan por fin a MAYA BAY, playa donde se rodó la película de Leonardo DiCaprio y que estaba atestada de turistas bañándose y haciendo fotos. En la hora y media que nos dejan aquí, la playa se vació y los turistas se fueron marchando en los barcos atracados en la orilla de la playa…tenemos Maya para nosotros solos…nadamos, buceamos, sacamos fotos y disfrutamos casi en soledad de una de las mejores playas del planeta hasta que nos llaman para regresar al barco. Esta isla no está habitada ni hay hoteles en su interior, fue declarada patrimonio nacional de la UNESCO y solo se puede visitar con excursiones privadas. Seguimos un largo trayecto en barco hasta las otras dos islas Phi Phi, también inhabitadas y de mucho menor tamaño. Mosquito Island, donde buceamos durante media hora y Bamboo Island pequeño atolón de arena blanca con palmeras y pinos en su interior. Fijaos si es pequeño que la isla de se puede recorrer en su totalidad en menos de 1 hora. Nos dejaron hora y media libre que empleamos en seguir buceando, tomando el sol y comentando las maravillas que estábamos viviendo desde que pusimos el primer pie en el país. De retorno a la bahía de Tonsai, nos llevaron al último punto de buceo, frente a la playa de Long Beach, donde afirman que es un punto de avistamiento de tiburones…pero por desgracia ni rastro. Para rematar la excursión, sitúaron el barco de popa larga en un punto estratégico para ver la puesta de sol entre P.P. Don y P.P. Leh hasta que el sol desaparece en el lejano Phuket. Volvimos al hotel al anochecer. Nos duchamos, cenamos como cada día en el KHUN VA THAI CUISINE y nos dimos un OIL MASSAGE (300 b/p) en el primer centro de masajes que encontramos. Casi levitando volvimos al bungalow y caímos rendidos hasta el día siguiente.


Nos levantamos a las 9.00 y fuimos a desayunar a una panadería del pueblo para acto seguido irnos a comprar un equipo de esnorquel para bucear en la bahía de LOH DALAM, justo detrás de nuestro hotel. Llegamos con marea alta y alquilamos un KAYAK, en principio para 2 horas que resultaron ser 5 (500 B), atravesamos la bahía en kayak hasta una zona de buceo y playa. 2 horas después volvemos a atravesar la bahía paralelos a la costa hasta una playa aislada a la que solo se puede acceder en barco o en kayak como nosotros. Cuál es nuestra sorpresa cuando descubrimos que en aquella playa de arena blanca y solitaria campan a sus anchas familias enteras de monos por la arena y los arboles…acabábamos de llegar a la verdadera MONKEY BEACH. Es una zona protegida para conservar el hábitat de los monos. Hacia un calor infernal y nos metimos en las aguas cristalinas a bucear. Después investigamos por la playa para observar los monos hasta que decidimos regresar a la playa donde alquilamos el kayak. Para nuestra sorpresa la marea había bajado tanto que el último tramo tuvimos que arrastrar el kayak por la arena para devolverlo. Pagamos y nos fuimos a dormir a la playa del hotel con dos batidos de fruta hasta que se hizo de noche. Cenamos, nos dimos otro masaje y recorrimos las tiendas del pueblo en busca de artesanía para nuestra casa…lámpara de cocos, cuadros de paisajes tailandeses, marcos de bambú…Volvemos al bungalow con media casa decorada en nuestra cabeza. Al día siguiente cruzaríamos en barco al otro lado del golfo, a la península de KRABI, concretamente a RAILAY EAST, donde únicamente se accede por el mar.

Nos despertamos a las 8.30 para hacer la maleta y ya oímos como los monzones arreciaban con fuerza para acompañarnos el resto del día. Nos llevaron las maletas al puerto de TONSAI (100B) y nos pillamos unos batidos de fruta a modo de desayuno hasta que embarcamos a las 10.30 rumbo a Krabi.
Diario completo con datos actualizados y consejos prácticos en mi blog 25 días recorriendo Tailandia: diario de un viaje para mochileros