Jueves, 08 de noviembre
Hemos dormido como marmotas, nos levantamos a las 06:45 para desayunar. A las 07:45 nos recogen los del centro de buceo Raie Manta Club, lo regenta Yves Lefevre, reputado fotografo submarino internacional, que además habla español. Estamos emocionados pues el paso de Tiputa es famoso por su fauna y su corriente. Llueve a estas horas, pero durante poco tiempo, y el sol cuando sale, un poco más tarde, abrasa.

Ya hemos hecho la primera inmersión, nada más bajar tenemos unos enormes delfines en pleno cortejo, pasan a menos de dos metros de nosotros. Más delfines, tiburones grises, miles de pargos y un grandísimo banco de abigarradas barracudas, las olas en superficie son muy altas, atravesamos bajo el agua el paso de Tiputa y la corriente es fuerte, pero no nos resulta exagerado (pensábamos que sería más). La segunda inmersión será a la tarde, hay que dar tiempo para eliminar un poco de nitrógeno residual, después de una hora bajo el agua toca descansar.


Volvemos al centro de buceo. Esta vez la inmersión será con corriente de salida, la más peligrosa, porque si te despistas te lleva directo al fondo del océano y ahí se acabó todo. Vemos a los delfines, buceamos con más de 40 tiburones grises alrededor, bancos de barracudas, etc.

Cuando regresamos a Tevahine ya está todo preparado para la fiesta, el comedor engalanado y nosotros deseando ver una auténtica reunión polinesia.
A las 19:30 ya estamos en el comedor, nos empiezan a presentar a todos los amigos que vienen. Todos están vestidos con ropa típica.


Gran sorpresa, aquí viven españoles y descendientes de españoles. Julián es profesor de español, es de la zona de Salamanca, su mujer es francesa. Pilar, es del Valle de Arán, su marido trabaja de Jefe de Mantenimiento en el Hotel Kia Ora. Nos sentamos en las mesas que nos tienen destinadas, nosotros con los españoles y sus familias. Conversando con ellos aprendemos mucho de las tradiciones y vicios (alcohol y drogas) de los polinesios. Hay danzas, representaciones, música y canciones polinesias, todo ello realizado por la gente de aquí y un hawaiano profesional del tema, junto con su mujer que es profesora de danzas polinesias y que son amigos de la familia de la pensión.



Pilar nos invita a ir de pesca con ellos el sábado y aceptamos encantados, además no hay que ser descortés, jejeje. A dormir que mañana buceamos otra vez.
