En esta etapa en realidad no hay mucho que contar. Contratamos el servicio de transfer desde nuestro hotel en Samui, hasta el muelle del Anantara Rasananda, allí hay una sala de espera en la que te ofrecen té helado, toallitas... y a la hora convenida sale la lancha rápida hacia el hotel.
La ubicación del hotel es Thong Nai Pan Noi Beach, una playa preciosa y tranquila, en la que destacan tres resorts, aparte hay hotelitos pequeños, un diving center, algun restaurante...
A la llegada, bienvenida a la tailandesa, nos explican un poco todo, y resulta que tienen todas las habitaciones preparadas menos la nuestra, por lo que nos invitan a un masaje de cuello, cabeza y hombros en el spa. Empezamos muy bien, si señor.
Nuestra habitación está en alto, tiene piscina privada, una Ocean Pool Suite, nos encanta, todo cuidado hasta el máximo detalle. Problema: la piscina de la habitación está muy fria, al menos para mi gusto, pero eso no nos impidio disfrutarla.
Baño en el mar, en la piscina, comemos en el restaurante del hotel a mediodía, precios medios, comida tipo sandwiches, hamburguesas, ensaladas... muy rico todo.
A partir de ahí comienzan 4 días de playa, descansar, kayak, comer, beber y desconectar. El hotel es carísimo pero a mi me mereció la pena. Algunos días saliamos a comer a algun restaurante de la playa, y la última noche cenamos en uno del pueblo que se llamaba Laluna y nos gusto muchisimo. Paseabamos por el pueblo, ibamos a recargar el movil, otra vez al hotel... vamos que disfrutamos el hotel a tope, la verdad.
No voy a engañar a nadie, buen tiempo no hizo, la primera noche cayó un chaparrón que se convirtió en tormenta, el segundo dia estuvo nublado (aún así me quemé) y los dos últimos ya si que hizo sol pero con tormentas vespertinas.
La playa idilica, la sensación de tengo toda la playa para mi nunca la había tenido, ni siquiera en maldivas. Había una especie de larvitas en el agua que irritaban un poco la piel, pero no picaban ni nada. A veces molestaba un poco el ruido de los taxi boat, pero eso ya es rizar el rizo. El desayuno del hotel increible, te preparaban huevos benedictine de 5 formas diferentes, por poner un ejemplo, comidas y cenas deliciosas, todas las noches cena temática y alguna animación...Los masajes... uf, el mejor de mi vida me lo di allí. Mi chico estaba encantado también, la verdad es que fueron unos días muy bonitos.
Alli estuvimos cuatro dias con sus cuatro noches, la mañana del quinto, desayunamos y partimos a ko samui a las 9.30. Allí el hotel tuvo el unico detalle que no me gustó (el trato había sido perfecto durante todos los dias).
Había un poco de oleaje, nada exagerado, y la lancha paró a más de 50 metros de la orilla, al principio pensabamos que era una broma, pero no, cuando vimos a los mozos cargando nuestras maletas en lo alto y empapados, empezamos a temernos lo peor, bien, pues nos hicieron ir andando hasta allí, vamos, bañarnos vestidos, mojandonos enteros, bolsos incluidos, cuando llegué al barco el agua me llegaba por las axilas, y no exagero. No entiendo que no tengan una pasarela o similiar para casos asi, estabamos todos alucinando, mi marido con mi bolso encima de la cabeza... y de verdad que no habia tantas olas.
Pero lo peor no fue esto, llegamos al muelle de ko samui, calados hasta los huesos, gente que iba de claro con la ropa totalmente transparente y pegada al cuerpo, pensabamos que allí nos dejarían cambiarnos de ropa, habían sido tan amables a la ida... pues ni muchisimo menos, metiendo prisa, corriendo a las van que nos llevaban al aeropuerto, allí en los baños nos tuvimos que cambiar...
La verdad es que no me gustó nada la situación, pienso en una persona mayor, de movilidad reducida, o que le de miedo el agua... y como llega a la lancha? creo que deberían mirar eso...
Aún así este final raro no empaña los maravillosos días que pasamos allí...
