Ultimo día en la costa Oeste de estados Unidos, nos lo tomamos con más relax que los demás días, desayunamos tranquilamente y con el coche nos dirigimos a Long Beach para visitar el Queen Mary, que es mitad Hotel y mitad museo, está situado al final de Long Beach, a su lado hay un submarino de la serie escorpión , como el de la película la Caza del Octubre Rojo, por lo que después de unas consultas entre nosotros, decidimos visitar el submarino y no el transatlántico, pues nos causaba más curiosidad.
Entramos por la proa del submarino y salimos por la popa con unas escaleras bastante cómodas, han quitado las originales para evitar accidentes entre los turistas, una visita muy interesante, la verdad.
Después fuimos a pasear un poco por la playa de Long Beach y volvimos a Santa Mónica para pasear por las tiendas de su famoso paseo el Third Street Promenade, allí encontramos el concesionario de Tesla, coches completamente eléctricos con un precio de 100.000 $, y tecnología punta de los que se ven bastantes por toda la costa Oeste, terminado el paseo volvimos al Hotel para recogerlo todo y despedirnos de esta maravillosa ciudad.
Nos dirigimos con tiempo al aeropuerto para evitar ponernos nervisos con las caravanas que hay siempre en el trayecto, devolvimos el coche, cosa que se hace súper rápido en Alamo, impresionante su eficiencia. cogimos el vuelo hacia Filadelfia.
Entramos por la proa del submarino y salimos por la popa con unas escaleras bastante cómodas, han quitado las originales para evitar accidentes entre los turistas, una visita muy interesante, la verdad.
Después fuimos a pasear un poco por la playa de Long Beach y volvimos a Santa Mónica para pasear por las tiendas de su famoso paseo el Third Street Promenade, allí encontramos el concesionario de Tesla, coches completamente eléctricos con un precio de 100.000 $, y tecnología punta de los que se ven bastantes por toda la costa Oeste, terminado el paseo volvimos al Hotel para recogerlo todo y despedirnos de esta maravillosa ciudad.
Nos dirigimos con tiempo al aeropuerto para evitar ponernos nervisos con las caravanas que hay siempre en el trayecto, devolvimos el coche, cosa que se hace súper rápido en Alamo, impresionante su eficiencia. cogimos el vuelo hacia Filadelfia.