Este día , después de tragarnos la caravana de rigor, iniciamos las visitas con el Museo de la Ciencia donde tienen el Endevour original, transportado, tal como pudimos ver en un vídeo, a través de la ciudad en un camión gigante, a parte, tienen grandes acuarios repletos de peces, aviones tamaño real, capsulas espaciales reales, etc., muy interesante si te gusta el tema de la ciencia, vale la pena visitarlo, al lado de el museo hay un bonito jardín de rosas, para pasear y un estadio deportivo.
Después, con el coche, fuimos a las fosas de asfalto de el Rancho La Brea, es una famosa agrupación de pozos de alquitrán, localizados en el Parque Hancock, donde sale constantemente gas y asfalto de bajo tierra, también hay un museo pero no lo visitamos.
Fuimos a visitar Chinatown, que me sorprendió de lo bonita que es, pues siempre el más famoso es el de San Francisco, este es más coquetón, con unos edificios muy colridos.
A continuación fuimos al famoso barrio de Venice, donde aprovechamos para comer, aquí elegimos un restaurante "raw", que en esos momentos no teníamos ni idea de lo que era, después ya nos enteramos, resulta que es comida cruda vegetariana sin cocinar, vaya chasco que nos levamos cuando nos trajeron los teóricos espaguetis.
En Venice paseamos frente al mar, vimos la zona alternativa de skaters y raperos, los gimnasios al lado de la playa con los cachas luciéndose delante de todos los transeúntes, todo típicamente Americano, hay varios raperos que intentan venderte su cd, mi hijo compro uno de un chaval que le estuvo explicando su música y la verdad suena muy bien, parece profesional.
Paseamos por la zona residencial de canales que dan el nombre a Venice, es un barrio muy relajante, parece mentira que este tan cerca de las aglomeraciones de la playa, con patos y aves acuáticas nadando por sus canales.
Para terminar el día fuimos a Santa Mónica, final de la ruta 66, aparcamos en el mismo muelle y aprovechamos para ver la puesta de sol, pasear por el muelle, ver sus atracciones con su noria multicolor y cenamos en el Restaurante Bubba Gump, ambientado en la película Forrest Gump, con grandes platos de gambas exquisitas preparadas de múltiples maneras. Ya con la barriga llena fuimos a dormir, que ya tocaba.
Después, con el coche, fuimos a las fosas de asfalto de el Rancho La Brea, es una famosa agrupación de pozos de alquitrán, localizados en el Parque Hancock, donde sale constantemente gas y asfalto de bajo tierra, también hay un museo pero no lo visitamos.
Fuimos a visitar Chinatown, que me sorprendió de lo bonita que es, pues siempre el más famoso es el de San Francisco, este es más coquetón, con unos edificios muy colridos.
A continuación fuimos al famoso barrio de Venice, donde aprovechamos para comer, aquí elegimos un restaurante "raw", que en esos momentos no teníamos ni idea de lo que era, después ya nos enteramos, resulta que es comida cruda vegetariana sin cocinar, vaya chasco que nos levamos cuando nos trajeron los teóricos espaguetis.
En Venice paseamos frente al mar, vimos la zona alternativa de skaters y raperos, los gimnasios al lado de la playa con los cachas luciéndose delante de todos los transeúntes, todo típicamente Americano, hay varios raperos que intentan venderte su cd, mi hijo compro uno de un chaval que le estuvo explicando su música y la verdad suena muy bien, parece profesional.
Paseamos por la zona residencial de canales que dan el nombre a Venice, es un barrio muy relajante, parece mentira que este tan cerca de las aglomeraciones de la playa, con patos y aves acuáticas nadando por sus canales.
Para terminar el día fuimos a Santa Mónica, final de la ruta 66, aparcamos en el mismo muelle y aprovechamos para ver la puesta de sol, pasear por el muelle, ver sus atracciones con su noria multicolor y cenamos en el Restaurante Bubba Gump, ambientado en la película Forrest Gump, con grandes platos de gambas exquisitas preparadas de múltiples maneras. Ya con la barriga llena fuimos a dormir, que ya tocaba.