Crucero: Vega Travel, crucero 2 días, 1 noche en habitación deluxe. Precio: US$ 212
Lo mejor: Hacer Kayak en las zonas solitarias de la bahía.
Lo peor: Demasiados barcos por todas partes.
Amanecimos en Hanoi, desayunamos en el hotel y hablamos con el chico de recepción para dejar nuestras mochilas allí, pues ese día partíamos para la Bahía de Halong. Dejamos las mochilas en un cuarto (al que podía entrar cualquiera), y esperamos a que pasaran a recogernos para el Tour.
Como habíamos leído acerca de bastantes malas experiencias en los barcos de Halong, intentamos ir más o menos sobre seguro, y llevábamos el tour contratado desde España con VEGA TRAVEL. Tras unas 3 horas y media en furgoneta (con paradita a medio camino en un sitio especial para turistas para ir al baño, tomar fruta, comprar algo,...) llegamos a Halong. Nos montamos en una barca que nos llevó a nuestro barco.
Una vez embarcamos, nos hicieron un pequeño recibimiento dándonos algo de beber, repartieron las habitaciones y nos citaron al de media hora en el comedor para el almuerzo. La comida estuvo bien, variada y sabrosa. Luego fuimos en barca a la Surprising Cave (totalmente prescindible) y de ahí nos llevaron a hacer kayak por la Bahía (esto sí nos gustó mucho), llegamos en kayak a una especie de Bahía cerrada a la que se accedía a través de un túnel, y daba gusto estar allí, en mitad del silencio. Casi se nos hizo de noche en la vuelta en kayak hasta el barco, una vez allí nos preparamos para la cena (bien, como la comida), y luego el guía nos hizo cuantos truquitos y estuvimos varias horas de sobremesa con unos argentinos muy majos que iban en nuestro mismo barco. Luego, a la piltra que al día siguiente había que volver a madrugar.
Nos levantamos el día 29, desayunamos y nos llevaron en barca a un mirador desde el que se había unas bonitas vistas de la Bahía. Luego abajo, en la playa, te podías bañar, pero hacia un poco de frío y no nos animamos.
Después de esto, los que habían contratado el Tour de 3 días (incluyendo isla de Cat Ba) continuaban viaje, y a los demás nos dejaron en el barco para esperar un rato (de relax), almorzar y volver a tierra, donde una furgoneta nos llevaría de vuelta a Hanoi. Nos dio pena no hacer la isla de Cat Ba, aunque luego unos chicos nos dijeron que era demasiado turística... No sé cómo será.
De vuelta en Hanoi sobre las 17, fuimos al hotel, nos ofrecieron un taxi al aeropuerto por 300.000 VND (unos 11 €), aceptamos, y nos fuimos a dar otra vuelta para hacer tiempo.
Luego fuimos al aeropuerto para coger el avión a Da Nang, para una vez allí coger un taxi que nos llevara a Hoi An (llegábamos sobre las 22). Aquí tuvimos nuestra pequeña odisea, después de regatear, conseguimos un taxi pequeño por 310.000 VND. Bueno, el taxi era una patata, nos llevó por un camino en el que no nos curzábamos apenas con nadie más, los cristales se le empañaban constantemente, el conductor no tenía muy claro por donde tenía que ir, y encima no entendía ni papa de inglés
. Total, que la primera prueba fue llegar a Hoi An, pero la segunda fue encontrar nuestro hotel. Finalmente, lo conseguimos, cuando llegamos nos estaban esperando. Hicimos checkin, nos dieron habitación (estaba muy bien), contratamos allí mismo la excursión a My Son para el día siguiente por 504.000 VND, nos dimos una ducha y a la cama.
Lo mejor: Hacer Kayak en las zonas solitarias de la bahía.
Lo peor: Demasiados barcos por todas partes.
Amanecimos en Hanoi, desayunamos en el hotel y hablamos con el chico de recepción para dejar nuestras mochilas allí, pues ese día partíamos para la Bahía de Halong. Dejamos las mochilas en un cuarto (al que podía entrar cualquiera), y esperamos a que pasaran a recogernos para el Tour.
Como habíamos leído acerca de bastantes malas experiencias en los barcos de Halong, intentamos ir más o menos sobre seguro, y llevábamos el tour contratado desde España con VEGA TRAVEL. Tras unas 3 horas y media en furgoneta (con paradita a medio camino en un sitio especial para turistas para ir al baño, tomar fruta, comprar algo,...) llegamos a Halong. Nos montamos en una barca que nos llevó a nuestro barco.
Una vez embarcamos, nos hicieron un pequeño recibimiento dándonos algo de beber, repartieron las habitaciones y nos citaron al de media hora en el comedor para el almuerzo. La comida estuvo bien, variada y sabrosa. Luego fuimos en barca a la Surprising Cave (totalmente prescindible) y de ahí nos llevaron a hacer kayak por la Bahía (esto sí nos gustó mucho), llegamos en kayak a una especie de Bahía cerrada a la que se accedía a través de un túnel, y daba gusto estar allí, en mitad del silencio. Casi se nos hizo de noche en la vuelta en kayak hasta el barco, una vez allí nos preparamos para la cena (bien, como la comida), y luego el guía nos hizo cuantos truquitos y estuvimos varias horas de sobremesa con unos argentinos muy majos que iban en nuestro mismo barco. Luego, a la piltra que al día siguiente había que volver a madrugar.

Nos levantamos el día 29, desayunamos y nos llevaron en barca a un mirador desde el que se había unas bonitas vistas de la Bahía. Luego abajo, en la playa, te podías bañar, pero hacia un poco de frío y no nos animamos.
Después de esto, los que habían contratado el Tour de 3 días (incluyendo isla de Cat Ba) continuaban viaje, y a los demás nos dejaron en el barco para esperar un rato (de relax), almorzar y volver a tierra, donde una furgoneta nos llevaría de vuelta a Hanoi. Nos dio pena no hacer la isla de Cat Ba, aunque luego unos chicos nos dijeron que era demasiado turística... No sé cómo será.
De vuelta en Hanoi sobre las 17, fuimos al hotel, nos ofrecieron un taxi al aeropuerto por 300.000 VND (unos 11 €), aceptamos, y nos fuimos a dar otra vuelta para hacer tiempo.
Luego fuimos al aeropuerto para coger el avión a Da Nang, para una vez allí coger un taxi que nos llevara a Hoi An (llegábamos sobre las 22). Aquí tuvimos nuestra pequeña odisea, después de regatear, conseguimos un taxi pequeño por 310.000 VND. Bueno, el taxi era una patata, nos llevó por un camino en el que no nos curzábamos apenas con nadie más, los cristales se le empañaban constantemente, el conductor no tenía muy claro por donde tenía que ir, y encima no entendía ni papa de inglés
