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Es nuestro último día en La Digue. Vamos a volver a Anse Source d' Argent, que es sin duda lo que más nos ha gustado de la isla y seguimos entrando gratis..
La visión de esta playa con la marea baja corta la respiración
Por muchas fotos que subiera o intentara describirla con palabras no conseguiría aproximarme a la sensación que tuve cuando la vi.
Ese azul tan intenso sobre la arena blanca que contrasta con los verdes y marrones de las rocas que horas atrás estaban sumergidas... y los peces tropicales, casi en la orilla... espectacular.
Hay una zona de la playa donde tras las primeras rocas del agua se forma una especie de laguna azul donde os podréis bañar incluso con tortugas. Nosotros vimos tres ese día y conseguimos fotografiarnos con ellas bajo el agua.
Vigilad que también hay erizos...
Hoy va a ser un día sin stress. Nos acercamos a la cala de al lado donde hay un chiringuito con música local donde preparan zumos tropicales que te los sirven dentro de un coco.
El precio es carillo, unos 5€ cada uno, pero está buenísimo y te lo preparan delante de ti, sin stress, por supuesto.
No hay sillas, ni mesas, solo unos troncos tumbados y a la sombra donde os podéis sentar y disfrutar del momento
Caminando descalzos por la arena se puede pasar de cala en cala por un camino o bien por el agua, cada tramo es diferente y continuamente estaréis tocando las extrañas formas de las rocas, para cercioraros que son reales.
Son enormes bloques de granito que el agua y el viento les han ido dando esta forma.
No es un decorado hollywoodiense, no es cartón-piedra, nada supera a la propia naturaleza.
Al final de la playa hay una enorme roca, con el tamaño de una colina, que marca el fin de la playa.
Con la marea baja se puede pasar al otro lado caminando y de hecho es por aquí por donde se va a la playa Anse Marron, que solo tiene este acceso.
Al final no hicimos esta excursión porque hay que contratar un guía para hacerla, lo que si vimos son las cuevas y los pasos entre rocas de este trozo de playa
El tiempo pasa volando, hemos estado casi 6 horas en la playa y aunque a la sombra y con protección 50 mi piel blancucha debe haber sufrido bastante hoy; toca retirada.
El perro nos ha acompañado hoy también todo el día, aunque aparece y desaparece. Creo que controla el aparcamiento de bicis y sabe que no nos iremos por otro camino.
Despedida de este hermoso parque Union Estate, de las playas, de la plantación de vainilla cuyo aroma se te queda impregnado en la piel, del molino de copra restaurado... y de todos los animalillos, cangrejos incluidos
Hay que preparar las cosas que mañana a primera hora nos vamos a Mahé.
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que aumentan nuestras ansiedades viajeras!
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