Me levanto bien temprano y me visto bien occidental, a las 09 am ya estaban esperándome abajo en el coche Ala.dhin y Muhammad, Flor aprovecha para quedarse durmiendo. Salimos directo a las pirámides, entramos por detrás en la zona de la cafetería y me presenta a todos los taxistas good drivers, cada uno en su idioma especializado, para ingleses, alemanes, italianos, franceses, japoneses. Parece mentira, pero están muy organizados entre ellos mismos, conocen a todos los guías con que grupo trabaja cada uno, de donde son cada agencia de viaje, cuantos días se quedan en Cairo, tienen hecho un estudio de mercado que ni la mejor agencia europea de consulting lo haría. Y yo ahí metido entre todos los egipcios. Guauuuuuuuuuu, que emoción, que si no fuera por mi carácter de poca paciencia y nada de pedagogía hubiera sido el trabajo de mi vida, ahí me di cuenta de lo difícil que es lo que hacen, aprovecho el momento y me quedo cerca de un grupo de españoles y escucho como comentan que blanquito que es el egipcio de camisa verde, refiriéndose a mí, jajajajajaja, por fin me confundieron con un egipcio, mantengo conversación con otro grupo de gente y me lo paso bien. Nos vamos con Muhammed a la zona de parking y no se me ocurre mejor idea que enseñarle la frase "Porque no te callas", (la repetirá por los siglos de los siglos)a lo que otro grupo de españoles la escuchan y me vuelven a confundir con egipcio, juassssss. Seguimos practicando otras frases y así nos tiramos un par de horas. Ya es el mediodía y vamos al departamento a buscar a Flor ya que hoy tocaba Cairo Islámico y que mejor forma que empezarlo por el barrio copto, vaya paradoja. Cuando llegamos bajamos del coche y estábamos por entrar yo y Flor y , Muhammad me dice que yo no puedo entrar ya que ahora soy musulmán, difícil de entender y explicar, se va ella sola y le doy algunas indicaciones para que lo recorra ya que yo ya lo conocía del año anterior cuando todavía era kafr(no musulmán). Como a las 2 horas sale ella muy contenta porque había visitado una sinagoga judía por primera vez y otras iglesias más. Vuelta al coche y a la Ciudadela de Saladino, en la entrada unos polis le hacen problema a Muhammad porque es egipcio y quiere entrar con turistas, a lo que intervengo de nuevo y se quedan piolas. Parece mentira pero con 24 años que tiene era la primera vez que entraba y estaba súper emocionado, vuelta yo ser el guía, pero esta vez sentí una emoción especial ya que era mi primera mezquita que entraba en Egipto como musulmán, me fui directo a la zona de los baños para hacer udhú, entré e hice dos rakats de saludo. Se acercaba la hora de Zhur (2ª oración diaria) y los vigilantes le piden a los turistas que salieran fuera un momento, cuando uno se me acerca a mí, desde mi mas orgullo le digo: “ Ana Muslim, alhamdulillah”, Soy musulmán, gracias a Dios. Me acerco y entre los muslims que estábamos oramos, no puedo plasmar en este escrito lo que siento es esos momentos, me acordaba que hacía un año atrás me pidieron que saliera fuera y me puse triste y ahora estaba orando en la Mezquita de Mohammed Ali o Mezquita de Alabastro,
llevaba conmigo una alfombra pequeña para salat que me había traído un amigo de La Mecca y en señal de respeto se la presté al Imán con lo que me lo agradeció infinitamente, en momentos como este las palabras sobran y no importa que idiomas hables, los musulmanes nos entendemos con el corazón y el pensamiento puesto en Alläh. Terminamos el salat y vuelta a entrar toda la turba de turistas en lo que salimos a recorrer la Ciudadela por fuera, unos policías que me habían visto en la oración nos invitan a pasar a una zona cerrada en donde se apreciaban unas vistas maravillosas del Cairo y había que caminar con cuidado porque si no te ibas en caída libre.
Seguimos caminando y encaramos para la salida. Una aclaración sobre Florencia, es la única persona en el mundo que es capaz de dormir en el asiento trasero del coche por la calles del cairo. Como ya se había hecho un poco tarde vamos directo a la zona de Khan El Khalili, jamás compraré nada en ese zouco, pero el espectáculo vale la pena, dejamos el coche en un parking como a 200 metros. Tocaba cruzar las calles, para Flor la primera vez, que miedo, como gritaba y yo me despanzaba de la risa, una experiencia inolvidable. Paramos a comer en un local de bitzas, algo así como una masa tipo filo con relleno por dentro y por arriba parecido a la pizza, un manjar, exquisito, nos comimos una grande cada uno y para rematarlo una de azúcar glas. Salimos para el mercado y paso al frente de la Mezquita de AL Hussein y me acuerdo del año pasado que no me habían dejado entrar y me había quedado fuera con la mirada perdida hacia dentro. Seguimos caminando directo a la Cueva de Ali Babá, así le dicen los egipcios al mercado, el espectáculo es alucinante, las frases espontáneas, las mil y una formas para llamar tu atención, el “canhayhelpiu” en su máximo esplendor, que se entiende que para quien no está acostumbrado resulta tedioso, tanto que mi amigo egipcio no le gusta nada porque ni él se salvaba del acoso, damos miles de vueltas por las diferentes zonas, joyerías, artesanía, antigüedades, made in china, etcétera. Cerca de las 07 pm suena el Adhan y acá si que se escuchaba bien fuerte, estábamos bastante alejados y Muhammad me dice que vaya a AL Hussein. Apuro el paso y llego casi con lo justo, me paran en la puerta y les digo desde mi más orgullo la Shahada:
لا إله إلا الله محمد رسول الله
Lā 'ilāha 'illā-llāhu Muhammad rasūlu-llāh.
No hay más dios que Alá y Muhammad es su profeta
Ahora si estaba dentro, donde correspondía mi sitio, habían pasado muchas cosas en un año pero lo había conseguido. Esperé el momento del Maghrib (4 oración diaria) y fue estremecedor, único, sublime, aunque a mas de uno le llamaba la atención que un blanquito vestido como occidental recitara el Corán en un acento árabe perfecto, esas cosas que sólo tienen que pasar y no buscarle explicación. Cuando terminó no me quería ir, miraba todo a mi alrededor y los muslims me saludaban “Assalamu Alaikum” y yo mas orgullo que nunca, momentos irrepetibles en la vida. Cuando salgo Flor y Muhammad me esperaban fuera y me ven extasiado, creo que fue la primera vez que ella comprendió lo que siento por el Islam. Seguimos caminado y en la avenida principal curioseando entro en un pasillo donde había colgado unos tapices de terciopelo negro con bordados en oro y plata, me fascinaron, ni si quiera me animé a preguntar el precio, el vendedor me vio muy emocionado cuando había encontrado el que yo quería, Era de 1.00 m x 0.80 m, me dijo que me hacía un precio especial, yo le decía que ni me lo dijera porque seguro que era prohibitivo para mi. Me dice 70 libras (8,50 €) No lo podía creer, pensar que en Barcelona intentaron venderme uno por mas de 250.00 € y ni hablar del de Marruecos a 95.00 € de mucho menor calidad, este tipo de cosas que tiene El Cairo que siga perdidamente enamorado. Un comentario, el 14 de marzo ya estando en mi casa en Bcn, saco un cuadro bastante grande colgado en la pared, lo desmonto y le pongo el tapiz de terciopelo y calzó perfecto, ni que lo hubiera medido antes, ahora preside el salón de mi casa, Alhamdulilläh.
Volvemos para Ghiza al departamento y ya estaba Ala.dhin esperándonos con la cena, shisha, té y como si fuera poco había llamado a su esposa, nuera y nieto, en fin toda la familia para que compartiéramos ese momento todos juntos. Pasamos una velada mas que agradable, intentando entendernos en todos los idiomas posibles a lo que generaba mas de una confusión y risas por parte de las mujeres, y ya muy tarde nos fuimos a dormir (cada uno a su casa), jejejejejje