Puntualmente, a las 9 y 4 minutos, tomamos en la estación de Hakata el Shinkansen Hikari que, dos horas y cuarenta minutos después, nos dejará en la estación de Shinosaka. Previamente hemos tomado un delicioso desayuno europeo en un Café Veloce que se encuentra próximo a la estación.
Los trenes de alta velocidad japoneses son cómodos, pero tienen el problema del poco espacio que hay para las maletas. Ya lo sabíamos, pero el conocimiento no hace más llevadera la incomodidad de instalarnos con las maletas como buenamente podemos.
Llegamos puntualmente a Shinosaka donde tomamos la Midousuji Subway Line y, tras un trayecto de apenas 15 minutos, bajamos en la estación de Shinsaibashi donde, desde la salida 1, nuestro hotel está apenas a un minuto.
Se trata del Villa Fontaine Shinsaibashi,que se encuentra justo en medio del barrio de Minami, la zona más animada de Osaka, al pie de las galerías comerciales de Shinsaibashi y muy cerca de Amerikamura (el Harajuko de Osaka), Nipponbashi Den-Den Town (la zona de compras de electrónica y manga), el Doguyasuji (zona de compras de utensilios relacionados con la cocina) y el distrito de la “marcha”, Dotonbori. La reserva la hicimos en la página web de la cadena Villa Fontaine.
Ya conocíamos el hotel y a pesar de que no nos dejó muy buena impresión la vez anterior, reincidimos por dos razones, la excelente localización y el hecho de que, como teníamos previsto facturar las maletas al Villa Fontaine de Tokio-Mita, pensamos, como efectivamente así fue, que facturarlas desde un Villa Fontaine a otro, sería muy sencillo. Los Villa Fontaine son unos hoteles excelentes, pero no todos tienen el mismo estándar, ni en el tamaño de las habitaciones ni en los servicios. El de Osaka, ciertamente, no es de los mejores. Pero, en honor a la verdad, la atención del personal es más que correcta. Las objeciones tienen que ver con las instalaciones y conservación.
Después de los trámites de recepción, nos dirigimos a comer a un agradable restaurante, especializado en tempura, que se encuentra en la galería comercial, junto al hotel, y con las fuerzas recuperadas nos dirigimos al Kaiyukan, uno de los mayores acuarios del mundo.
En la estación de Shinsaibashi tomamos la línea Midousiji hasta Hommachi donde trasbordamos a la línea Chuo y bajamos en Osakako. Apenas 15 minutos de traslado en metro.
La visita al acuario es impresionante, ocho plantas que rodean un estanque gigantesco que ocupa la parte central con la misma altura del edificio. Todo tipo de animales marinos en una construcción espectacular. Se trata de una visita imprescindible si viajas con niños y también, si no lo haces, pero te apasiona la vida del mar. En la página web del Kaiyukan hay una detallada información en español.
La visita al Kaiyukan nos consumió la tarde y tras pasear por los alrededores, en la zona de la bahía, regresamos a Minami para disfrutar de la noche en Dotonbori.