Nos despertamos y oímos la lluvia. Parecía que llevaba un buen rato, ya que el agua corría por la calle. Tras un buen desayuno, pasaron a recogernos a las 8:30. En total íbamos 4 parejas. Tardamos como media hora en llegar, y durante el camino no paró de llover. Una vez allí, nos sirvieron en té, antes de meter nuestras cosas en una bolsa estanca y montarnos en el kayak.
Nada más comenzar, cayó el diluvio universal. No nos importaba la lluvia, ya que nos íbamos a mojar de todos modos. A partir de ahí fue lluvia intermitente todo el día, con algunos golpes de agua fuertes. El paisaje era precioso, salpicado por las verdes rocas kársticas al principio, luego remando por un estrecho cañón con las altas paredes cubiertas de vegetación. Paramos en un par de cuevas, donde pudimos ver los huesos de sus antiguos habitantes, los gitanos del mar. También pasamos por un bosque de manglares, muy bonito, y diferente de los paisajes que habíamos visto anteriormente.
Nosotros no somos expertos en kayak, pero en general fue un recorrido fácil, estuvimos más tiempo parados viendo el paisaje que remando. La única parte un poco más complicada fue el final, ya que estaba cerca del mar y había un poco de oleaje, por lo que tuvimos que remar más para no desviarnos. Las fotos son un poco malas, ya que tuvimos que hacerlas con la cámara acuática, y con la cámara compacta a la que se le bloqueó el botón de enfoque
Cuando llegamos, nos duchamos, y a los que habíamos contratado la actividad de día completo nos sirvieron la comida. Comida tailandesa muy buena, de las mejores que nos pusieron en las excursiones en Tailandia. A los que solo habían contratado la excursión de medio día, les sirvieron fruta.
Después, nos dividimos según lo que fuésemos a hacer por la tarde. Dos parejas volvieron a Ao Nang, otra fue a hacer una actividad con elefantes, y nosotros fuimos a Phu Tara, una piscina natural en medio del bosque, que tenían acondicionada con pasarelas y cuerdas para tirarse al agua. Estaba lloviendo, pero aun así pasamos un buen rato nadando un poco y tirándonos al agua al estilo tarzán, nosotros solos. Se supone que el agua debía estar cristalina, pero debido al mal tiempo no lo estaba.
A la hora convenida nos fueron a buscar para llevarnos de vuelta a Ao Nang. El kayak nos gustó mucho, totalmente recomendable. La segunda parte del día, en Phu Tara, es prescindible. Aun así nos lo pasamos bien y nos sirvió para llenar un día con una climatología horrible que, de otra manera, hubiésemos pasado encerrados en el hotel.
De vuelta a Ao Nang había parado de llover y aprovechamos para relajarnos un rato en la piscina del hotel. Descansamos y salimos a ver excursiones para el día siguiente. Nos dijeron que ese día no había salido ninguna excursión marítima, así que no nos arriesgamos, y contratamos otra terrestre. Concretamente al Emerald Pool, Hot Springs y Tiger Cave Temple, por 800 baht cada uno.
Después fuimos a tomar algo mientras esperábamos a Salmantina30 y su familia, que habíamos quedado para cenar. Ellos se alojaban cerca de nuestro hotel, en el Centara Anda Dhevi, y era su última noche en Tailandia. Cenamos por allí cerca, en un pequeño restaurante que servía tanto comida tailandesa como occidental. La cerveza, como ya era costumbre, en el 7 eleven cercano. Hablamos de nuestros viajes, del mal tiempo que nos estaba haciendo y de todo en general. Fue muy agradable coincidir con ellos, al igual que con Rosoll en Chiang Mai.
GASTOS DEL DÍA (2 PERSONAS)
Excursión Kayak: 2000 baht
Cena: 250 baht
Cervezas+snacks: 150 baht
Coco y batido: 160 baht