Nuestro vuelo a Krabi salía a las 6:35 de la mañana, así que antes de las 5 nos estaba esperando un tuc tuc para llevarnos al aeropuerto. Lo contratamos a través de la guest house, y nos costó 250 baht, un precio más alto del habitual, por lo intempestivo del horario.
Tras un vuelo tranquilo, llegamos al aeropuerto de Krabi y compramos los tickets del autobús que lleva a Ao Nang, por 150 baht por persona. Lucía el sol, y eso nos dio esperanzas de que el tiempo nos respetara los siguientes días. El autobús nos dejó en nuestro hotel, The Small, e hicimos el check in, aunque era demasiado temprano para poder entrar en la habitación. Mientras tanto, dimos un paseo por la playa de Nopparat Thara. El cielo ya se había nublado y en la playa empezamos a vislumbrar que el verdadero problema no iba a ser la lluvia, sino el viento y las olas.
Después fuimos hacia la calle principal, situada en Ao Nang beach, que es donde están la mayoría de restaurantes y agencias, con la idea de ir situándonos y viendo precios de excursiones. Ya nos dijeron que las excursiones en long tail boat, el tradicional bote de madera de Tailandia, no estaban saliendo, ya que es una embarcación bastante inestable y había bastante oleaje. Así que solo nos quedaba la opción de excursiones en speed boat, una lancha motora de mayor tamaño.
Con esta información, volvimos al hotel y nos instalamos en la habitación. El hotel está bien situado, entre las playas de Ao Nang y Nopparat Thara. Está como a 10 minutos andando de la calle principal, frente a la playa de Ao Nang, que es donde están la mayoría de agencias y restaurantes. Pero en la misma calle del hotel hay de todo: restaurantes, agencias, supermercados,... La habitación muy cómoda y completa. Nos disponíamos a relajarnos un rato en una de las piscinas, pero justo en ese momento empezó a llover con fuerza, así que no pudo ser.
Nos duchamos y salimos a comer. Lo hicimos en un pequeño local, cerca del hotel según se va hacia Ao Nang beach (no recuerdo el nombre). Una sopa, un arroz frito y unas brochetas de pollo que estaban espectaculares. En esta zona de Tailandia la mayoría de la población es musulmana, lo cual notaréis en que en muchos pequeños restaurantes no sirven cerveza. Pero no supone un problema, ya que te dicen dónde puedes comprarla, en una tienda, para beberla en el local.
Dimos una vuelta por Ao Nang, que resultó ser un pueblo feo, para reservar la excursión del día siguiente. Preguntamos en varios sitios, y nos dijeron que en la excursión a Phi Phi no se podía desembarcar en Maya Beach debido al oleaje y que tampoco paraba en otros puntos del recorrido. Y no nos aseguraban que fuese a salir la excursión, ya que el tiempo estaba empeorando. Nos ofrecieron la posibilidad de hacer excursiones en tierra, dada la incertidumbre sobre el estado del mar. Finalmente nos decidimos por hacer kayak en Ao Thalane y por la tarde baño en Phu Tara. Nos costó 1000 baht cada uno. Creo que pagamos más de la cuenta, pero nos desconcertó el hecho de no poder salir al mar, y nos pilló fuera de juego. Después compramos una bolsa estanca de 10 litros, en un principio para las excursiones marítimas, pero que nos vino bastante bien en las terrestres.
Nos dimos un baño en la piscina y descansamos hasta la hora de cenar. Volvió a caer el diluvio universal, parecía que no iba a parar. Cuando amainó, salimos, pero preferimos quedarnos por la zona del hotel. Comimos en un pequeño restaurante donde podías elegir el pescado que querías que te cocinasen. Estaba delicioso y muy fresco, esa noche cenamos estupendamente. La cerveza la compramos en un 7 eleven cercano.
GASTOS DEL DÍA (2 PERSONAS)
Tuc tuc: 250 baht
Desayuno 7/11: 50 baht
Autobús a Ao Nang: 300 baht
Comida: 205 baht
Bolsa estanca: 350 baht
Cena: 400 baht
Cervezas: 165 baht