Como suele ser habitual antes de comenzar cualquier viaje, la noche anterior solamente pude dormir 4 horas o así, porque cada vez que conseguía conciliar el sueño, me despertaba pensando que ya eran las 5:30h de la mañana y comenzaba la que iba a ser nuestra gran aventura. Y, al final después de una laaarga noche, llegó ese momento. Tras tomar un vaso de leche, emprendí el camino hacia el aeropuerto junto a mi madre y mi hermano, en una larga travesía en transporte público y después el autobús lanzadera de la Terminal 2 a la T1.
Mientras, Dunia llevaba ya desde las 6 de la mañana, aproximadamente, esperando mi llegada, tras el vuelo de Las Palmas – Barcelona. Al fin, después de unas 2 horas de trayecto entre trenes y bus, llegamos a la T1 sobre las 8:15h, donde ya estaba Dunia esperándonos con su sonrisa.
Ese momento fue tan extraño que no sé ni la cara que puse, jajaja
Simplemente nos abrazamos y pudimos ver en los ojos de la una y la otra que ese momento que tanto habíamos deseado y esperado, al fin había llegado. Después de saludar a mi madre y mi hermano, nos dirigimos a los mostradores de Vueling para facturar la maleta, pues había cola y no queríamos hacer tarde. Fue ahí, en la cola de facturación, cuando llegó el momento de la despedida con mi familia. Llevaba varios días pensando en cómo iba a ser ese momento de despedirme de ellos y quedarme sola con una persona casi “desconocida” para mí (en el sentido de que solamente nos habíamos visto unos minutos hace ya 4 años en los que aprovecharon nuestras madres para hablar y nosotras casi calladas, jajajaja
). Tenía miedo por cómo iba a reaccionar mi madre al ver que me iba sola 1 semana con otra chica mayor que yo y con la que nunca había convivido y, esa reacción al ver cómo me dejaban en el aeropuerto y ellos se marchaban, era la que más acongojada me tenía. Por suerte, todo se quedó en eso, en el miedo a lo que pudiera pasar, porque mi madre se quedó muy tranquila al dejarme con Dunia y toda mi familia confiaba plenamente en mi, por lo que fue quedarme a solas con Dunia y sentirme libre del todo, para vivir mi vida desde otro punto de vista al menos durante esa semana.
Finalmente, después de hacer la cola, facturé la maleta y ya nos quedaban solamente 15 minutos para pasar el control de seguridad y dirigirnos hacia nuestra puerta de embarque. Aproveché esos últimos minutos para desayunar e ir al baño y posteriormente nos dirigimos hacia el control. Pasado el control, nos fijamos en nuestra puerta de embarque en las pantallas y con mala suerte nos tocó una que estaba prácticamente al final del pasillo, por lo que nos tocó hacer ejercicio ya de buena mañana!! Corriendo por si había mucha cola para embarcar, llegamos extasiadas al mostrador, en el cual no había cola por suerte, así que entregamos los billetes y en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos sentadas en el avión!! Y como Dunia había
conseguido coger uno de los pocos asientos que quedaban libres y era justo al lado del mío, pues pudimos estar todo el vuelo juntas, planificando ya nuestra semana.
La duración del vuelo es muy corta, unos 30 minutos desde que el avión despega hasta que aterriza, sumándole otros 15 minutos entre que llega a la pista de despegue y hasta que al aterrizar llega a la puerta indicada para que se adhiera la pasarela y podamos desembarcar. Como estábamos en la 6ª fila, bajamos muy rápido del avión y nos fuimos directas a buscar las maletas, localizando nuestra cinta y preocupadas por si se había extraviado alguna y nos la habían mandado a otro destino! Por suerte no fue así y nuestras maletas salieron de las primeras. Una vez con las maletas en mano, nos dirigimos hacia la salida del aeropuerto de Palma de Mallorca y cogimos el autobús nº1 (de color azul marino) que, por un precio de 3€, hace el trayecto del Aeropuerto – Centro- Puerto. Como el Armonia no llegaba a puerto hasta las 15:00h y el embarque no era hasta a partir de las 16:00h, decidimos ir hasta el centro (parada Plaza España), dejar las maletas en unas consignas llamadas Lock & Go (situadas dentro de la Estación Intermodal, al lado mismo de Plaza España) e ir a visitar el centro y casco antiguo de Palma.
Justo al entrar en la estación Intermodal, os encontraréis con un supermercado por si necesitáis comprar agua o cualquier otro producto.
La página web de la consigna es la siguiente, donde encontraréis las tarifas por dejar el equipaje y otras actividades que ofrecen, como alquiler de bicicletas:
palmalockandgo.es/
Una vez lleguéis allí, simplemente os pedirán un DNI y os asignarán un número de etiqueta, el cual aparece en el ticket que dan como resguardo y, MUY IMPORTANTE, debéis guardar ese ticket para recoger las maletas a la hora deseada, ya que en él viene el nº de etiqueta y vuestro nombre y DNI. Las maletas se dejan pagadas en cuanto las entregas y el precio es de 5,5€ por la maleta grande y 4,5€ por la maleta pequeña, válido durante todo el día desde la hora de apertura hasta el cierre. Del servicio de alquiler de bicicletas no podemos opinar porque no lo utilizamos, pero sí que vimos a varias personas que alquilaron algunas y la verdad que se veían en muy buen estado y completamente equipadas.
Mapa del centro de Palma con los puntos que seguimos marcados. Fuente: 4.bp.blogspot.com/ ...+copia.jpg
Una vez dejadas las maletas en consigna y con el mapa en la mano (os lo proporcionan en la misma consigna), nos dirigimos de nuevo a Plaza España para tomar la Calle Sant Miquel, la cual conduce hasta la Plaza Mayor.
Plaza Mayor
Allí, frente a la puerta de la Disney Store , Dunia quedó con Alberto, un amigo que conoció en el grupo de Disney y que, muy amablemnte, se ofreció para hacernos de guía por la ciudad y explicarnos cosas de esta bella ciudad. Paseamos por la C/Jaume II en busca de una tienda de galletas francesas llamadas La Cure Gourmande, pero que desgraciadamente había cerrado, hasta llegar a la famosa pastelería Can Joan de S’Aigo (C/Can Sanç,10), donde Alberto nos explicó que preparan unas de las mejores ensaimadas de la isla, tanto individuales para comer allí junto a uno de sus helados artesanales, como las ensaimadas en formato grande para encargar y llevar. El precio de la ensaimada mediana (la más pequeña que hacían) era de 15€, y después le seguían 2 de mayor tamaño a 20 y 25€. Las ensaimadas individuales, si no recuerdo mal estaban a 1,3€ la unidad. Una vez visitada la pastelería, nos dirigimos hacia el Passeig des Born, desde donde ya se podía vislumbrar la silueta de la Catedral (La Seu). Fue allí donde nos despedimos de él y de su familia y le agradecimos su interés y preocupación desinteresada por habernos hecho ese recorrido por el casco antiguo de la ciudad.
Nosotras, con la Catedral al fondo
Desde aquí mandarle un besazo enorme para él, su mujer y su peque!! Con la lengua fuera del calor que hacía, nos acercamos un poco más a la catedral para verla desde fuera, pero como teníamos hora reservada a las 13.30h para comer en el Hard Rock Café, no tuvimos tiempo de visitarla por dentro. Así pues, emprendimos nuestro camino a lo largo del Paseo Marítimo (Avda. Gabriel Roca) hasta nuestro destino: el Hard Rock Café, situado a primera línea y con vistas al puerto deportivo y a las terminales de cruceros. Desde la terraza del restaurante, ya podíamos vislumbrar la enorme silueta del Allure of the Seas, ya que el MSC Armonia aún no había llegado al puerto.
El Allure of the Seas oculto entre los barquitos de vela
Por suerte, Dunia había reservado mesa por teléfono unos días antes y pudo pedir que nos acomodaran en el interior del restaurante, ya que en la terraza exterior hacía mucho calor como para comer.
Nada más sentarnos, una camarera ya nos atendió rápidamente y nos tomó nota para la bebida, aunque Dunia tuvo que insistir en que le trajeran su refresco, ya que me habían traído el agua y a ella la habían olvidado por completo. Después de quedarme maravillada ante el sitio, la decoración, el ambiente y la extensa y apetitosa carta, Dunia me recomendó pedir el mismo plato que ella ya conocía: New York Stip Steak. A pesar de haber pasado en numerosas ocasiones por el Hard Rock Café de Barcelona, nunca me había fijado en su interior ni había ido a comer, así que para mí era toda una novedad. Como Dunia ya conocía otros Hard Rock, ella sí que pudo comparar la calidad de la comida respecto a las veces anteriores, pero por lo que respecta a mí decir que la carne me pareció buenísima y enorme, no pudimos acabarnos todo el plato. El único punto negativo que destacaría es que ya no ponen esa salsa de la que Dunia me habló, la cual iba dentro del puré de patatas y que caracterizaba al plato, además de que algunas de las verduras estaban bastante al dente. Pero por lo demás, el sabor de la comida exquisito, sobre todo el puré, que me encantó a pesar de no llevar la salsa. Respecto al punto de la carne, la camarera nos explicó que hay 5 puntos, aunque Dunia pidió el 3 y yo el 4 y prácticamente no había ninguna diferencia.
New York Strip Steak, punto 4 de hecho.
Como colofón, hay que hace mención especial al Hot Fudge Brownie… Dunia ya lo había comido anteriormente, así que nos fuimos directas a pedir este postre tan rico. Ahora bien, en cuanto vino la camarera para tomarnos nota y le dijimos que queríamos el Brownie, la chica nos dice: ¿uno para compartir? Y nosotras, tan incrédulas pensando que sería una ración normal y que para eso nos habíamos dejado hueco en el estómago, le dijimos que no, que queríamos uno para cada una. Ay mi madre en cuanto nos trajeron semejante copón con 2 trozos de brownie caliente, 2 bolas de helado de vainilla, nueces y chorretones de nata… Nos empezamos a reír ante tal bestialidad y entonces caímos en la cuenta: con razón nos dijo la chica que si era para compartir… Jajajajajaja. En fin, os dejamos la foto del gran brownie, aunque os podemos asegurar que la foto no hace justicia del verdadero tamaño de la ración, qué exageración, madre mía!!
Hot Fudge Brownie
Por mucho que lo intentamos, fue imposible acabarnos toda esa ración, pues si lo hubiéramos hecho no comemos nada más en toda la semana, y el crucero aún estaba por empezar y ya debía estar nuestro barquito esperándonos en el puerto.
Nosotras, riéndonos sin parar al ver semejante ración
mientras el camarero que nos hizo la foto se cachondeaba de nosotras
Así pues, pedimos la cuenta y nos dirigimos a la salida para coger un taxi hasta la Estación Intermodal y, recoger así nuestras maletas. Una vez maletas en mano, cogimos de nuevo un taxi que en 10-15 minutos nos llevó desde Plaza España hasta el Moll de Ponent, donde estaba atracado el MSC Armonia. El trayecto en taxi con esa duración, incluyendo el suplemento por llevar equipaje, cuesta alrededor de 10€.
Una foto de los 2 “barquitos”, hecha desde el taxi.
Cuando el taxista nos dejó en la puerta de la terminal, vimos el Armonia a lo lejos, y es que no atraca en la misma terminal, si no que en esta solamente se dejan las maletas que van directas luego a nuestro camarote, y hay que seguir un caminito a través de una pasarela que conecta con otro edificio donde ya está preparado el personal de MSC para hacer el Check-in, entregarnos nuestra Tarjeta de crucero, informarnos sobre los paquetes de bebidas, Spa, club infantil para menores de 18 años, excursiones, etc. Asimismo, también se hace la foto identificativa en ese momento, la cual va asociada a nuestra tarjeta y que servirá al personal de abordo para identificarnos cada vez que bajemos del barco y volvamos de nuevo. Por otro lado, nos dieron una hoja que correspondía al cuestionario de salud y que había que rellenar en el barco y entregar en Recepción hasta las 23:00h de ese mismo día. Acostumbradas a rellenar y entregar este cuestionario en el momento del Check-in en otros cruceros, nos extrañó muchísimo que esto se lleve a cabo dentro del barco, pues en el supuesto de que algún pasajero tenga alguna enfermedad que se pueda propagar, si se le deja embarcar sin saberlo previamente hasta que éste rellene el formulario y lo entregue en Recepción, podría haber serios problemas si se propagara el virus.
Para explicar un poquito mejor cómo funciona la tarjeta que os darán al embarcar y que os servirá para entrar y salir del barco, abrir la puerta del camarote y pagar todos los gastos (los cuales serán cargados a la tarjeta de crédito/débito que hay que registrar en unas máquinas situadas en la cubierta 5, al lado de Recepción y del mostrador de Excursiones o bien dejando un depósito de 250€ en efectivo). Como podréis ver, en la tarjeta viene especificado el nombre del pasajero, el nº de camarote, punto de encuentro en caso de emergencia, restaurante para la cena (Marco Polo o La Pérgola), turno de cena (en el caso de La Pérgola, para pasajeros que viajan en camarote con balcón y suites Aurea, el turno de cena es “My choice dining”, es decir, turno libre, pudiendo ir a cenar entre las 19:00h y las 22:30h), tipo de experiencia (Bella o Fantastica), el código del paquete Allegrissimo si lo lleváis contratado y, finalmente, vuestra categoría de socios de MSC Voyagers Club en el caso de serlo.
Si por cualquier motivo nos os funcionara la tarjeta durante la semana, debéis acudir a Recepción y al momento os la cambiarán por una nueva, pues a nosotros nos pasó en un par de ocasiones que al ir a uno de los bares nos dijeron que no iba bien la tarjeta, ya que a veces se puede desconfigurar por el contacto con algún aparato electrónico tal como el móvil o la cámara.
Una vez hecho el camino que nos llevaba hasta el barco, que la verdad es que hay un paseíto desde que dejas las maletas en la entrada de la terminal, pudimos apreciar al fin el tamaño del barco desde abajo, el cual nos impresionó a ambas porque nos lo esperábamos más pequeño a juzgar por las fotos.
El Armonia junto al Allure (detrás), saliendo del puerto de Mallorca
Embarcamos rápidamente a través de unas escaleras directas a la cubierta 5, frente a Recepción.
Casi desesperadas ya por ver nuestro camarote, nos dirigimos a los ascensores más cercanos para subir hasta la cubierta 9, donde nos aguardaba nuestro camarote con balcón. Al entrar, nos sorprendimos al ver que ya teníamos nuestras 2 camas separadas, tal y como habíamos solicitado, y además había 2 literas extras, por si queríamos invitar a alguien, jajajaja
. El tamaño del camarote para 2 personas yo lo veo suficiente, aunque si bien es verdad que al ser uno de esos camarotes que antes eran con ventana y después del programa Renacimiento le añadieron el balcón, parece que se ha encogido lo que es la superficie interior del camarote. Aun así, lo dicho, para las 2 hemos tenido suficiente espacio, tanto en el baño, como de armario, perchas, cajones, etc. Y el balcón muy largo y estrecho, con 2 sillas y una pequeña mesa.
Interior del camarote (las toallas naranjas que veis encima de la cama son las que se utilizan para ir a la piscina y para llevar a la playa, en caso de quien quiera ir. Importante llevarlas consigo cada vez que queráis bañaros o tomar el sol en cubierta, pues arriba no hay ningún puesto para dejar toallas. Cuando queráis que os las cambien por otras limpias, basta con dejarlas dentro de la ducha y el camarero/a de habitación os las cambiarán).
Vistas desde el balcón a la Catedral de La Seu
Dejamos la mochila y la maleta de mano y mientras chafardeábamos un poco el que iba a ser nuestro dormitorio durante 1 semana, oímos ruido de maletas en el pasillo y vimos que ya estaban nuestras maletas en la puerta!! Así que nos pusimos manos a la obra a deshacer las maletas y colocar bien la ropa para que no se siguiera arrugando, cuando de repente nos avisaron del servicio de habitaciones. Fui a abrir la puerta y me encontré con un señor que nos traía un plato con 10 fresas bañadas en chocolate!!!
. En ese momento, me entró una ilusión al verlas y decirme después Dunia que era una detalle que ella había pedido por internet antes de irnos y, a la vez, una vergüenza porque me pillo el camarero con la maleta abierta encima de la cama y con la ropa interior por colocar… Espero que no se fijara mucho, jajajajaja. Como estábamos aún tan hartas del brownie que nos acabábamos de meter entre pecho y espalda, no pudimos ni probar una de esas apetitosas fresas, aunque esa misma noche antes de ir a dormir ya cayó la primera, jejeje.
Fresas con chocolate
Una vez colocado ya todo el equipaje, nos fuimos directas al Caffé San Marco(cubierta 6), precioso, para tomarnos algo fresquito y así empezar a amortizar el paquete Allegrissimo (Todo Incluido). Cada vez que pidáis algo en cualquiera de los bares o restaurantes, así como en La Gelateria, tendréis que firmar un ticket en el que ya viene desglosado el importe total como 0€, así que no os preocupéis por si pensáis que al firmar un ticket os van a cobrar esa bebida porque, a no ser que se trate de alguna consumición que está excluida del paquete, todos los tickets que firméis tendrán un importe total de 0€.
Caffé San Marco
Cupcakes y tarta de manzana
Nosotras 2, haciendo unas pruebas fotográficas con el techo del Caffé San Marco.
Activamos la tarjeta de crédito que iba a ir asociada a nuestras tarjetas de crucero en las máquinas que os comentaba anteriormente y como esa misma tarde nos tocaba el simulacro de emergencia para todos los pasajeros que habíamos embarcado en Palma, fuimos de nuevo al camarote en busca de los chalecos salvavidas, y aprovechamos para prepararnos ya para la cena, pues esta primera noche era la temática de la Noche Blanca. Así pues, nos pusimos nuestra ropa blanca y pusimos rumbo al Teatro La Fenice. Allí nos organizaron en función de nuestro punto de encuentro en caso de emergencia y la asistente del director de crucero nos hizo una explicación y demostración sobre cómo actuar en caso de emergencia y cuáles son los procedimientos. Al finalizar el simulacro, nos dirigimos a nuestro punto de encuentro en la cubierta 6, al lado de los botes salvavidas, para tener localizado el punto exacto si se tuviera que evacuar el buque.
Conocimos también a Ascensión y María, madre e hija de Sevilla y con las cuales ya habíamos mantenido contacto a través de internet antes de vernos en el barco. Mandarles desde aquí un abrazo enorme y decirles que disfrutamos mucho en los ratos que estuvimos juntas, que nos encantó compartir esos momentos de playa en Ibiza y que fue un placer haberlas conocido. ¡¡Ya sabéis que ahí queda ese crucero pendiente de nuevo, chicas!! ¡¡Un beso muy fuerte, muchísima suerte y estamos en contacto!!
Tras el simulacro, dejamos nuestros chalecos de vuelta al camarote y nos fuimos a recorrer un poquito el barco antes de ir a cenar. Aprovechamos también para reservar los espectáculos en el teatro de los 3 primeros días (los van abriendo conforme pasan los días, por lo que no os extrañéis si véis que solamente los 3 primeros días hacen espectáculo, pues hacen cada día a excepción del primer día del embarque). En las pantallas, deberéis pasar vuestra tarjeta de crucero por el lector y veréis que cada día hay 3 funciones de cada espectáculo, pudiendo reservar siempre y cuando haya disponibilidad, el horario deseado. En nuestro caso, para combinarlo mejor con los horarios de las actividades que había por la noche y con la cena, cogíamos siempre el primer turno de espectáculo, el de las 20:00h, pues al terminar sobre las 20:30h, ya nos íbamos directas a La Pérgola para cenar. La cena en La Pérgola puede alargarse hasta 2h si el servicio esa noche es lento, como nos ocurrió el día de la Fiesta Italiana.
No obstante, tened en cuenta que el promedio que dura la cena es de 1h - 1h y 30m.
Una vez reservados los espectáculos, como ese día no había espectáculo, fuimos a dar una vuelta por las cubiertas 5 y 6, donde se concentran todos los salones, bares, tiendas, recepción,… del barco. También tuvimos tiempo de apreciar la maravillosa puesta de sol detrás del Castillo de Bellver.
Acto seguido, pasando por uno de los bares del Armonia, vimos que en el Bar del Duomo había un aperitivo español, así que haciendo honor a nuestra tierra, tuvimos que pararnos a degustar, solamente para evaluar, claro…
Al final, casi sin darnos cuenta, ya eran alrededor de las 9 y media, por lo que decidimos ir a cenar y, a pesar de ser turno libre, no había cola y entramos sin esperas.
El restaurante es muy bonito, con tonos verdes y muy elegante.
Vistas desde la mesa
El camarero de esta primera noche fue muy servicial, aunque si bien es cierto no entabló mucha conversación con nosotras, a diferencia de otros camareros que tuvimos el resto de la semana. El menú está disponible, en una misma carta, en varios idiomas: italiano, inglés, francés, alemán, español y no recuerdo si alguno más. Los platos son diferentes respecto al otro restaurante, el San Marco, el cual está asignado exclusivamente para los pasajeros alojados en camarotes interiores y con ventana, independientemente del tipo de experiencia cogida (Bella o Fantastica). En el caso de La Pérgola, cada noche había un aperitivo de cortesía y el menú posterior se componía de los siguientes platos:
1º: Entrante a elegir entre 2 platos.
2º: A elegir entre 1 plato de pasta, 1 plato de risotto, 1 ensalada y 1 sopa o crema, los cuales cambiaban cada noche.
3º: Plato principal a elegir entre 1 plato de carne y 1 plato de pescado.
4º: Carta de postres, con 2 o 3 pasteles/mousse/tartas diarios, helados con diferentes sabores del día, plato de fruta fresca, surtido de quesos con mermelada y tostadas, helado sin azúcar añadido y fruta.
Por otro lado, siempre había disponible una serie de platos fijos, los cuales eran Filete de merluza, Filete de pechuga de pollo a la plancha y Pallarda de ternera, todos ellos con su guarnición correspondiente. Asimismo, de entre los platos del menú, el Chef seleccionaba aquellos que eran más saludables, elaborando así un “Menú saludable” para aquellos que quisieran elegirlo.
Por lo que respecta al pan, el ayudante de camarero siempre estaba pendiente de que no nos faltara pan, el cual cabe destacar por su variedad (grissines, pan de olivas, pan integral, pan con nueces, pan blanco, … que iba variando cada día). Ahora bien, no sé si será porque la gente se lo pida menos y se les quede atrasado o por qué, pero me pedí 2 noches un bollo de pan integral de los que había en el cestito y resultó estar duro y seco por dentro, como si se fuera del día anterior o no horneado del día como especificaba en el menú. No obstante, no me preocupó tampoco en exceso este tema, pues simplemente me pedía otro tipo de pan y ese sí que estaba tierno, así que tampoco me pasaba nada si no comía pan integral en las cenas. Aun así, creo que es un fallo importante, pues no deberían servir un pan que está seco y duro y menos en el restaurante “exclusivo” para balcones y suites. De hecho, le comenté a Dunia que podían aprovechar todo el pan que se les quede atrasado para hacer un postre con ellos, como un pudin, una sopa de cebolla con pan o cualquier otro plato para aprovecharlo, y no sé si fue casualidad o qué que una tarde para merendar nos acercamos al buffet y había 2 tipos de pudín con pan!!! Cómo me alegré, porque me sabía mal que se les quedara pan duro y en lugar de aprovecharlo y sacar una receta con él, tuvieran que volver a servirlo tal cual al cliente.
El menú de esa primera cena lo podéis ver en las imágenes adjuntas, y junto con las fotos de los platos que pedimos.
Aperitivo (no supimos identificar exactamente qué pescado era, pero me pareció que era una lámina de bacalao ahumado relleno con verduritas salteadas)
Sopa Toscana
Risotto mantecato al taleggio
Turbante de pez de San Pedro
Carta de postres
Ensalada de frutas con helado de vainilla sin azúcar añadido
Después de cenar nos fuimos directas a la cubierta 11, a la zona de piscinas, para celebrar la fiesta de la Noche Blanca junto al equipo de animación. La verdad que fue una noche muy animada y había mucha participación por parte de los pasajeros.
Como tanto a Dunia como a mí no nos gusta mucho salir a bailar en público, simplemente nos acercamos para ver el ambiente y aprovechar para grabar en vídeo la fiesta, cuando de repente se nos pone en medio de la lente un joven chico llamado Ismael y nos preguntamos: ¿quién será?
. Pues bien, antes de poder articular palabra con él, ya me encontraba yo bailando con él y mientras Dunia grabando y riéndose, porque sabe que a mí me cuesta muchísimo lanzarme y salir a bailar. Una vez hecho ya el ridículo, Ismael se paró a hablar con nosotras y pudimos conocerlo un poquito mejor. Él es miembro del equipo de animación y es español, de Alicante, y como conocía bien Gran Canaria, Dunia y él estuvieron un ratito hablando sobre la isla.
Raquel e Ismael
Después nos dejó, pues tenía que seguir animando a los pasajeros a que se unieran a la fiesta, y nosotras nos sentamos a tomar un cóctel con María y Ascensión, para seguir amortizando el TI, jijijiji.
Fruit Smoothie
Qué suerte haber conocido a María, pues al tener una edad parecida a la mía, ella me animó a salir a bailar con el resto y unirnos a la fiesta, así que sin pensarlo demasiado dije: Raquel, sal y aprende a no tener vergüenza ante estas situaciones, disfruta, confía en ti misma y ten seguridad. Y ahí estaba yo, bailando, o al menos intentando seguir los pasos de los animadores, jajajaja. El caso es que me lo pasé genial durante ese rato, pues viví y sentí la música y me sentí libre, como si estuviera en mi salsa y yo aún no lo hubiera descubierto. Parecía que hubiera estado tanto tiempo encerrada en mí misma, con miedo a lo que dijeran, pensaran, vieran los demás y gracias a este crucero he podido superar un poco ese miedo y tener seguridad y confianza en mí, pues me hacía falta y ya estoy deseando tener la oportunidad de soltarme más y ser más sociable, pues estoy segura de que hay muchísimas personas ahí fuera que merecen la pena y yo no conozco ni dejo que me conozcan.
Bueno, tras este momento de sinceridad, toca continuar con el relato, pues este primer día ya estaba cundiendo demasiado. Sobre las 12:30, decidimos bajar al camarote para ver la salida de Palma, prevista para la 1:00h de la mañana, desde nuestro balcón. Tuvimos la gran suerte de que el barco atracara con la proa mirando hacia la Catedral y de que nuestro camarote estuviera en babor (lado izquierdo), ya que pudimos quedarnos maravilladas mientras salía el barco, con la Catedral de La Seu ante nuestros ojos, iluminada en mitad de una cálida noche y que simbolizaba el inicio de la que iba a ser nuestra travesía.
Catedral de La Seu iluminada, vista desde nuestro balcón
Las luces de la ciudad iban quedando a nuestra espalda y tocaba descansar un poco tras el ajetreado día que habíamos tenido desde que salimos cada una de nuestras respectivas casas. Solamente deseábamos una cosa, aparte de dormir claro, y era que llegara ya la mañana siguiente para levantarnos y comenzar a vivir ya el día a día a bordo del Armonia.
Saliendo del puerto de Palma de Mallorca
Luces apagadas y, tras 5 minutos, nuestra cabeza yacía ya en dulces sueños.
;s)
Comenzaba la travesía que nos iba a llevar hacia el crucero de nuestras vidas…
Mientras, Dunia llevaba ya desde las 6 de la mañana, aproximadamente, esperando mi llegada, tras el vuelo de Las Palmas – Barcelona. Al fin, después de unas 2 horas de trayecto entre trenes y bus, llegamos a la T1 sobre las 8:15h, donde ya estaba Dunia esperándonos con su sonrisa.
Ese momento fue tan extraño que no sé ni la cara que puse, jajaja




Finalmente, después de hacer la cola, facturé la maleta y ya nos quedaban solamente 15 minutos para pasar el control de seguridad y dirigirnos hacia nuestra puerta de embarque. Aproveché esos últimos minutos para desayunar e ir al baño y posteriormente nos dirigimos hacia el control. Pasado el control, nos fijamos en nuestra puerta de embarque en las pantallas y con mala suerte nos tocó una que estaba prácticamente al final del pasillo, por lo que nos tocó hacer ejercicio ya de buena mañana!! Corriendo por si había mucha cola para embarcar, llegamos extasiadas al mostrador, en el cual no había cola por suerte, así que entregamos los billetes y en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos sentadas en el avión!! Y como Dunia había
conseguido coger uno de los pocos asientos que quedaban libres y era justo al lado del mío, pues pudimos estar todo el vuelo juntas, planificando ya nuestra semana.


La duración del vuelo es muy corta, unos 30 minutos desde que el avión despega hasta que aterriza, sumándole otros 15 minutos entre que llega a la pista de despegue y hasta que al aterrizar llega a la puerta indicada para que se adhiera la pasarela y podamos desembarcar. Como estábamos en la 6ª fila, bajamos muy rápido del avión y nos fuimos directas a buscar las maletas, localizando nuestra cinta y preocupadas por si se había extraviado alguna y nos la habían mandado a otro destino! Por suerte no fue así y nuestras maletas salieron de las primeras. Una vez con las maletas en mano, nos dirigimos hacia la salida del aeropuerto de Palma de Mallorca y cogimos el autobús nº1 (de color azul marino) que, por un precio de 3€, hace el trayecto del Aeropuerto – Centro- Puerto. Como el Armonia no llegaba a puerto hasta las 15:00h y el embarque no era hasta a partir de las 16:00h, decidimos ir hasta el centro (parada Plaza España), dejar las maletas en unas consignas llamadas Lock & Go (situadas dentro de la Estación Intermodal, al lado mismo de Plaza España) e ir a visitar el centro y casco antiguo de Palma.
Justo al entrar en la estación Intermodal, os encontraréis con un supermercado por si necesitáis comprar agua o cualquier otro producto.
La página web de la consigna es la siguiente, donde encontraréis las tarifas por dejar el equipaje y otras actividades que ofrecen, como alquiler de bicicletas:
palmalockandgo.es/
Una vez lleguéis allí, simplemente os pedirán un DNI y os asignarán un número de etiqueta, el cual aparece en el ticket que dan como resguardo y, MUY IMPORTANTE, debéis guardar ese ticket para recoger las maletas a la hora deseada, ya que en él viene el nº de etiqueta y vuestro nombre y DNI. Las maletas se dejan pagadas en cuanto las entregas y el precio es de 5,5€ por la maleta grande y 4,5€ por la maleta pequeña, válido durante todo el día desde la hora de apertura hasta el cierre. Del servicio de alquiler de bicicletas no podemos opinar porque no lo utilizamos, pero sí que vimos a varias personas que alquilaron algunas y la verdad que se veían en muy buen estado y completamente equipadas.

Mapa del centro de Palma con los puntos que seguimos marcados. Fuente: 4.bp.blogspot.com/ ...+copia.jpg
Una vez dejadas las maletas en consigna y con el mapa en la mano (os lo proporcionan en la misma consigna), nos dirigimos de nuevo a Plaza España para tomar la Calle Sant Miquel, la cual conduce hasta la Plaza Mayor.

Plaza Mayor
Allí, frente a la puerta de la Disney Store , Dunia quedó con Alberto, un amigo que conoció en el grupo de Disney y que, muy amablemnte, se ofreció para hacernos de guía por la ciudad y explicarnos cosas de esta bella ciudad. Paseamos por la C/Jaume II en busca de una tienda de galletas francesas llamadas La Cure Gourmande, pero que desgraciadamente había cerrado, hasta llegar a la famosa pastelería Can Joan de S’Aigo (C/Can Sanç,10), donde Alberto nos explicó que preparan unas de las mejores ensaimadas de la isla, tanto individuales para comer allí junto a uno de sus helados artesanales, como las ensaimadas en formato grande para encargar y llevar. El precio de la ensaimada mediana (la más pequeña que hacían) era de 15€, y después le seguían 2 de mayor tamaño a 20 y 25€. Las ensaimadas individuales, si no recuerdo mal estaban a 1,3€ la unidad. Una vez visitada la pastelería, nos dirigimos hacia el Passeig des Born, desde donde ya se podía vislumbrar la silueta de la Catedral (La Seu). Fue allí donde nos despedimos de él y de su familia y le agradecimos su interés y preocupación desinteresada por habernos hecho ese recorrido por el casco antiguo de la ciudad.

Nosotras, con la Catedral al fondo
Desde aquí mandarle un besazo enorme para él, su mujer y su peque!! Con la lengua fuera del calor que hacía, nos acercamos un poco más a la catedral para verla desde fuera, pero como teníamos hora reservada a las 13.30h para comer en el Hard Rock Café, no tuvimos tiempo de visitarla por dentro. Así pues, emprendimos nuestro camino a lo largo del Paseo Marítimo (Avda. Gabriel Roca) hasta nuestro destino: el Hard Rock Café, situado a primera línea y con vistas al puerto deportivo y a las terminales de cruceros. Desde la terraza del restaurante, ya podíamos vislumbrar la enorme silueta del Allure of the Seas, ya que el MSC Armonia aún no había llegado al puerto.

El Allure of the Seas oculto entre los barquitos de vela
Por suerte, Dunia había reservado mesa por teléfono unos días antes y pudo pedir que nos acomodaran en el interior del restaurante, ya que en la terraza exterior hacía mucho calor como para comer.


Nada más sentarnos, una camarera ya nos atendió rápidamente y nos tomó nota para la bebida, aunque Dunia tuvo que insistir en que le trajeran su refresco, ya que me habían traído el agua y a ella la habían olvidado por completo. Después de quedarme maravillada ante el sitio, la decoración, el ambiente y la extensa y apetitosa carta, Dunia me recomendó pedir el mismo plato que ella ya conocía: New York Stip Steak. A pesar de haber pasado en numerosas ocasiones por el Hard Rock Café de Barcelona, nunca me había fijado en su interior ni había ido a comer, así que para mí era toda una novedad. Como Dunia ya conocía otros Hard Rock, ella sí que pudo comparar la calidad de la comida respecto a las veces anteriores, pero por lo que respecta a mí decir que la carne me pareció buenísima y enorme, no pudimos acabarnos todo el plato. El único punto negativo que destacaría es que ya no ponen esa salsa de la que Dunia me habló, la cual iba dentro del puré de patatas y que caracterizaba al plato, además de que algunas de las verduras estaban bastante al dente. Pero por lo demás, el sabor de la comida exquisito, sobre todo el puré, que me encantó a pesar de no llevar la salsa. Respecto al punto de la carne, la camarera nos explicó que hay 5 puntos, aunque Dunia pidió el 3 y yo el 4 y prácticamente no había ninguna diferencia.

New York Strip Steak, punto 4 de hecho.
Como colofón, hay que hace mención especial al Hot Fudge Brownie… Dunia ya lo había comido anteriormente, así que nos fuimos directas a pedir este postre tan rico. Ahora bien, en cuanto vino la camarera para tomarnos nota y le dijimos que queríamos el Brownie, la chica nos dice: ¿uno para compartir? Y nosotras, tan incrédulas pensando que sería una ración normal y que para eso nos habíamos dejado hueco en el estómago, le dijimos que no, que queríamos uno para cada una. Ay mi madre en cuanto nos trajeron semejante copón con 2 trozos de brownie caliente, 2 bolas de helado de vainilla, nueces y chorretones de nata… Nos empezamos a reír ante tal bestialidad y entonces caímos en la cuenta: con razón nos dijo la chica que si era para compartir… Jajajajajaja. En fin, os dejamos la foto del gran brownie, aunque os podemos asegurar que la foto no hace justicia del verdadero tamaño de la ración, qué exageración, madre mía!!




Hot Fudge Brownie
Por mucho que lo intentamos, fue imposible acabarnos toda esa ración, pues si lo hubiéramos hecho no comemos nada más en toda la semana, y el crucero aún estaba por empezar y ya debía estar nuestro barquito esperándonos en el puerto.

Nosotras, riéndonos sin parar al ver semejante ración


Así pues, pedimos la cuenta y nos dirigimos a la salida para coger un taxi hasta la Estación Intermodal y, recoger así nuestras maletas. Una vez maletas en mano, cogimos de nuevo un taxi que en 10-15 minutos nos llevó desde Plaza España hasta el Moll de Ponent, donde estaba atracado el MSC Armonia. El trayecto en taxi con esa duración, incluyendo el suplemento por llevar equipaje, cuesta alrededor de 10€.

Una foto de los 2 “barquitos”, hecha desde el taxi.
Cuando el taxista nos dejó en la puerta de la terminal, vimos el Armonia a lo lejos, y es que no atraca en la misma terminal, si no que en esta solamente se dejan las maletas que van directas luego a nuestro camarote, y hay que seguir un caminito a través de una pasarela que conecta con otro edificio donde ya está preparado el personal de MSC para hacer el Check-in, entregarnos nuestra Tarjeta de crucero, informarnos sobre los paquetes de bebidas, Spa, club infantil para menores de 18 años, excursiones, etc. Asimismo, también se hace la foto identificativa en ese momento, la cual va asociada a nuestra tarjeta y que servirá al personal de abordo para identificarnos cada vez que bajemos del barco y volvamos de nuevo. Por otro lado, nos dieron una hoja que correspondía al cuestionario de salud y que había que rellenar en el barco y entregar en Recepción hasta las 23:00h de ese mismo día. Acostumbradas a rellenar y entregar este cuestionario en el momento del Check-in en otros cruceros, nos extrañó muchísimo que esto se lleve a cabo dentro del barco, pues en el supuesto de que algún pasajero tenga alguna enfermedad que se pueda propagar, si se le deja embarcar sin saberlo previamente hasta que éste rellene el formulario y lo entregue en Recepción, podría haber serios problemas si se propagara el virus.


Para explicar un poquito mejor cómo funciona la tarjeta que os darán al embarcar y que os servirá para entrar y salir del barco, abrir la puerta del camarote y pagar todos los gastos (los cuales serán cargados a la tarjeta de crédito/débito que hay que registrar en unas máquinas situadas en la cubierta 5, al lado de Recepción y del mostrador de Excursiones o bien dejando un depósito de 250€ en efectivo). Como podréis ver, en la tarjeta viene especificado el nombre del pasajero, el nº de camarote, punto de encuentro en caso de emergencia, restaurante para la cena (Marco Polo o La Pérgola), turno de cena (en el caso de La Pérgola, para pasajeros que viajan en camarote con balcón y suites Aurea, el turno de cena es “My choice dining”, es decir, turno libre, pudiendo ir a cenar entre las 19:00h y las 22:30h), tipo de experiencia (Bella o Fantastica), el código del paquete Allegrissimo si lo lleváis contratado y, finalmente, vuestra categoría de socios de MSC Voyagers Club en el caso de serlo.
Si por cualquier motivo nos os funcionara la tarjeta durante la semana, debéis acudir a Recepción y al momento os la cambiarán por una nueva, pues a nosotros nos pasó en un par de ocasiones que al ir a uno de los bares nos dijeron que no iba bien la tarjeta, ya que a veces se puede desconfigurar por el contacto con algún aparato electrónico tal como el móvil o la cámara.
Una vez hecho el camino que nos llevaba hasta el barco, que la verdad es que hay un paseíto desde que dejas las maletas en la entrada de la terminal, pudimos apreciar al fin el tamaño del barco desde abajo, el cual nos impresionó a ambas porque nos lo esperábamos más pequeño a juzgar por las fotos.




El Armonia junto al Allure (detrás), saliendo del puerto de Mallorca
Embarcamos rápidamente a través de unas escaleras directas a la cubierta 5, frente a Recepción.

Casi desesperadas ya por ver nuestro camarote, nos dirigimos a los ascensores más cercanos para subir hasta la cubierta 9, donde nos aguardaba nuestro camarote con balcón. Al entrar, nos sorprendimos al ver que ya teníamos nuestras 2 camas separadas, tal y como habíamos solicitado, y además había 2 literas extras, por si queríamos invitar a alguien, jajajaja




Interior del camarote (las toallas naranjas que veis encima de la cama son las que se utilizan para ir a la piscina y para llevar a la playa, en caso de quien quiera ir. Importante llevarlas consigo cada vez que queráis bañaros o tomar el sol en cubierta, pues arriba no hay ningún puesto para dejar toallas. Cuando queráis que os las cambien por otras limpias, basta con dejarlas dentro de la ducha y el camarero/a de habitación os las cambiarán).

Vistas desde el balcón a la Catedral de La Seu
Dejamos la mochila y la maleta de mano y mientras chafardeábamos un poco el que iba a ser nuestro dormitorio durante 1 semana, oímos ruido de maletas en el pasillo y vimos que ya estaban nuestras maletas en la puerta!! Así que nos pusimos manos a la obra a deshacer las maletas y colocar bien la ropa para que no se siguiera arrugando, cuando de repente nos avisaron del servicio de habitaciones. Fui a abrir la puerta y me encontré con un señor que nos traía un plato con 10 fresas bañadas en chocolate!!!



Fresas con chocolate
Una vez colocado ya todo el equipaje, nos fuimos directas al Caffé San Marco(cubierta 6), precioso, para tomarnos algo fresquito y así empezar a amortizar el paquete Allegrissimo (Todo Incluido). Cada vez que pidáis algo en cualquiera de los bares o restaurantes, así como en La Gelateria, tendréis que firmar un ticket en el que ya viene desglosado el importe total como 0€, así que no os preocupéis por si pensáis que al firmar un ticket os van a cobrar esa bebida porque, a no ser que se trate de alguna consumición que está excluida del paquete, todos los tickets que firméis tendrán un importe total de 0€.

Caffé San Marco


Cupcakes y tarta de manzana


Nosotras 2, haciendo unas pruebas fotográficas con el techo del Caffé San Marco.
Activamos la tarjeta de crédito que iba a ir asociada a nuestras tarjetas de crucero en las máquinas que os comentaba anteriormente y como esa misma tarde nos tocaba el simulacro de emergencia para todos los pasajeros que habíamos embarcado en Palma, fuimos de nuevo al camarote en busca de los chalecos salvavidas, y aprovechamos para prepararnos ya para la cena, pues esta primera noche era la temática de la Noche Blanca. Así pues, nos pusimos nuestra ropa blanca y pusimos rumbo al Teatro La Fenice. Allí nos organizaron en función de nuestro punto de encuentro en caso de emergencia y la asistente del director de crucero nos hizo una explicación y demostración sobre cómo actuar en caso de emergencia y cuáles son los procedimientos. Al finalizar el simulacro, nos dirigimos a nuestro punto de encuentro en la cubierta 6, al lado de los botes salvavidas, para tener localizado el punto exacto si se tuviera que evacuar el buque.
Conocimos también a Ascensión y María, madre e hija de Sevilla y con las cuales ya habíamos mantenido contacto a través de internet antes de vernos en el barco. Mandarles desde aquí un abrazo enorme y decirles que disfrutamos mucho en los ratos que estuvimos juntas, que nos encantó compartir esos momentos de playa en Ibiza y que fue un placer haberlas conocido. ¡¡Ya sabéis que ahí queda ese crucero pendiente de nuevo, chicas!! ¡¡Un beso muy fuerte, muchísima suerte y estamos en contacto!!

Tras el simulacro, dejamos nuestros chalecos de vuelta al camarote y nos fuimos a recorrer un poquito el barco antes de ir a cenar. Aprovechamos también para reservar los espectáculos en el teatro de los 3 primeros días (los van abriendo conforme pasan los días, por lo que no os extrañéis si véis que solamente los 3 primeros días hacen espectáculo, pues hacen cada día a excepción del primer día del embarque). En las pantallas, deberéis pasar vuestra tarjeta de crucero por el lector y veréis que cada día hay 3 funciones de cada espectáculo, pudiendo reservar siempre y cuando haya disponibilidad, el horario deseado. En nuestro caso, para combinarlo mejor con los horarios de las actividades que había por la noche y con la cena, cogíamos siempre el primer turno de espectáculo, el de las 20:00h, pues al terminar sobre las 20:30h, ya nos íbamos directas a La Pérgola para cenar. La cena en La Pérgola puede alargarse hasta 2h si el servicio esa noche es lento, como nos ocurrió el día de la Fiesta Italiana.
No obstante, tened en cuenta que el promedio que dura la cena es de 1h - 1h y 30m.
Una vez reservados los espectáculos, como ese día no había espectáculo, fuimos a dar una vuelta por las cubiertas 5 y 6, donde se concentran todos los salones, bares, tiendas, recepción,… del barco. También tuvimos tiempo de apreciar la maravillosa puesta de sol detrás del Castillo de Bellver.

Acto seguido, pasando por uno de los bares del Armonia, vimos que en el Bar del Duomo había un aperitivo español, así que haciendo honor a nuestra tierra, tuvimos que pararnos a degustar, solamente para evaluar, claro…




Al final, casi sin darnos cuenta, ya eran alrededor de las 9 y media, por lo que decidimos ir a cenar y, a pesar de ser turno libre, no había cola y entramos sin esperas.

El restaurante es muy bonito, con tonos verdes y muy elegante.




Vistas desde la mesa
El camarero de esta primera noche fue muy servicial, aunque si bien es cierto no entabló mucha conversación con nosotras, a diferencia de otros camareros que tuvimos el resto de la semana. El menú está disponible, en una misma carta, en varios idiomas: italiano, inglés, francés, alemán, español y no recuerdo si alguno más. Los platos son diferentes respecto al otro restaurante, el San Marco, el cual está asignado exclusivamente para los pasajeros alojados en camarotes interiores y con ventana, independientemente del tipo de experiencia cogida (Bella o Fantastica). En el caso de La Pérgola, cada noche había un aperitivo de cortesía y el menú posterior se componía de los siguientes platos:
1º: Entrante a elegir entre 2 platos.
2º: A elegir entre 1 plato de pasta, 1 plato de risotto, 1 ensalada y 1 sopa o crema, los cuales cambiaban cada noche.
3º: Plato principal a elegir entre 1 plato de carne y 1 plato de pescado.
4º: Carta de postres, con 2 o 3 pasteles/mousse/tartas diarios, helados con diferentes sabores del día, plato de fruta fresca, surtido de quesos con mermelada y tostadas, helado sin azúcar añadido y fruta.
Por otro lado, siempre había disponible una serie de platos fijos, los cuales eran Filete de merluza, Filete de pechuga de pollo a la plancha y Pallarda de ternera, todos ellos con su guarnición correspondiente. Asimismo, de entre los platos del menú, el Chef seleccionaba aquellos que eran más saludables, elaborando así un “Menú saludable” para aquellos que quisieran elegirlo.
Por lo que respecta al pan, el ayudante de camarero siempre estaba pendiente de que no nos faltara pan, el cual cabe destacar por su variedad (grissines, pan de olivas, pan integral, pan con nueces, pan blanco, … que iba variando cada día). Ahora bien, no sé si será porque la gente se lo pida menos y se les quede atrasado o por qué, pero me pedí 2 noches un bollo de pan integral de los que había en el cestito y resultó estar duro y seco por dentro, como si se fuera del día anterior o no horneado del día como especificaba en el menú. No obstante, no me preocupó tampoco en exceso este tema, pues simplemente me pedía otro tipo de pan y ese sí que estaba tierno, así que tampoco me pasaba nada si no comía pan integral en las cenas. Aun así, creo que es un fallo importante, pues no deberían servir un pan que está seco y duro y menos en el restaurante “exclusivo” para balcones y suites. De hecho, le comenté a Dunia que podían aprovechar todo el pan que se les quede atrasado para hacer un postre con ellos, como un pudin, una sopa de cebolla con pan o cualquier otro plato para aprovecharlo, y no sé si fue casualidad o qué que una tarde para merendar nos acercamos al buffet y había 2 tipos de pudín con pan!!! Cómo me alegré, porque me sabía mal que se les quedara pan duro y en lugar de aprovecharlo y sacar una receta con él, tuvieran que volver a servirlo tal cual al cliente.
El menú de esa primera cena lo podéis ver en las imágenes adjuntas, y junto con las fotos de los platos que pedimos.



Aperitivo (no supimos identificar exactamente qué pescado era, pero me pareció que era una lámina de bacalao ahumado relleno con verduritas salteadas)

Sopa Toscana

Risotto mantecato al taleggio

Turbante de pez de San Pedro


Carta de postres

Ensalada de frutas con helado de vainilla sin azúcar añadido
Después de cenar nos fuimos directas a la cubierta 11, a la zona de piscinas, para celebrar la fiesta de la Noche Blanca junto al equipo de animación. La verdad que fue una noche muy animada y había mucha participación por parte de los pasajeros.

Como tanto a Dunia como a mí no nos gusta mucho salir a bailar en público, simplemente nos acercamos para ver el ambiente y aprovechar para grabar en vídeo la fiesta, cuando de repente se nos pone en medio de la lente un joven chico llamado Ismael y nos preguntamos: ¿quién será?




Raquel e Ismael
Después nos dejó, pues tenía que seguir animando a los pasajeros a que se unieran a la fiesta, y nosotras nos sentamos a tomar un cóctel con María y Ascensión, para seguir amortizando el TI, jijijiji.



Fruit Smoothie
Qué suerte haber conocido a María, pues al tener una edad parecida a la mía, ella me animó a salir a bailar con el resto y unirnos a la fiesta, así que sin pensarlo demasiado dije: Raquel, sal y aprende a no tener vergüenza ante estas situaciones, disfruta, confía en ti misma y ten seguridad. Y ahí estaba yo, bailando, o al menos intentando seguir los pasos de los animadores, jajajaja. El caso es que me lo pasé genial durante ese rato, pues viví y sentí la música y me sentí libre, como si estuviera en mi salsa y yo aún no lo hubiera descubierto. Parecía que hubiera estado tanto tiempo encerrada en mí misma, con miedo a lo que dijeran, pensaran, vieran los demás y gracias a este crucero he podido superar un poco ese miedo y tener seguridad y confianza en mí, pues me hacía falta y ya estoy deseando tener la oportunidad de soltarme más y ser más sociable, pues estoy segura de que hay muchísimas personas ahí fuera que merecen la pena y yo no conozco ni dejo que me conozcan.
Bueno, tras este momento de sinceridad, toca continuar con el relato, pues este primer día ya estaba cundiendo demasiado. Sobre las 12:30, decidimos bajar al camarote para ver la salida de Palma, prevista para la 1:00h de la mañana, desde nuestro balcón. Tuvimos la gran suerte de que el barco atracara con la proa mirando hacia la Catedral y de que nuestro camarote estuviera en babor (lado izquierdo), ya que pudimos quedarnos maravilladas mientras salía el barco, con la Catedral de La Seu ante nuestros ojos, iluminada en mitad de una cálida noche y que simbolizaba el inicio de la que iba a ser nuestra travesía.

Catedral de La Seu iluminada, vista desde nuestro balcón
Las luces de la ciudad iban quedando a nuestra espalda y tocaba descansar un poco tras el ajetreado día que habíamos tenido desde que salimos cada una de nuestras respectivas casas. Solamente deseábamos una cosa, aparte de dormir claro, y era que llegara ya la mañana siguiente para levantarnos y comenzar a vivir ya el día a día a bordo del Armonia.

Saliendo del puerto de Palma de Mallorca
Luces apagadas y, tras 5 minutos, nuestra cabeza yacía ya en dulces sueños.

Comenzaba la travesía que nos iba a llevar hacia el crucero de nuestras vidas…