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Hola a todos! este viaje no entraba en nuestros planes pero Vanesa y yo nos encontramos con cuatro días libres a finales de Noviembre, echamos un vistazo rápido por skyscanner y booking y vimos que por unas 140 libras cada uno teníamos vuelo + hotel para los cuatro días. Cuando se lo contamos a Manu, nuestro nuevo compañero de piso en Londres y amigo de Sevilla desde hace muchos años, no lo dudó un momento, añadimos una cama supletoria al apartamento para él y listo. Vámonos a Atenas!
El vuelo sale de Londres sobre las 9:00 de la mañana y llegamos a Atenas a las 14:30, volamos con Ryanair. De izquierda a derecha, Javier, Vanesa y Manu.
Siguiendo los consejos de Electra, una compañera de trabajo que es de Atenas, pillamos un mapa de la ciudad y otro del metro en el puesto de información del aeropuerto. El traslado a la ciudad es muy sencillo, se compran los billetes de metro en la ventanilla (sólo cash) y seguimos las indicaciones hasta la única línea de metro que llega al aeropuerto, la línea 3. El billete del metro aeropuerto-centro de Atenas y viceversa cuesta 8 euros por persona, 14 euros para dos personas y 20 euros si vais 3 personas. El trayecto dura una hora aproximadamente pero nosotros tuvimos que esperar unos 25 minutos a que llegara el metro, así que en total tardamos casi dos horas en llegar a nuestro apartamento, el Aris Suites Atenas que se encontraba a 5 minutos de la parada Acrópolis.
Soltamos las maletas y nos vamos a dar una vuelta por el centro a ubicarnos un poco y ver los alrededores, tenía pensado subir a la colina de Philopappou para ver el atardecer pero al final se nos ha hecho un poco tarde y decidimos dejar esto para otro día. Comenzamos nuestro paseo por el barrio más turístico de toda la ciudad, el barrio de Plaka, sus calles están llenas de restaurantes y tiendas de souvenirs una detrás de otra. Nosotros nos dedicamos a pasear tranquilamente por sus calles y placitas, simplemente poder hacer esto en camiseta sin pasar frio ya nos parece un lujazo, pues en Londres ya han caído las temperaturas y algunos copos de nieve.
Casi sin darnos cuenta fuimos subiendo calles y acabámos descubriendo el que sin duda fue para nosotros el barrio más bonito de la ciudad, Anafiotika. Si como nosotros no tenéis la suerte de poder escaparos a una isla griega, no os preocupéis demasiado, paseando por las calles de este barrio se debe sentir algo bastante parecido, como dicen por el sur "el que no se consuela es porque no quiere". Desde la zona más alta se tienen muy buenas vistas de la colina Licabettus.
Dimos un paseo bastante rápido porque empezó a llover un poco y decidimos que volveríamos a verlo con la luz del día para poder disfrutarlo mejor. Entre la lluvia y que ya teníamos hambre nos pusimos a buscar un lugar para cenar, prácticamente todos los camareros de los bares turísticos nos tomaban por griegos, la verdad es que el parecido físico que tenemos con ellos es muy alto, alguno de ellos nos lo decía, "pero si parecéis totalmente griegos" ajaja, por lo menos no nos daban la lata al pensar que éramos locales. Acabámos cenando en un bar llamado To Kafeneio, tenía buenas críticas en tripadvisor y la comida estuvo rica y muy barata para estar situado en el barrio de Plaka. Comimos los 3 por 35 euros y el plato que más nos gustó fue las albóndigas con tomate, con un sabor diferente totalmente a las de España. Después de la cena dejó de llover y nos fuimos paseando hacia la plaza de Monastiraki, es el punto de encuentro de toda la gente, siempre hay mucho movimiento y está llena de vida.
Esta plaza tiene un aire diferente y mucha mezcla de culturas del pasado y del presente de la ciudad, me gustó mucho en general. Tengo que agradecer en este punto el diario, o mejor dicho, la guía del compañero Donni "Tras las huellas de Ulises", me leí sus dos etapas de Atenas y en una de ellas ví una foto que subió desayunando en la terraza del hotel A for Athens y supe que acabaría tomándome un cubata en esa terraza, ese fue nuestro siguiente destino y lo mejor de toda la noche.
Al subir hay dos plantas una cubierta con cristaleras que dan hacia la acrópolis que estaba casi llena y la azotea totalmente descubierta en la que estábamos nosotros sólos como buenos guiris al relente de la noche. Nos tomamos tres cubatas y en total fueron 24 euros me pareció barato con similares vistas, me parece que es una de las cosas a hacer en Atenas sin lugar a dudas. Una vez terminamos nuestras digestivas tónicas con algo de ginebra nos marchamos de vuelta al hotel sin tener muy claro los planes para el día siguiente, el pronóstico del tiempo nos da lluvias fuertes para casi todo el día
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