¡Flåm! Eso fue lo que pensamos nada más abrir los ojos. Si habéis curioseado por internet, habréis oído hablar del recorrido “Norway in a Nutshell” que te organizan por 140 euros, ir desde Bergen a Flåm, realizar el recorrido con el flåmsbana y volver a Bergen. Nosotras fuimos cabezotas, y queríamos que nos saliese el día por menos… Así que nos buscamos la vida por nuestra cuenta. Bus desde Bergen temprano hasta Flåm. Luego tomaríamos el flåmsbana de las seis y pico hasta Myrdal: ¡ah! Pero no el de vuelta. Y en Myrdal cogíamos un tren, apenas 40 minutos después que nos devolvería a Bergen.
*En total nos salió el día por 100 euros (a mí 88 con el carnet joven). No hicimos el flåmsbana de vuelta, pero total, era el mismo camino. Y espero que no me linchen si lo digo, pero ese tren no merece tanto la pena. Es gracioso bajarse en la cascada, esos cinco minutos, pero el resto del recorrido se lo pasa parado esperando al tren de vuelta a pasar por al lado y la otra mitad por debajo de túneles…. Si queréis vistas de verdad, viajad en tren y en bus por el resto de Noruega, no en trenes turísticos que te venden en la oficina de turismo. De todos modos, hay que decir que el Norway in a Nutshell es verdad que te incluye me parece un ferry en uno de los viajes a Bergen, pero en Flåm hay por quince euros salidas en lancha a ver el Sognefjord y a mí me da que puede resultar incluso más divertido. Y te sigues ahorrando treinta euros.
Pues nos subimos al bus sobre las ocho. Los billetes, como siempre, los llevábamos todos impresos exceptuando el del flamsbana que había que sacarlo en la propia ticket office de allí.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Flåm fue bonito. Pero tuvimos horas de sobra, es muy chiquitín. Fuimos a la orilla a ver el fiordo, andamos un poco por un sendero hacia arriba y luego nos volvimos a comer y echarnos una siesta en la hierba. Me compré una sudadera preciosa en las tiendas de souvenirs y al final nos sentamos en el puerto a despedirnos de los barcos y las lanchas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Después del flåmsbana, nos quedamos en Myrdal, nosotras y pocos más. Los turistas volvieron a Flåm.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En pleno julio, estar tan arriba de las montañas con nieve alrededor era bastante cómico. El tren de vuelta a Bergen desde Myrdal tenía vistas más bonitas que el propio flåmsbana, por todo lo alto de la montaña.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos a Bergen y dimos otro paseo por la ciudad antes de iros a dar una ducha y a dormir como angelitos.
*En total nos salió el día por 100 euros (a mí 88 con el carnet joven). No hicimos el flåmsbana de vuelta, pero total, era el mismo camino. Y espero que no me linchen si lo digo, pero ese tren no merece tanto la pena. Es gracioso bajarse en la cascada, esos cinco minutos, pero el resto del recorrido se lo pasa parado esperando al tren de vuelta a pasar por al lado y la otra mitad por debajo de túneles…. Si queréis vistas de verdad, viajad en tren y en bus por el resto de Noruega, no en trenes turísticos que te venden en la oficina de turismo. De todos modos, hay que decir que el Norway in a Nutshell es verdad que te incluye me parece un ferry en uno de los viajes a Bergen, pero en Flåm hay por quince euros salidas en lancha a ver el Sognefjord y a mí me da que puede resultar incluso más divertido. Y te sigues ahorrando treinta euros.
Pues nos subimos al bus sobre las ocho. Los billetes, como siempre, los llevábamos todos impresos exceptuando el del flamsbana que había que sacarlo en la propia ticket office de allí.
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Flåm fue bonito. Pero tuvimos horas de sobra, es muy chiquitín. Fuimos a la orilla a ver el fiordo, andamos un poco por un sendero hacia arriba y luego nos volvimos a comer y echarnos una siesta en la hierba. Me compré una sudadera preciosa en las tiendas de souvenirs y al final nos sentamos en el puerto a despedirnos de los barcos y las lanchas.
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Después del flåmsbana, nos quedamos en Myrdal, nosotras y pocos más. Los turistas volvieron a Flåm.
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En pleno julio, estar tan arriba de las montañas con nieve alrededor era bastante cómico. El tren de vuelta a Bergen desde Myrdal tenía vistas más bonitas que el propio flåmsbana, por todo lo alto de la montaña.
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Llegamos a Bergen y dimos otro paseo por la ciudad antes de iros a dar una ducha y a dormir como angelitos.