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Mi primer día completo en Roma. Me levanté a eso de las 8 para aprovechar bien el día pues como os comenté las Iglesias romanas que no son grandes basílicas abren de 9 a 12 y de 15 a 18 horas (puede variar en media hora de una iglesia a otra pero es el horario orientativo).
Tomo el metro en Termini y voy hasta la parada de Cavour. Muy cerquita de la salida del metro encuentro el pequeño callejón donde están las escaleras que nos llevan a San Pietro in Vincoli. Menudas escaleras, había unos cuantos escalones, para empezar bien el día.
Subiendo, a mano derecha, encuentro la plaza donde está la iglesia. A esas horas hay muy poquita gente por la calle. Es una iglesia que ya había intentado visitar sin éxito un par de veces la primera vez que fui a Roma.
Esta vez voy a tener suerte y además como he madrugado veo muy poquitos turistas y podré disfrutar de mi visita. La verdad es que la fachada me dice bastante poco y la plaza no es nada del otro mundo.
San Pietro in Vincoli es una de las Basílicas menores de Roma. En esta Basílica hay 2 puntos de interés que no puedes perderte si viajas a Roma: el Moisés de Miguel Angel y las cadenas de los 2 encarcelamientos de San Pedro.
La Basílica se construyó a mitad del siglo V d.c, para conmemorar el milagro que se produjo cuando al traer a Roma las cadenas utilizadas en el encarcelamiento de San Pedro en Jerusalen, San León Magno las acerco a las cadenas que se habían utilizado en la Carcel Mamertina, y ambas cadenas se fundieron en una sola.
Las cadenas se guardan en un pequeño relicario de bronce dorado bajo el altar mayor de la Basílica. Falta deciros que son objeto de culto por miles de peregrinos que se acercan hasta allí para verlas.
La estatua de Moisés se encuentra al final de la nave derecha.
Forma parte del mausoleo de Julio II, obra de Miguel Angel, que debería haber sido trasladado a San Pedro, cosa que finalmente no ocurrió. En el proyecto de Miguel Angel estaba proyectado que hubiera más de 40 estatuas pero al final por profundas diferencias entre el escultor y el Papa quedo en lo que hoy se puede disfrutar. Obra del gran maestro son Moisés y algunas de las figuras de los nichos (Lía y Raquel).
La verdad es que el Moises impresiona pues tiene una fuerza increible. Parece que se va a levantar en cualquier momento. La rodilla de Moises tiene una fisura provocada por el propio Miguel Angel que al ver el realismo de la estatua que esculpió le lanzo un martillo gritandole que se levantara. Quizas ese día había tenido alguna discusión con el Papa.
Se dice que el perfil del labio inferior es un autorretrato de Miguel Angel. Si os fijais un poquito podreis verlo.
También son curiosos los 2 cuernos que parecen salir de la cabeza de Moisés. Alguién me contó que se deben a una confusión debido a la similitud en latín de las palabras "rayo" y "cuerno". Si es así no creo que a Moises le haga mucha gracia.
A la izquierda de la entrada principal, podreís ver un fresco del siglo XV, que muestra una procesión contra la epidemia, en 1476.
Salgo a la plaza de San Pietro In Vincoli y me voy por la primera calle a la izquierda. Paso junto una facultad de la universidad de Roma. La mañana aún esta fresquita y se agradece pasear por estas calles sin peatones ni coches. Al poco rato llego al Coliseo. Mi objetivo es ver el Templo de Santa Francesca Romana que se supone abrían a las 9.30h. Bueno, espero hasta las 9.45 y veo que por allí nadie aparece para abrirla. Es domingo y quizás tiene otro horario diferente al que conseguí por internet. Así que decido que mejor iré en otro momento.
Me acerco hasta San Clemente: parece que la suerte no me acompaña. La cripta abre de 16 a 18 horas, al menos los domingos. Vuelvo a la zona del Coliseo y paso junto al Arco de Constantino para enfilar la Via di San Gregorio.
El arco me sigue pareciendo fantastico de día y de noche. Así que os recomiendo que vayaís a la zona del Coliseo al menos un par de veces: una de día y otra para ver la iluminación nocturna.
A mitad de la Via di San Gregorio me encuentro con parte de un acueducto que construyó Nerón para hacer llegar agua a las residencias imperiales de la colina Palatina.
Una vez pasado el acueducto llego a mi destino. La Iglesia de San Gregorio Magno. Junto a la imponente fachada encuentro un busto de Teresa de Calcuta. Varias hermanas de su congregación pasean por la zona con sus característicos hábitos.
La fachada barroca del siglo XVII puede llevarnos a engaño acerca de su antiguedad. Fue construida por el Papa Gregorio Magno sobre los cimientos de su propia casa en el siglo VI.
Tras subir las escaleras y cruzar el umbral de la fachada llegué al átrio, bastante típico de las primeras iglesias de la ciudad que se construian en zonas deshabitadas como esta zona del Celio.
Parece que empiezo la mañana mal, un cartel en la puerta de la iglesia anuncia que por orden de los Bomberos la iglesia permanecerá cerrada hasta nueva orden.
Bueno, aprovecho para dar la vuelta al atrio y hacer un par de descubrimientos.
Desde aquí el papa Gregorio envió a San Agustín de Canterbury y a 40 monjes benedictinos a las islas británicas para convertir al cristianismo a los anglos y los sajones. Por ello todo el átrio se encuentra lleno de sepulturas de diversos nobles ingleses.
El atrio esta decorado con lunetas que contienen frescos. Me llama la atención la primera luneta entrando a la derecha. Muestra al papa Gregorio en el año 590 dirigiéndose a San Pedro encabezando una procesión celebrando el final de una epidemia de peste. En ese momento, ve al arcángel Miguel encima del mausoleo de Adriano. Este es el motivo por el que hay una estatua del arcángel en Castel Sant´Angelo.
Saliendo del atrio y bajando en parte las escaleras, a mano derecha encontramos una puerta que da a un jardín con 3 capillas al fondo.
La capilla de Santa Bárbara, la capilla de la izquierda, contiene la mesa que según la leyenda, utilizaba San Gregorio para dar de comer cada día a 12 pobres.
La capilla está decorada con diferentes frescos, uno muestra a San Gregorio enviando a los agustinos a su misión. Otro fresco muestra a un ángel que entro disfrazado entre los mendigos y San Gregorio le da de comer.
Las otras dos capillas están dedicadas a San Andrés (la del centro), donde podemos ver frescos de Domenichino y Guido Reni, y a Santa Silvia (la madre de San Gregorio, a la derecha), donde la bóveda es de Guido Reni.
Aunque la Iglesia estaba cerrada, salgo con un buen sabor de boca pues he disfrutado de la visita.
Bajo la escalinata y tomo a la derecha la calle Clivo di Scauro, una calle empinada donde puedo ver el abside de mi próximo objetivo: la iglesia de Santi Giovanni e Paolo.
Es una calle con cierto sabor medieval proporcionado por los arbotantes que unen la iglesia con el muro del otro lado de la calle.
En esta calle está la entrada a la casa de estos dos santos que eran hermanos. La entrada costaba 6€ y decidi dejarlo para la próxima visita a Roma.
Juán y Pedro era hermanos y servían al emperador Constantino II. Cuando murió éste, pasaron a formar parte de la servidumbre de Juliano el Apóstata, a quien se negaron a obedecer, lo que les costó la vida.
La fachada es del siglo XII
Junto a la Iglesia se añadió un convento, creo que de los Pasionistas, y una torre campanario, construída el año 1150. Este campanario románico descansa sobre el Templo de Claudio.
La torre recuerda el arte mudejar, de hecho los originales de la cerámica árabe fueron traidos desde Málaga. Los que podemos ver hoy son copias, los originales están en el museo de las excavaciones de esta iglesia.
Hay una boda, los invitados ya llenan la plaza y aparece ya el coche de la novia, así que me da el tiempo justo para entrar y hacer una foto. Creo que hay varias cositas interesantes en esta iglesia, así que lo apuntaré en mi lista de sitios pendientes.
Justo enfrente de la Iglesia encuentro la puerta de entrada al parque de la Villa Celimontana. El parque era el jardín de la Villa Mattei.
Es un parque muy agradable para pasear, con zonas muy frondosas y numerosas fuentes y restos arqueológicos.
Aprovecho para beber agua de una de sus fuentes y para descansar un poco junto a un pequeño estanque. Ya hay bastantes romanos que con sus periódicos aprovechan las zonas de sombra para disfrutar del día.
Llego al Palazzo Mattei, hoy sede de la Sociedad Geográfica Italiana, y salgo por la puerta principal del parque.
Al salir del parque a la Via della Navicella, veo a la izquierda el barco votivo romano que está en una fuente y que da nombre a esta calle. La fuente se encuentra enfrente de la Iglesia de Santa Maria in Domnica.
Santa Maria in Domnica toma su nombre de domenicum, que era como se llamaban los primeros sitios del culto cristiano. La iglesia se construyó sobre los restos de la casa de los bomberos en el siglo VII, aunque el edificio actual data del siglo VIII.
A destacar en su interior el mosaico del ábside que es del siglo IX, y que muestra a la Vírgen en el trono con Cristo niño.
A los pies de la Virgen vemos al Papa de rodillas. Este es uno de los primeros mosaicos donde la Virgen es la imagen central.
Al final de la nave derecha, encuentro la tumba de Antonia de Luxemburgo (fallecida en 1954), y que fue la última princesa coronada de Baviera. La tumba está señalada por las armas de la Casa Real de Baviera (por su matrimonio) y el Gran Ducado de Luxemburgo ( de donde era princesa por nacimiento).
Salgo de la iglesia y al otro lado de la calle, junto a restos del acueducto de Nerón, empieza la Via di Santo Stefano Rotondo, mi próximo objetivo. A la puerta de la iglesia veo 2 coches de novios. Ufff, y en la puerta hay un chaval con una tarjeta identificativa que me dice que durante la ceremonia no es posible visitarla. Falta media hora para que acabe y me imagino que despues se pegaran otra media hora desalojandola y con fotos, así que decido seguir mi ruta y apuntarla en mi lista de lugares pendientes.
Sigo la misma via por la que vine, hasta la Via dei Santi Quattro, que me lleva directo hasta la iglesia dei Santi Quattro Coronati. Es un antiguo templo medieval fortificado que está dedicado a 5 escultores cristianos que murieron porque se negaron a esculpir una estatua de un dios pagano y a 4 soldados que se negaron a rezar a ese dios pagano.
Algo curioso de esta iglesia es que hay 2 patios exteriores. El caso es que el segundo patio formaba parte antiguamente de la nave de la iglesia. Por eso, el abside parece demasido grande para el tamaño de la iglesia, y es que le falta un buen trozo.
En el segundo patio hay un baño en una de las esquinas, me viene muy bien pues llevo toda la mañana bebiendo agua de las fuentes romanas. Me siento un ratito en los bancos que hay en el claustro y veo como van llegando feligreses. Me imagino que por la hora que es va a empezar la misa, y asi es. Por lo tanto respeto el momento y no hago ninguna foto.
Vuelvo sobre mis paso hasta la Via di Santo Stefano Rotondo y giro a la izquierda. Rápidamente llego a la zona de San Juan de Letrán. Pero bueno, ya os contaré en otro capítulo como me fue por alli.
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