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Hoy el día se presenta de nuevo nublado, pero qué más da… aguantamos eso y más, XD. Nuestro tren para Hangzhou sale a las 8:30 de la mañana, por lo que madrugamos bastante para no perderlo, y llegamos con tiempo de sobra. Para llegar a la estación del Tren Bala (Maglev) hay que llegar en Metro y parar en la estación Longyang Road, ubicada en estación Hongquiao Airport Terminal 2.
El día antes ya recogimos tanto los Tickets del Tren Bala a Hangzhou como los Tickets de nuestra vuelta a Pekín. Una vez entramos en las vías del Tren Bala ya nos damos cuenta que no viajamos en un tren como los nocturnos de las noches anteriores, ya que es mucho más moderno.
Cuando fuimos a reservar mediante la agencia este tren no pudimos, porque solo puedes comprar los billetes un mes antes de la salida del tren, y solo pudimos comprar los billetes en primera, ya que el resto se vende en segundos… Como ya os hemos comentado alguna vez… intentar comprar los billetes desde España, ya que casi al 100% os podéis quedar sin billete.
Viajar en primera en el Tren Bala es otro mundo, asientos reclinables, anchos y cómodos, y aunque el viaje dura muy poco, te dan una cajita con un pequeño picoteo y una botella de agua. Durante el viaje vas viendo en todo momento la velocidad que coge el tren, en nuestro caso solo llego hasta los 304Km, y el tren prácticamente ni se movía.
Ahora llegamos a la estación de Hangzhou, y esta estación es enorme, muy amplia, limpia y creemos que nueva, porque estaba todo muy ordenado y eso no es normal en la mayoría de sitios de China. Aquí encontramos los primeros carteles indicando lo importante que es la reunión del G20 para Hangzhou, por lo que vimos la ciudad se estaba preparando para uno de los grandes acontecimientos de su historia, y no pueden tener fallos de ningún tipo.
:: Como llegar a Lingyin Temple en Hangzhou en autobús de línea desde la estación de Tren ::
Desde la estación de Tren y autobuses hasta el Templo Budista hay 12 kilometros. Suponemos que el taxi os puede cobrar hasta 20 euros por trayecto. Nosotros optamos por pagar menos de un euro por trayecto.
Nuestra idea es ir en autobús de línea hasta la parada más cercana al Templo, pero nos damos cuenta que todos los carteles están en chino, el inglés no lo vemos por ningún sitio… por lo que recorremos media estación hasta encontrar un mostrador donde gracias al mapa que llevamos le indicamos donde queremos ir, y en un papel nos ponen el número 28 y después nos explica una serie de cosas que no entendimos para nada… nuestro dominio del chino sigue siendo muy bajo… Recorremos de nuevo toda la estación hasta llegar en la otra punta a la salida de los autobuses, donde nos colocamos en la parada 28 a esperar a que pase un autobús con el numerito.
El precio del autobús si no recordamos mal… era de unos 5 Yuan, y siempre hay que llevar el dinero justo, ya que no tienen cambio, y nosotros somos los que tenemos que meter el dinero por un hueco.
Al montar en el autobús e ir parada tras parada la gente alucinaba, sin cortarse un pelo se nos quedaban mirando como bichos raros, y no nos quitaban la mirada aunque nosotros los miráramos también. Fue una forma de entretenernos porque el camino dura aproximadamente 50 minutos.
¿Ingles? Íbamos con el maps.me mirando en cada parada, cual se se acercaba mas a nuestro destino final, y es la última. Tenéis que ir mirando el mapa y comparar los símbolos con las paradas, así sabréis por donde vais en todo momento. Cuando llegamos a la última parada nos dimos cuenta que todavía estábamos a más de 2 km de nuestro destino… vimos varios autobuses que subían por la calle donde se encontraba el templo, por lo que en una parada que estaba a 100 metros cogimos el autobús número 7, que este si… te deja justo en la entrada al templo.
Al llegar fuimos a sacar las entradas ,y se paga por la entrada al recinto, (os recomendamos llevar dinero en efectivo, porque gracias a que habían dos tipos de cajeros automáticos, porque en uno de ellos nuestras tarjetas no funcionaban) y por la entrada a cada templo, pero en parte exterior solo se puede sacar la entrada al recinto, cada templo tienen sus propias taquillas.
Este es uno de los Templos budistas más visitados de China, pero en nuestro visita tuvimos la suerte de que no estaba muy masificado. En este templo, donde “supuestamente” viven los monjes y hay que guardar respeto máximo, podemos quedarnos viendo sus exteriores o visitar el interior de algunos templos, pero pagando.
Nada más entrar al recinto empezamos a ver muchas tallas de símbolos Budistas tallados en la montaña y muy bien conservados. Nosotros seguimos avanzando por los caminos sin un rumbo fijo, pasando por algunas grietas en la montaña, y junto a un pequeño rio lleno de carpas.
Decidimos coger unas escaleras que subían hasta la parte más alta de la montaña, después de una buena sudada y llegar arriba descubrimos un chiringuito de supuestos monjes… con ropa que parecían disfraces, vendiendo agua, y diferentes recuerdos del templo, nos pareció algo… raro de ver, y menos ahí arriba.
Lo único bueno que tiene subir unos cientos de escalones es tener unas vistas muy buenas de toda la montaña. La bajada la hicimos por otro camino distinto al que subimos y caímos justo pegamos al rio de nuevo, donde seguimos viendo las tallas en las rocas.
En cuanto a los templos a visitar… no entramos, ya que vimos a un monje con su IPhone jugando… nos pareció surrealista y fuera de que intentan vendernos antes de ir a ese Templo.
:: Como llegar a Meijiawu (梅家坞), a los campos de Té ::
Nosotros solo recorrimos solo los exteriores, que la verdad están muy bien conservados y no pagamos el dineral que vale entrar a los templos. Teníamos más ganas de ir a los campos de Té, que los teníamos ubicados en el mapa a unos 6 kilómetros de donde estábamos, concretamente a Meijiawu (梅家坞), donde recolectan uno de los té mas importantes de la zona. Para llegar, fuimos a la entrada del recinto, que es la zona donde llegan todos los taxis, y la verdad, la negociación con esta gente es horrible… parece que o te llevan a un sitio más lejos o no se mueven, y eso es lo que nos pasó… decidimos pillar un taxi que aún no se había puesto en la cola, y como tenía que esperar un tiempo decidió llevarnos a donde le indicábamos en el plano del móvil por un precio de 60 Yuan, de ahí no bajaba… a 1 euro aproximado el kilómetro… Pero no nos quedaba más remedio.
Nos pusimos en marcha y por el camino todo era montaña y campos de té y más té… el taxista nos dejó el pueblo entre risas porque ninguno de los dos lo entendíamos. Lo que si nos señalo es el nombre del pueblo en la entrada.
Estuvimos recorriendo la zona aproximadamente 1 hora, pero el calor era… insoportable, aún así el pueblo estaba bastante vacío de gente, habían unos cuantos restaurantes, y algunos vecinos a la sombra. Nos hicimos bastantes fotos por la zona, y al rato pensamos… ¿Y Cómo bajamos? XD, Nada más decir esto vimos a un autobús que bajaba por la carretera, por lo que lo paramos y montamos, y por 2 Yuan cada uno nos dejó de nuevo cerca de la entrada al Templo…
La verdad es que estamos en una ciudad que no conocemos, que no nos podemos comunicar, que nos pueden timar cuando ellos quieran, que no conocemos para nada sus costumbres… pero tenemos la gran suerte que pese a pequeños problemas todo estaba saliendo según lo planeado.
A nosotros nos mereció más la pena visitar los campos de té en la montaña, que ir a ver el “Templo del alma escondida”. Esto nos hace plantearnos el dejar de visitar muchos de los sitios indicados en Tripadvisor como principales cosas que hacer en las ciudades. Creo que nos merece más la pena dejarnos llevar, perdernos un poco, y descubrir rincones que no todo el mundo es capaz de llegar.
Para volver a la estación del tren solo tenemos que seguir nuestro camino pero al revés. Por lo que cogimos de nuevo el autobús 7, y cambiamos al 28, y con tranquilidad llegamos de nuevo, mientras nos abanicaban o casi nos daban con un súper abanico en el bus,XD.
Estábamos sin comer, y… ¿que encontramos en la estación de autobuses? Efectivamente, un McDonals, y alguna tienda más de comida… por lo que decidimos comer ahí, que aunque no nos gusta nada, nos sabia a gloria del hambre que ya teníamos. Luego nos pedimos dos café y un postre, que no estaba muy dulce… y nos costó igual que dos Menús del Mcdonals…
Aquí os dejamos una panorámica de la estación de Trenes, que como veis es bastante bastante grande. Buscamos nuestra puerta de embarque y volvimos a Shanghai a toda velocidad, mientras nos deleitaban en nuestros asientos laterales unos señores comiéndose 2 o 3 hamburguesas, acompañadas de sus patatas, salsas, bebidas… como veis… la imagen no es muy agradable…
Llegamos al hotel rendidos… cansados… por lo que nuestra aventura del día de hoy se acabó… ¡mañana más y mejor! Nos vamos al Barrio Francés. ¡Hasta mañana viajeros!
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