
En nuestra caso nosotros llegamos a Bali después de haber estado en otros países de la zona por lo que decidimos quedarnos a disfrutar del hotel un día. A la llegada al aeropuerto hay que rellenar un papel para que te den la visa y pagar $30 en metálico por lo que acuérdate de llevar al menos esa cantidad en dólares. Si se te olvida tampoco es el fin del mundo porque allí mismo hay casas de cambio y cajeros automáticos pero seguro que te cobran una buena comisión. Bueno el caso es que nosotros ya lo sabíamos así que mostramos el pasaporte y pagamos la tasa y pasamos sin problema
Además como decía antes en el aeropuerto hay wifi

El aeropuerto está en el sur de Bali pero nosotros el hotel lo teníamos cerca de Ubud, así que lo primero que tuvimos que hacer fue encontrar una manera de llegar hasta allí. En cuanto salimos a la zona del aeropuerto donde está la gente esperando nos asaltaron una nube de gente que no paraba de ofrecernos taxi, taxi, taxi… pero nosotros no teníamos muy claro quienes eran taxistas oficiales y quienes no...A mi mujer y a mi nos daba bastante mal rollo toda esa gente porque eran bastante insistentes y pesados. Uno incluso nos siguió por todo el aeropuerto mientras nosotros intentábamos irnos a un sitio donde no nos atosigaran para ver qué opciones teníamos. Las opciones fueron 0 y al final tras una pequeña negociación nos fuimos con uno de los taxistas hasta nuestro hotel de Ubud.
El taxista se ofreció a llevarnos los días siguientes pero como no nos había gustado mucho lo pesado que había sido y no nos fiábamos del todo
Lo mejor es que reserves por anticipado a un conductor que te recoja en el aeropuerto y luego si te gusta hagas con él algunas excursiones por el interior de la isla. Nosotros lo siguientes días reservamos con routive.com y la verdad que fueron muy profesionales y el conductor hablaba español muy bien. Al acabamos haciendo 3 tours con ellos, en el cuarto nos atrevimos a alquilar una moto
Bueno pues al final después de un largo viaje y un poco de estrés en el aeropuerto por fín estábamos en nuestra villa de Ubud,
con una piscina maravillosa y rodeados de arrozales. Sin embargo, las sorpresas aún no habían terminado porque aunque el hotel estaba bastante bien, nos habían dado una habitación que no es la que habíamos pedido
Bueno pues lo que quedaba de ese día y el siguiente nos lo tomamos un poco a nuestro aire, haciendo el ganso en la piscina del hotel y luego saliendo a dar una vuelta por Ubud.
El hecho de tener el hotel a las afueras está muy bien por un lado y no tan bien por otro. La parte buena es que puedes encontrar villas mucho mejores de las que encontrarías en el centro y además mucho más tranquilas. Nosotros por ejemplo estábamos en una que tenía una piscina muy decente y con vistas a una plantación de arroz. La parte mala es que no hay ningún transporte que te lleve a la ciudad, por lo que para cualquier cosa necesitas un taxi o alquilarte una moto si te atreves. Nosotros por ejemplo estábamos en una villa pequeñita por lo que no teníamos restaurante y para comer y cenar nos teníamos que desplazar a Ubud. Al final nos atrevimos a alquilar una moto aunque la verdad que es bastante peligroso, sobretodo en las carreteras que llevan a Ubud que suelen ser las que más tráfico soportan de la isla junto con las del sur.