6. VIÑALES ✏️ Diarios de Viajes de Cuba

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DIA 12: LA HABANA – VIÑALES

Jorge nos organizó el taxi que nos recogería a las 8 de la mañana para ir a Viñales por 20CUC/persona. Bajamos un poco más tarde porque estábamos seguros de que nos había dicho a y media, pero según él no era así y además pareció que no le hizo demasiada gracia. En el taxi eramos los únicos españoles, así que el conductor iba hablando todo el camino con nosotros.

Nos preguntó que si nos apetecía parar en el camino, y claro está, que todos aceptamos. Así que en aquella gasolinera compramos maní molido (producto estrella del viaje) por 10MN.

Entre charla y charla, me acordé que yo tenía muchas ganas de ir a ver el Orquideario de Soroa (la orquidea es mi flor preferida), pero cuando me dió por mirar el mapa me dí cuenta que yendo en taxi compartido, aunque Soroa estaba a mitad del camino era imposible, así que ya tenemos otra excusa más para volver a Cuba!
Como ya os había mencionado en algún otro post, y como podéis leer, nuestros planes iban cambiando sobre la marcha.

El trayecto duró unas 3 horas y media, pero me imagino que se puede hacer en menos tiempo, porque a nosotros a mitad de camino nos pilló una carrera ciclista y la carretera estaba cortada y sólo había un carril abierto para cada dirección.

Es importante mencionar que la llegada al pueblo no es la mejor: curva tras curva. Menos mal, que pudimos comprobar que nuestro conductor no era la primera vez que llegaba allí y que manejaba perfectamente el auto.

Aquí nos llevamos un pequeño chasco: Jorge nos había asegurado que la casa que nos había reservado estaba en el centro, y que el precio en Viñales era el mismo que en La Habana...

Cuando llegamos a la casa pudimos comprobar que no estaba en el centro, sino dos cuadras más atrás, aunque tenemos que decir que Maribel (en Casa Los Agujitas) era súper amable. Pagábamos 30CUC/noche, y la señora nos dijo que al día siguiente no tenía disponibilidad pero que ella nos podría buscar otra casa, pero como no nos quedamos demasiado conformes con el precio, fuimos a la calle principal a ver si podíamos encontrar algo más barato y así fué: al día siguiente nos quedaríamos en Villa Caribe por 25CUC/noche, y encima en todo el centro! No es que la primera casa estuviera a kilómetros, pero no nos gustó que nos engañasen con su localización.

Maribel también nos ofreció el paseo en caballo por unos 25CUC/persona, pero ya habíamos hablado con nuestros amigos Flor y Jurys y nos dijeron que a ellos los timaron y les cobraron muchísimo, así que también decidimos explorar y ver si encontrábamos algo más razonable.

Ese día no sabíamos muy bien qué hacer, ni por dónde empezar, porque hacía un calor tremendo, y montar a caballo en esas condiciones no era la mejor de las ideas.

Así que priorizamos y nos fuimos a buscar algún banco, pero claro, no habíamos pensado que era fin de semana y ya por la tarde, así que los bancos estaban cerrados para cambiar dinero, por lo que nuestra última opción era sacar dinero directamente desde el cajero.

Justo al lado del cajero, en una de las calles principales, ponen un pequeño mercadillo, donde conocimos al que se convirtió en nuestro amigo inseparable de Viñales: Adrián, vendedor en uno de los puestos. Él nos recomendó ir a comer a "Rompiendo Rutinas", donde nos pedimos una Ropa Vieja (que estaba un poco dura) y un bisté de cerdo con 2 Coca Colas, todo por 9CUC.

Con Adrián también acordamos el paseo a caballo por los campos de tabaco para el día siguiente, y lo conseguimos por 3CUC/persona la hora!! Por menos de lo que nos ofrecían en la casa por una sola persona, lo conseguímos para los dos, increíble!

Cuando comimos nos fuimos a dar un paseo por el jardín botánico, que no es nada espectacular, pero es algo diferente y un paseito corto y tranquilo. Para entrar no hay que pagar, y pudimos ver de muy cerquita un colibrí



Después de una ducha y un ratito de relax nos fuimos a dar otra vuelta y a cenar al mismo sitio donde comimos. Esta vez pedimos pollo frito, una pizza de jamón y 2 Coca Colas por 8CUC. El ambiente allí era muy ameno, siempre se acercaban a charlar contigo y parecía que te conocían de toda la vida, hasta el punto en que un cliente nos regaló un puro a cada uno! Y es que esto es Cuba, amigos!

Luego fuimos a otro bar (que no recuerdo el nombre) a tomar cócteles. Álvaro se pidió un daiquiri y yo un mango colado, que estaba riquísimo, por 8CUC los dos.

DIA 13: VIÑALES

Cuando nos despertamos, recogimos todas nuestras cosas y charlamos un poco con Maribel. Le firmamos en un libro de visitas que tenía y le explicamos que nos daba pena haber llegado e irnos así, pero que nos había molestado lo que Jorge nos había dicho, de que la casa estaba en el centro y al precio de La Habana cuando no era cierto. Ella nos entendía y nos dijo que la próxima vez fueramos directamente a su casa sin mediar con nadie, que ella nos haría una mejor oferta.

Fuimos a nuestra nueva casa a dejar todas las cosas y nos fuimos al puesto de Adrián, dónde vendría nuestro guía para la excursión a las 9:30. Allí tuvimos que comprarnos unos gorritos (por 5CUC) porque con ese sol que hace allí siempre no hubiésemos durado mucho subidos en el caballo.

Estuvimos 3 horas y media dando un paseo por todo el campo, y aquellas vistas son maravillosas. Mi caballo se llamaba Merengue, y el de Álvaro, Chocolate. Ellos estaban más que acostumbrados a llevar gente encima y además se sabían perfectamente el camino! Nuestro guía Chema iba explicándonos todo y nos contaba cómo era su vida allí: él hacía excursiones por las mañanas, y con el dinero que ganaba se iba de fiesta por la noche.


La excursión finalizó en un campo de tabaco, dónde todo lo hacían manual. Allí nos contaron todo el proceso desde que se planta hasta que hacen los puros. Ellos sólo se quedaban el 10%, el resto deben de vendérselo al Estado. Cuando ese hombre nos enseñó cómo liaban los puros, y además nos dió a probar uno hecho allí, mojándole la punta por la que se fuma en miel, no dudamos en comprar un mazo, estaba riquísimo! Por 10 puros pagamos 40CUC, pero merece, y mucho, la pena. Y más aún cuando sabes que estás ayudando a un cubano.


Reventados después del tiempo a caballo, nos fuimos a comer a nuestro sitio preferido! Esta vez probamos el lomo ahumado cada uno con 2 bebidas y fueron 9CUC. El camarero ya era nuestro amigo también, y ya conocíamos incluso a los clientes que estaban allí! Se vé que es un bar típico del pueblo.

No podíamos irnos de Viñales sin ver el Mural de la Prehistoria, así que nos pusimos a preguntar por la calle a ver dónde podríamos alquilar unas bicicletas para ir hasta allí. Al final las conseguimos por 6CUC las dos para 3 horas, y le dijimos al chico que las dejaríamos en nuestra casa cuando acabásemos. Cuando llegamos allí, nos dió mucho coraje que por ser extranjero te piden dinero para pagar la entrada de casi todos los sitios, así que el pícaro de mi novio le dijo al señor que éramos estudiantes en La Habana y que habíamos ido de visita. Yo no sé si se lo creyó o no, pero la entrada nos salió gratis!

El mural es bastante grande, y es muy bonito, allí nos sentamos en el césped y nos relajamos un rato grande.


Había una pareja celebrando una boda cubana allí mismo.

A la vuelta teníamos que llegarnos a comprar las tarjetas de internet porque no nos quedaba ninguna. Y luego fuimos a la plaza principal a concectarnos con la familia. Allí es donde se reúne la gente no solo por el wifi, sino que por las noches ponen altavoces grandes con música y allí todos bailan.

Al bajar para la casa nos encontramos con nuestro amigo Adrián, que estaba en "3J" tomando algo con unos amigos, y nos invitó a quedarnos con ellos. Nos pedimos una caipirinha y un daiquiri de coco por 9CUC. Ahí estuvimos charlando con ellos y le pedimos a Adrián que por favor no se olvidara de que al día siguiente tenía que conseguirnos el taxi colectivo que nos llevase a Cienfuegos. Imaginaros cómo de en serio se lo tomó, que se debería de haber ido con una compañera de otro puesto para su casa (vivía en Pinar Del Río) y se quedó a cenar con nosotros por tal de resolvérnoslo.

Mientras estábamos cenando pollo frito y bocaditos de jamón y queso (con 4 Cristal y Coca Cola por 16CUC, que lo invitamos a cenar), él nos confesaba que era la primera vez que se quedaba hasta tarde con unos turistas conocidos de hace 2 días!

Con el estómago lleno y muy agustos, acompañamos a Adrián a encontrar a alguien que lo llevase a casa. Aquello parecía misión imposible. Era un poco tarde y es difícil encontrar a gente que vaya para ayá, pero como él conocía a todo el mundo, un amigo le dijo que lo acercaba, así que ya nos fuimos a casa tranquilos, después de un día perfecto.

Este día nos dimos cuenta que la gente allí es buena de verdad, una persona que nos conocía de vernos en su puesto, y se quedó con nosotros hasta que nos encontró el taxi colectivo. Tenemos tanto que agradecerte amigo!

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