Hoy de nuevo volvemos a estar solos porque el resto del grupo que quiera va a hacer una excursión que Rouen, que nosotros visitaremos más adelante.
Libres de ir con ellos nos decantamos por uno de los lugares cercanos a Caen que creo que más merece una visita (y que me hace especial ilusión). Se trata de Bayeux.
Llegar a Bayeux en tren apenas nos cuesta 15 minutos y el tren deja muy cerca de la catedral (apenas un corto paseo).
Fue la primera ciudad liberada tras los desembarcos del día D y una de las pocas de la zona que sobrevivió a la Guerra. Es por ello que tiene también un museo-memorial a la Batalla de Normandía.
El primer lugar que visitamos, por ser el que abre primero (a las 8.30), es su preciosa catedral. Se trata de un bonito y espectacular ejemplo de arquitectura gótica normanda del siglo XIII. La verdad es que desde el exterior impacta mucho por sus dimensiones. La cripta, los arcos de la nave y la parte inferior de las torres de ambos lados de la entrada principal son muestras del románico del siglo XI. Por encima de los capiteles de la cripta vemos las pinturas en rojizo de unos ángeles tocando instrumentos. La torre central se añadió en el siglo XV; la cúpula de cobre data de 1860.

El antiguo obispado, junto a la catedral, se convirtió después de la Revolución francesa en el ayuntamiento.
El casco antiguo de Bayeux es pequeño y muy bonito. Está muy bien conservado porque se salvó de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Saliendo de la catedral seguimos los carteles que indican hacia dónde está el museo más importante de la ciudad. Y lo encontramos rápido, mucho más cerca si cabe de la estación de trenes. Se trata del Museo del Tapiz, también conocido como Tapiz de la reina Matilde, es un gran lienzo bordado del siglo XI de casi 70 metros de largo que relata, mediante una sucesión de imágenes con inscripciones en latín, los hechos previos a la conquista normanda de Inglaterra, que culminó con la batalla de Hastings.

Aunque recibe el nombre de tapiz (paño ornamental tejido en su totalidad) se trata de un bordado donde los hilos añadidos siguen la silueta diseñada de los motivos y figuras.
El tejido de base es lino con ligamento tafetán, compuesto por 9 fragmentos de longitud variada, el mayor de 13,75 m, unidos por ribeteado. El conjunto resultante tiene dimensiones que le confieren una parte de su carácter excepcional: 68,8 m de largo, 50 cm de altura media y un peso aproximado de 350 kg.2
El bordado se realizó con dos técnicas: pespunte para los contornos lineares de las figuras y "punto de couchage" para su relleno. Se empleó principalmente hilo de lana en cuatro colores de base (rojo, amarillo, verde y azul) y ocho tonalidades a partir de tintes vegetales de la época como la gualda, la purpurina o el índigo, que se mezclaron con hilo más fino de lino para dar relieve a ciertas figuras como flechas y lanzas.
No se han encontrado documentos de la época que permitan conocer el o los maestros autores ni la persona que inspiró la obra o la fecha de realización.
Según la tradición francesa, la pieza habría sido creada por la reina Matilde, esposa de Guillermo el Conquistador, y sus sirvientas, de ahí la denominación secundaria de Tapiz de la Reina Matilde. La hipótesis historiográfica más aceptada es que fue realizado por mandato de Odo, arzobispo de Bayeux y hermanastro de Guillermo, para servir de ornamento a la catedral el día de su consagración, el 14 de julio de 1077.
La homogeneidad del diseño permite pensar que fue supervisado por un clérigo, con el conocimiento necesario de la lengua latina a pesar de los vocablos anglosajones, y ejecutado en el sur de Inglaterra, posiblemente en Canterbury o Winchester, Kent, donde se sabe que existían talleres de bordado con maestros de ambos sexos y que habría deseado imprimir un carácter a la vez religioso y profano a la obra que detalla la victoria militar en la batalla de Hastings.
El tapiz es una fuente documental sobre el modo de vida y costumbres, la arquitectura militar y civil, el arte militar, la navegación o la agricultura de la sociedad normanda e inglesa de la Edad Media. En él se pueden contar 626 personajes, 202 caballos y mulas, 55 perros, 505 animales, 37 fortalezas, etc. Dicen que se podría considerarse como el primer comic de la historia. Y en realidad es lo que parece cuando el audioguía en español que te facilitan en la entrada te lo va narrando.
Pero ¿de qué trata este tapiz y por qué hablamos de nuevo de Guillermo el Conquistador?. Desde la década de 1050 Guillermo era pretendiente al trono de Inglaterra, entonces en manos de su primo Eduardo el Confesor, que no tenía descendencia. Sin embargo, no era el único que codiciaba la corona inglesa, pues tenía un poderoso rival, el conde inglés Harold Godwinson, el cual fue nombrado como su sucesor por el propio rey Eduardo en su lecho de muerte en enero de 1066. Guillermo argumentó que el rey de Inglaterra le había prometido en el pasado que el trono sería suyo y que el propio Haroldo había jurado apoyarlo. Por ello, el duque normando puso en marcha la intervención militar y preparó una gran flota y un poderoso ejército que desembarcó en el sur de Inglaterra en septiembre de 1066 y derrotó a las fuerzas de Haroldo en la batalla de Hastings el 14 de octubre. Guillermo fue coronado rey de Inglaterra en Londres el día de Navidad de 1066. Todo eso lo explica el tapiz con todo lujo de detalles. Empieza con Eduardo el Confesor, rey de Inglaterra, dándole instrucciones a Harold para que viaje a Normandía a ofrecerle el trono a quien ha decidido que sea su sucesor, su primo Guillermo. Se ve a Harold dispuesto a partir y después embarcando con sus hombres hacia Normandía. Cuando llegan, Harold es tomado prisionero por Guy de Ponthieu. Guillermo se entera del hecho y manda a un emisario para liberarle, cosa que consigue. Según nos cuentan Harold ayudó a Guillermo en sus campañas en Bretaña y le habría prometido lealtad para cuando el rey inglés muriera. Pero el tapiz sigue explicando que Harold volvió a Inglaterra y que Enrique, ya en su lecho de muerte (parece que instigado por su esposa, hermana de Harold), le acaba nombrando heredero. Harold es coronado rey de Inglaterra el 6 de enero de 1066 en Westminster. Cuando Guillermo se enteró unió a su ejército y partió hacia Inglaterra. Ambos se enfrentaron en la batalla de Hastings el 14 de octubre de 1066. El tapiz representa con todo lujo de detalles la contienda así como la muerte de Harold, con una flecha que le atraviesa un ojo.
No se conserva entero por lo que no se alcanza a ver la coronación de Guillermo (que desde entonces se llamó el Conquistador) pero sí que vemos una de las primeras representaciones artísticas del cometa Halley, que fue visible claramente en el cielo de Inglaterra entre el 24 y el 30 de abril de 1066 y que fue interpretado como un mal augurio en la coronación del rey Haroldo II de Inglaterra.
Después de visitado este museo fuimos a ver otro, el Baron Gérard. Cerquísima de la catedral (no en vano se encuentra ubicado el palacio episcopal) es un recopilatorio de arte e historia desde la prehistoria. No es un museo grande pero resulta muy agradable de ver. Reúne piezas de todo tipo: escultura, pintura, grabados… aunque quizás lo que más llame la atención sea el encaje de Bayeux. Existe una entrada conjunta para visitar el museo del tapiz, el Baron Gérard y el Memorial de la Batalla de Normandía por 15 euros. Precisamente el museo del Memorial fue nuestra siguiente visita. Algo más alejado del centro este edificio moderno de 2000 metros cuadrados ofrece mapas, artefactos, vídeos, etc relativos a los combates que tuvieron lugar en Normandía entre junio y agosto de 1944.
Enfrente encontramos el cementerio, el mayor de los 18 cementerios militares de la Commonwealth en Normandía. La mayoría de los casi 5000 soldados enterrados aquí son británicos. Por eso la dedicatoria “Nosotros, que fuimos conquistados por Guillermo, hemos liberado la patria del conquistador”. También hay canadienses, australianos, neozelandeses, checos, polacos,etc. En la entrada hay una inscripción que dice “Their name liveth for evermore” (Su nombre vive para siempre).

Después de las visitas volvimos al centro de Bayeux para comer. Lo hicimos cerca de la catedral, en el restaurante L'Assiette Normande. Por 17,90 euros por personas comimos uno sopa de cebolla y el otro ensalada normanda (con andouille y tostadas con camembert), uno ternera con salsa y el otro pollo con salsa de champiñones y de postre compartimos pastel de chocolate con helado de vainilla y panacotta con caramelo.
Con la barriga llena volvimos a la estación para coger un tren TER en dirección a Lisieux (ciudad de una santa que vemos mucho por allí, Santa Teresita del Niño Jesús) para volver a Caen. En la Gare Routière (estación de buses), pegada a la de trenes (como acostumbran a estar) compramos los billetes de la compañía Busverts para ir a Deauville. Nos costó 15,70 euros ida y vuelta los dos. El bus es el número 20, muy interesante porque recorre todas las poblaciones de la Costa Florida. Tardamos en llegar una hora y media.
La Cote Fleurie es un tramo de 40 km de la costa francesa que se extiende desde Trouville hasta Honfleur. El nombre proviene de la campiña florida del interior y de los numerosos jardines de las villas que se construyeron frente al mar en la época de la Belle Époque. Las localidades más importantes son Honfleur, Villerville, Trouville-sur-mer, Deauville, Blonville, Houlgate o Cabourg.
Deauville es una de esas villas elegantes donde gustaba ir a los ricos a principios del siglo XX.

Se podría decir que es “chic”, con sus casas ricas, el hipódromo y el casino. Como no podía ser de otro modo allí vemos amarrados los pequeños yates de recreo que se ven por todas partes y las pasarelas que dan paso (aunque a veces tardan mucho más de la cuenta; en ese caso hay un barquito que te pasa previo pago) de un lado a otro y a Trouville, la villa que está pegadita y que también tiene su casino. La playa tiene unos edificios con distintas puertas que resguardan una especie de cabinas donde se pueden guardar las cosas de la playa y que tienen nombre de artistas famosos. La playa, de arena fina, es muy amplia aunque parece que tengas que hacer una excursión para alcanzar el agua. Está toda llena de sombrillas de colores.

El casino actual, más moderno, se alza donde estaba el antiguo de 1864. En cuanto a las mansiones se puede destacar la Villa Strassburger, levantada por el barón Henri de Rotschild en 1907 y comprada en 1924 por el multimillonario americano Ralph-Beaver Strassburger. También cabe destacar la casa donde vivió y murió el pintor impresionista Eugène Boudin.
Deauville cuenta también con una zona comercial de tiendas muy elegantes (y caras) y con un hipódromo, construido en 1864.
