Santa Marta - Cartagena ✏️ Diarios de Viajes de Colombia

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Domingo 18 feb


Con una buena resaca por haber salido de Rumba en Santa Marta, hicimos la maleta y a las 9.00, cogimos un autobús de línea regular por 27.000 pesos, que en algo más de 4 horas nos dejaría en la estación de autobuses de Cartagena de indias. El bus tenía Wifi gratuito, lo que me vino de perlas, porque justo al levantarme de la cama vi un mensaje de Eugenia, ¿os acordáis? La chica argentina que habíamos conocido en Bogotá.

Resulta que había cambiado su itinerario para encontrarse con nosotros en Cartagena. No quedaban habitaciones en nuestro hotel, pero sí que había uno en la misma calle, así que estupendo.
Casa Ebano 967, esta situado en el barrio de Getsemaní, muy cerca del Café Habana y a 5 minutos andando de la entrada a la ciudad amurallada.

Al llegar al hotel nos fuimos a comer al Estefanos, que está en la misma calle y nos lo habían recomendado en la recepción. No es demasiado económico, pero creo que este fue el dia que mejor comimos en el viaje.


Después del almuerzo, caminamos 5 minutos hasta el hostel Yeimmys, donde por 6000 pesos/kilo nos lavaron la ropa del trekking. Con los deberes hechos, fuimos a descansar un rato a la habitación hasta que llegara Eugenia.

Cuando llego nuestra amiga, fuimos a dar una vuelta por la ciudad amurallada, que es la parte más bonita de Cartagena. Estaba todo lleno de gente joven, y hay un monton de coches de caballos que pasean entre casas coloniales que parecen salidas de un cuento.


Mientras paseábamos, se no acerco una señora que vendía excursiones. Le dijimos que no nos interesaba, pero le preguntamos a ver si conocía algún restaurante que mereciera la pena.
La señora súper amable nos acompañó hasta el sitio, y justo antes de dejarnos se acercó a mi oído y me ofreció cocaína. ¿Como? Obviamente le dije que no, pero después de mi negativa, su siguiente propuesta fue el ofrecerme chicas, que también tenía . Mis oídos no daban crédito a lo que estaban oyendo. Aquí fue cuando me di cuenta que Cartagena es distinta al resto de Colombia.

Después de cenar nos fuimos de vuelta a Getsemaní, que es la zona de mochileros por excelencia; por el camino otra vez me volvieron a ofrecer unas cuentas veces cocaína y chicas. Te lo preguntan muy tranquilamente y gente de apariencia totalmente normal, por lo que no es algo molesto o que pueda dar miedo.

Había leído en internet que hay muchísima prostitución en Cartagena y a tenor de lo que tantas veces nos ofrecieron, parece que es así, pero la verdad es que nosotros no veíamos ninguna. Justo antes de salir de la muralla, en la plaza de los coches, le pregunte a un hombre a ver cuál era la plaza de las prostitutas, y que casualidad ¡¡estábamos en ella!!!
No os imagináis lo bien camufladas que están, asi que nosotros seguíamos sin verlas. Van vestidas como el resto de colombianas, y están en medio de la plaza charlando entre ellas como si de amigas se tratasen. La verdad es que, si no te lo dicen, nunca pensarías que están ejerciendo el oficio más antiguo del mundo…

Al salir de la muralla nos fuimos a la plaza trinidad, el centro neurálgico de Getsemaní. Es una plaza muy pequeña rodeada de tiendas y bares en los que por la noche, venden todo tipo de bebidas. La gente se sienta en el pórtico de la iglesia o en los muros de alrededor, y mientras te tomas la cerveza, en medio de la plaza suele haber gente bailando, cantando y haciendo todo tipo de espectáculos a cambio de unas monedillas. La verdad que es una plaza en la que merece la pena pasar unas cuantas horas.




Lunes 19 feb

A las 10 en punto estábamos en la plaza Santa teresa para hacer el freetour con el señor don Omar. El tour te lleva de visita por los lugares más emblemáticos de Cartagena de indias.
El recorrido dura aproximadamente 2 horas y es súper recomendable.
La Heroica, es una ciudad con muchísima historia de la que merece la pena empaparse.


Después del tour, llegamos al Espíritu Santo, un restaurante que nos había recomendado una chica en el trekking de ciudad perdida. Se come genial y es súper barato, así que yo también os lo aconsejo.

Eugenia y yo queríamos ir a ver el castillo de San Felipe, pero German no, así que, él se fue a pegar un baño a la piscina del hotel, y nosotros nos dimos un paseo de 15 minutos hasta el castillo.
La entrada cuesta 25.000 pesos y además nosotros le sumamos 10.000 cop mas, por elegir la opción con visita guiada. Esta vez no nos gustó demasiado. En mi opinión, la visita al castillo no merece la pena excepto por las vistas, que son magníficas desde lo alto.


Si fuera gratis se lo recomendaría a todo el mundo, pero el precio de la entrada me parece excesivo teniendo en cuenta lo que se ve, y las explicaciones de la guía nos resultaron escasas de batallas y datos de interés.
Desde el castillo hasta el hotel solo tuvimos que andar 5 minutos, así que llegue a tiempo para darme un chapuzón en la piscina y saludar a la familia en España. Eugenia no estaba alojada en nuestro hotel, así que quedamos con ella al anochecer para irnos de rumba.

Antes de las cervezas, Euge y yo fuimos a la ciudad amurallada a cambiar dinero. Llegamos por los pelos, porque las casas de cambio cierran entre las 19 y las 20. Después de visitar varios locales, el mejor cambio que obtuve fue de 3190 cop por cada euro. En Bogotá sin mucho buscar me lo dieron a 3290, así que ya sabéis en que ciudad debéis cambiarlo. Cartagena en general es mucho más caro para todo que el resto de Colombia.

Con la cartera llena nos fuimos a recoger a Germán, y tras pasar por la tienda de las cervezas, llegamos a nuestra amada plaza trinidad. Hoy era lunes, y a pesar de haber mucha gente, se notaba menos ambiente que la noche anterior.
Queríamos ir al famoso Café Habana, pero resulta que de lunes miércoles está cerrado, así que nos fuimos a la plaza de los coches tras la muralla.
En esta plaza hay varios locales emblemáticos como Donde Fidel, Tu candela, VIP, y alguno que otro mas… nosotros comenzamos por el primero.


Donde Fidel es un local de salsa, no demasiado grande, con mucha luz y el aire acondicionado más fuerte que yo haya visto jamás. Al final lo agradecimos porque después de bailar Eugenia y yo la primera canción, pusimos a todo el bar en pie, y del frio pasamos al calor extremo.
Fue un rato divertidísimo, conocimos a un montón de gente y bailamos con todo el mundo. Por la mañana durante el freetour, habíamos conocido a dos malagueños que ahora por la noche estaban justo en la discoteca de al lado, La ViP.
German no es muy bailarín, y menos de salsa, así que cambiamos de local para ir a verles.
Al final acabamos un grupo grandísimo de 2 malagueños, 2 madrileñas, 2 chilenas,1 gallega, 1 americana, 1 mexicana, Eugenia y nosotros dos.

Reseñar que donde Fidel es bastante económico, pero VIP es un local de música occidental con precios occidentales, donde te cobran por una cerveza 4 euros al cambio. Lo mejor que tiene es una terraza con vistas a la plaza, pero a mí no me gusto demasiado porque era como estar en Europa de fiesta y no en Colombia de rumba.

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