Amazonas, la patria del agua ✏️ Diarios de Viajes de BrasilManaos, Brasil — martes, 12 de marzo de 2013. Filho da floresta, a água e a madeira viajem nos meus olhos desde a infância. Vaimo meu peito o barco da esparança e o amor pelo amazonas o Pátria da Água. Thiago de Melho. Plin- plan- plun y ya...Diario: Unos mas o menos 28.270 kms por aire, tierra y agua, o La vuelta a Brasil y algo⭐ Puntos: 5 (2 Votos) Etapas: 24 Localización: America SurManaos, Brasil — martes, 12 de marzo de 2013 [i]" Filho da floresta, a água e a madeira viajem nos meus olhos desde a infância. Vaimo meu peito o barco da esparança e o amor pelo amazonas o Pátria da Água." Thiago de Melho. [/i][b] Plin- plan- plun y ya estamos en Manaos otra vez. Llegamos amaneciendo a la rodoviaria. En Manaos hay una de las pocas rodoviarias en Brasil que no te cobran por usar el baño. En frente hay una pasarela efectiva para ir al otro lado de la calle, justo donde hay una parada de ómnibus. Ahí, tomas un bus al centro por un par de reales y vas a tener cerca el lugar donde venden los pasajes para Belem do Para. Cosa curiosa, pregunte en las ventanillas y el costo del pasaje era de 250 reales y no aceptan tarjeta de crédito. A mí, me funcionó, la tarjeta, en Pacaraima, pero en Manaos no pude sacar casi efectivo, entonces sin mucha ilusión, le pregunte a los de la calle por si había otro transporte a Belem, e incluso a un par de morenos que hablaban en ingles y que debían ser de Guyana, supongo. Me mandaron al malecón, donde un joven brasilero me atendió muy bien aunque informal y me vendió un tique para el mismo barco en 170 reales. Incluso, me llevaron en una lanchita al barco, donde deje la maleta y salí a esperar fuera del muelle. Fui al parque que está en frente a esperar y pasar el tiempo. Había unos helados artesanales muy ricos y bien baratos, pero justo yo no debía abusar tomando algo tan frío, cuando a duras penas acababa de salir de la neumonía, lastima. También había muchos negocios de comida de todo tipo, desde los desterrados hamburguesas y perros calientes, hasta la sopa local amazónica rica en proteínas y capaz de levantar hasta un muerto, pasando por gran diversidad tanto de olores, como de sabores. En Brasil, se come bien por cierto. Por eso me confundí todo cuando embarcamos, pero eso se lo cuento dentro de un rato. Cuando llegue a tomar el barco, me encontré con varias personas que lo estaban esperando. Confundidos y desorientados, nos veíamos las caras, luego y como es Brasil ya nos tratábamos con confianza; estaba una señora pequeña de estatura, que resultó ser una de las cocineras, otro señor pasajero, como yo una pareja de gringos (esta palabra en Brasil, no es peyorativa), y otra más, y era una brasilera que por lo que le entendí iba a montar una farmacia por la ciudad de manaos, estando de pareja con un señor de poco hablar por cierto. Ella me decía que en la vida hay que arriesgarse, pues no le fue bien con el negocio en la ciudad de origen y emigro a Manaos con la esperanza de progresar. Solo que el equipaje estaba en el barco y tuvieron que esperarlo. Y a la brasilera no le va bien estar sola y prefiere estar con su hombre, como Dios manda y amen. Me encargo la señora que cuidara a los gringos. El barco estaba cargando nueces. Pero es la nuez del amazonas que no guarda relación los la nuez europea, aunque sean homónimas. Llego y abordamos, yo ya había charlado con la pareja de chicos; era el varón de Irlanda y la chica de Suecia e iban a Belem do Para, porque estaban conociendo Brasil, vivían y trabajaban en San Francisco, EEUU. Y luego de eso nos conocimos y tomamos algo. Yo había conocido a Manaos en el 2002, y fue una gran ilusión para mí, pues como asiduo lector de Julio Verne, tenia aun presente las historias y las aventuras de su libro; La Jangada. Esta era una balsa enorme que tomo el rumbo a esta mítica ciudad, enorme para le época y con mas merito si se piensa que se creo, en medio de la nada, a orillas de un rio, llamado Río Negro, que sale se Venezuela y confluencia con Río Solimoes (Amazonas). Y es en esa unión es que el Amazonas recibe su nombre en territorio brasileño. Y sin más preámbulos, cuando llego el barco, ya tarde, embarcamos, pasamos la noche en el barco y al otro día, ya tarde partimos. Hay un puente enorme, como les hice notar en el anterior capítulo, lo curioso es, que: ¿A dónde va? De un lado esta una gran ciudad, pero en la otra orilla no hay nada que amerite una obra de ese calibre. Lo que yo pienso es que más tarde que temprano, habiliten lo que ahora es un camino de mulas y lo conviertan en una ruta decente digna del siglo XXI, que valla de Manaos a Porto Velho, y que si no lo han hecho aun, se debe a intereses mezquino, tratando de prolongar la lenta muerte de un transporte fluvial, que ya gozo de mejores épocas y que ahora está en plena decadencia. Ciertamente que llevar por agua las cargas sigue siendo rentable, pero han de cambiar toda la flota, que se han convertido en cajones flotantes a motor. El viaje a Belem en el barco que tomamos, fue una pesadilla, tan solo soportable por la buena disposición de los compañeros de viaje. No dieron comida, la vendían y era cara y mala, una vergüenza trasteándose del Brasil que es una de las perlas de la corona en cuanto a corona latinoamericana. Aparte de eso íbamos apretujados y el cascarón, el cajón de madera que abordamos estaba sobre cargado y en especial en las noches crujía el maderamen que daba gusto, al tiempo que el casco se balanceaba como un muñeco porfiao. Para completar, el tiempo hizo de las suyas y las nubes, lluvias y tormentas completaron una escenografía de pesadilla. Yo me resolví con lo de la papa*, pues me acordé que tenía un kilo de harina de hacer arepas y un frasco grande de queso fundido. *comida, jama. Me prestaban un ratito la cocina y como yo de precavido, me lleve la sartén que uso para hacer arepas. Por supuesto que la cocineras se interesaron; yo les explique que eso era farinha de miho (harina de maíz), además, les conté como se hacían y todo. Entonces ellas bromeaban con migo, cada vez que iba a hacer mis arepas. Así, en las mañanas conseguíamos algo de café de gorra (de regalo) y al medio día y en las tardes noches me preparaba sendas arepas. Hicimos escala en Santarém, este es un pueblo grande que está como a medio camino de viaje. Algunos salieron a visitarlos, yo me quede a bordo. Luego de un buen rato de varias horas, continuamos con nuestro derrotero vía Belem. Y les cuento que me gustan las arepas, me gustan como me quedan las mías, pero luego de varios días a punta de arepa con queso fundido, ya estaba hasta el gorro de arepas. Hice dos muy buenas y se las ofrecí calientitas a los amigos gringos que había conocido, y les encantaron. Una de las pasajeras, una muy bonita, que andaba en sus treinta y que era de Vancouver en Canadá, le afecto la comida del barco (Por que será que no me sorprendió). Hablando me dijo que si había unas señoras venezolanas que hacían arepas abajo en la cocina. Ella hablaba muy bien el español, pues había estado en Guatemala. Entonces yo le conteste de marea y afectuosa; - Señoras de Venezuela, no sé de que haya ninguna, y en este barco el único que hace arepas soy yo. Y añadí: - Pero como llevo tres días comiendo arepas con queso y aun hay harina, te preparo par de arepas y luego de dices si están buenas. Eso fue lo que acordamos y le gustaron. Fin de la harina de hacer arepas. Casi toso el viaje, lo pase en la cubierta de abajo jugando dominó. Ellos tienen sus reglas y no cuentan los tantos, si no es que van por partida ganada como si fuera un juego de damas, además no dejan que se tranque el juego. Yo les mostré como jugábamos nosotros, anotando y trancando, etc. A unos les gusto y a otros no. Uno de ellos con una cicatriz sobre la tetilla izquierda no le gustó la forma mía y yo no iba a discutir con alguien que se salvo de tremenda puñalada, así que jugamos a su manera. Me di cuenta que soy buen negociador. El barco fue un embarque* de principio a fin, cuando íbamos llegando a Belem, hicieron correr la voz de que nos llevaban al terminal privado de la empresa y pasamos de largo e terminal fluvial de pasajeros * un fraude. Arribamos a uno de los puertos de carga de Belem, rodeado por favelas y donde los taxistas hicieron de las suyas. Aunque no con migo, porque yo me quede a dormir en el barco dentro del muelle. Todo el viaje, incluso la llegada fue muy ruin. Había conocido un brasilero de padres peruanos, que era artesano e iba a Paraná. Entonces decidimos acompañarnos al día siguiente hasta la rodoviaria de la ciudad. Los días del romántico recorrido por el Río Amazonas están llegando a su fin y a un feo final, lástima. Yo tome un barco en el 2002 para la misma ruta y dieron buena comida, que iba incluida y nos dejaron en el muelle de pasajeros, a una distancia a pie de la Plaza República, donde hay hoteles y servicios. Además los naufragios ya no son algo extraordinario. Venía detrás de nosotros, un catamarán como de cuatro pisos, y sospecho que estarán buscando algo un sistema de transporte fluvial alternativo, para cuando este se cabe por completo. Como les dije, la corrupción la padecemos los ciudadanos de a pie, los que estamos en la base de la pirámide, en los servicios. Por el Río amazonas, entre Manaos y Belem de Pará
01: Llegada a Guarulhos en São Paulo
02: Estación Luz del Tren de São Paulo y Parque Luz
03: Sábado: The Free Wallking Tours. Parte 1
04: Domingo: The Free Wallking Tours. Parte 2
05: Cuiabá, calor y cordialidad
06: Cáceres; el comienzo de mi rocambolera hégira
07: Porto Velho en Rondonia.
08: Bogando hacia El Mitico Manaos
09: Yo y mi neumonía en Santa Elena de Üairén
10: Amazonas, la patria del agua
11: Belém do Pará, la puerta del amazonas brasilero
12: Rio de Janeiro, la capital carioca
13: Copacabana e Ipanema, que vaina tan buena
14: El Cristo del Corcovado, mas fino...
15: Al fín en Puerto Alegre, que alegria...
16: Recorriendo el centro de Porto Alegre
17: Shopings y del Gasometro al Guaíba en catamaran por el río
18: Parque Farroupilha (Redençao); su Lago y su Feria. E ida a Novo Hamburgo por tre
19: Del Paso los Libres a Buenos Aires. Argentina
20: San Miguel, provincia
21: Vacilando por San Miguel provincia
22: Foz Iguazu
23: Sao Paulo, Brasil...
24: Fin de año en Caracas. 2013
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