Después de desayunar, nos dimos el último baño en la laguna Bacalar y nos fuimos a la Riviera Maya, concretamente el hotel Bahía Príncipe Cobá. De camino pensábamos parar tal vez en Tulum, pero cuando pasamos por Tulum eran como las 13:00 y hacía muchísimo calor. Llamé al hotel y me dijeron que el check in era a las 15:00, pero si llegábamos antes podían ponernos la pulsera y pasar al buffet para comer, así que nos fuimos directos para allí.
Llegar al hotel Todo Incluido fue un gran contraste con todo lo que habíamos visto hasta ahora. La última hora de carretera ya notamos mucho más tráfico que en el resto de viaje y al entrar en el hotel, con ese lobby gigante, lleno de gente... echaba de menos los hotelitos pequeños y con encanto en los que habíamos estado hasta ahora. Comimos en el buffet y nos pasamos toda la tarde en la piscina, aprovechando las ventajas del todo incluido, incluido el bar en la piscina

No me voy a explayar con información sobre este hotel, porque ya hay muchos foros sobre el tema, así que os cuento lo que hicimos los 3 días completos que estuvimos en él:
Día 1: Akumal
El primer día en el hotel TI por la mañana fuimos a la playa del hotel. Este verano en Riviera Maya ha llegado mucho sargazo a las playas y la del hotel Bahía Príncipe tenía muchísimas algas. Había un tramo en el que habían limpiado y nos bañamos allí. La playa de este hotel tiene bastantes piedras, pero lo bueno es que tiene muchos peces en la misma playa, así que está muy bien para hacer snorkel incluso para los niños más pequeños como mi hija de 8 años. Vimos muchos peces de colores y algún lenguado.
Después piscina y buffet. Decidimos seguir un horario español y después de comer nos echamos la siesta. Cuando nos pusimos de nuevo en marcha eran como las 17:30. En Riviera Maya anochece sobre las 19:30, así que nos quedaban 2 horas de sol, pero todo cierra muy pronto, sobre las 17 o las 18. Queríamos visitar la playa de Akumal y nadar con tortugas, así que fuimos para allí (estaba muy cerca del hotel), pero al llegar nos dijeron que a esa hora el acceso estaba cerrado. Al final preguntando nos dejaron acceder a través de un camino pagando 50 pesos por persona. Realmente creo que nos timaron, porque simplemente nos acompañaron por un camino hasta unas casas que están abandonadas y siguiendo por la costa se llega a la playa de Akumal. Allí nos dimos un baño en la playa y buscamos las famosas tortugas pero no vimos ninguna


Día 2: Xel-ha
Este día lo pasamos entero en este parque. Se trata de una ensenada natural en la que han montado una especie de parque acuático, con algunas atracciones como tirolinas y un tobogán gigante que baja desde el mirador. También hay actividades como nadar con delfines o manatís pero tienen coste adicional.
Tras una caminata por la selva (tb se puede hacer en trenecito o bicis), se llega hasta el final del parque y allí se cogen unos flotadores para ir bajando por el río. La verdad es que llegamos un poco tarde y perdimos algo de tiempo en la entrada y cuando bajamos el río había muchísima gente. A medio camino dejamos los flotadores y pudimos disfrutar del snorkel y tirarnos por las tirolinas. Hay muchísimos peces y se ven muy bien.


La entrada es con todo incluido, así que comimos en el buffet y mientras algunos se echaban una siestecita en una tumbona otros seguimos haciendo snorkel. A última hora subimos al mirador (nos costó como media hora de cola) y los niños bajaron en el tobogán y los padres andando, porque somos un poco miedicas

No nos dio tiempo a verlo todo, enfrente del mirador por ejemplo hay una zona que tiene muy buena pinta para hacer snorkel en la que había muy poca gente y no pudimos explorar. Creo que el recorrido que hicimos nosotros es el que hace todo el mundo, es decir, empezar por el río y luego ir al mirador. Si volviera a ir, intentaría hacerlo en sentido contrario y seguramente por la mañana en el mirador haya menos gente y después de comer mucha menos gente también en el río.

El parque está bien, pero no deja de ser una especie de parque de atracciones, con mucha gente, y en mi opinión excesivamente caro. La entrada para los 4 me costó como 280 €

Día 3: Tulum
Este día después de desayunar nos fuimos directos a Tulum. En la entrada nos ofrecieron la visita a las ruinas + tour en barca al arrecife, pero decidimos visitar sólo las ruinas. En la entrada contratamos un guía oficial, que como ya comenté en Calakmul recomiendo para visitar las ruinas. Podíamos esperar a montar un grupo de 8, pero cogimos un guía para nosotros solos, no recuerdo el precio. El guía nos explicó por ejemplo por qué fundaron los mayas esta ciudad en la misma costa y también nos enseñó un edificio dedicado a la mujer en la que hay una figura de una mujer dando a luz. Si no te lo dice el guía, pasas por delante y no lo ves.


Os pongo algunas fotos, pero no son las típicas que aparecen en las postales, porque la playa de Tulum estaba llenísima de sargazo. Aun así son unas ruinas que merece la pena visitar. No os cuento el calor que hace, porque eso ya lo pone en todas las guías que he leido sobre Tulum.


A la salida hay muchas tiendas y aproveché para comprar algunos regalitos y luego nos fuimos al pueblo de Tulum a comprar algunas cosas para traer a España. Compramos concretamente chuches en una tiendita del pueblo, porque mi hija quiere hacer una fiesta de degustación de chuches mexicanas con sus amigos y en un supermercado cosas de comer como salsas picantes, patatas fritas picantes y un bote de cajeta.
Después comida en el buffet, tarde de piscina y cena en uno de los retaurantes del complejo Bahía Príncipe.
Día 4: Ultimo día
Recogimos todo para dejar la habitación y pasamos la mañana entre la playa y la piscina del hotel. Salimos con bastante tiempo para llegar sin problemas al aeropuerto y llegamos con casi 4 horas de antelación. Sólo un aviso, en el aeropuerto de Cancún el aire acondicionado está a tope. Después de tantos días de calor, pasé un frío tremendo y al haber facturado ya no puedes salir, así que os recomiendo llevar pantalón largo, una chaqueta y un fular o algo para abrigarse, al menos si sois frioleros como yo.
Y aquí termina nuestra aventura por el Yucatán. A pesar de la enfermedad de mi hijo, creo que ha sido un viaje muy bonito y en la última etapa os resumo algunas impresiones y consejos.