Día 13: Savuti- Chobe Riverfront
Nuestro periplo por la Botswana más salvaje y profunda llegaba a su fin y tocaba desplazarse desde Savuti hasta otra zona del Chobe National Park, concretamente el llamado Chobe Riverfront (o el área de la orilla del río, vaya). Así que teníamos por delante: desplazamiento hasta la zona del Riverfront, un rato de safari en 4x4 bordeando la orilla y luego por la tarde un crucero por el río hasta el atardecer, saliendo y finalizando en nuestro alojamiento de la jornada (el Cresta Mowana Safari Lodge).
El Chobe National Park es el lugar donde se concentran más elefantes en el continente africano (y en el mundo, en general), llegando a superar los 120.000 ejemplares (que a menudo van en manadas de más de 100 individuos). Aquí habitan los elefantes del Kalahari, los más grandes de su especie (aunque sus colmillos presentan el marfil algo más frágil y corto debido a la deficiencia de calcio de estos suelos). Pero en Chobe Riverfront no solo pueden verse elefantes, que los hay en cantidad, sino también cocodrilos, hipopótamos, otros herbívoros como las jirafas, búfalos y antílopes varios, y gran cantidad y variedad de aves. Sin duda un territorio lleno de vida que vale la pena explorar tanto por tierra como desde el río.
Normalmente los operadores ofrecen packs de safari en 4x4 por el Riverfront y crucero por el río, así que si vais por libre no tendréis problema para contratarlo en cualquier agencia o en vuestro alojamiento. Incluso hay excursiones de un día a Chobe desde Victoria Falls, si es que os encontráis en esa zona y tenéis tiempo de acercaros al país vecino a hacer un emocionante safari en uno de los lugares más ricos en fauna de Botswana. Os dejo el enlace a la web del parque, donde encontraréis toda la información:
www.chobenationalpark.com/park-info
Así que a las 5 estábamos en pie para desayunar a las 7 por última vez en nuestro campamento. Al parecer durante la noche se habían oído hienas bastante cerca y un tejón invadió la zona de cocina liándola parda, pero yo no me había enterado de nada. Mi mente ya se había habituado a los ruidos nocturnos de la sabana y dormía tranquilamente como un tronco .
A las 7 estábamos en marcha, íbamos justos de tiempo y no paramos a fotografiar animales, pero nada más empezar pudimos ver ñus, un águila rápaz, un racífero, jirafas, cebras, impalas… Sólo paramos a fotografiar al águila:
Hay que decir que en las pistas de arena de Savuti no es recomendable detenerse de golpe en cualquier zona, ya que es fácil encallar, así que tampoco podíamos pedir a los conductores que parasen cada cinco segundos . Sobre las 8:10-8:20 llegamos a Ghoha Gate y a partir de allí seguimos por pistas de tierra más anchas y practicables que los caminillos de cabras que habíamos transitado hasta el momento:
Poco antes de las 10, unas tres horas después de empezar la ruta, llegamos a una carretera de asfalto. Por fin nuestros traqueteados traseros podrían descansar y relajarse un rato… Un cartel indicaba que estábamos a 95 Km de Kasane, nuestro destino final del día. El paisaje va cambiando junto a la carretera, se ven llanuras, algunos poblados… Pasamos por un tramo bastante llano y pelado, pero luego vimos un lago con vacas pastando, baobabs y acacias. Finalmente aparece el río:
Dejamos atrás los poblados de Mabele y Muchenje hasta llegar a la Ngoma Gate sobre las 10:30. Ngoma Gate es una puerta de acceso al parque bastante cercana a Namibia. Hay baños y oficinas del parque, así que paramos 15 minutos para ir al lavabo y los conductores hicieron el papeleo pertinente. A la entrada hay un cartel que conmemora los 50 años de la independencia de Botswana:
"Unidos y orgullosos", el lema de la nación
Los habitantes de Botswana se sienten botswanos por delante de su pertenencia a cualquier tribu, y eso ha ayudado a que el país avance y se desarrolle con mucho más éxito que en otras zonas de áfrica donde prima el sentimiento de pertenencia a una tribu concreta (por ejemplo en Zimbabwe, donde la tribu que ostenta el poder es la que cuenta con más privilegios en detrimento del resto).
Sin embargo, no entramos al parque por allí, sino que seguimos por la carretera A33 durante una media hora y luego torcimos hacia la izquierda por un camino de tierra que nos llevaba más directamente a la zona donde queríamos ir. De nuevo volvíamos a las pistas de arena, aunque aquí el paisaje era más frondoso y menos seco que en Savuti, para empezar había muchos más árboles que allí.
Era una hora muy mala para ver animales, prácticamente mediodía, así que de camino a nuestra siguiente parada, el área de picnic de Serondela, tan solo avistamos impalas. Serían ya las 12 cuando llegamos al picnic site y montamos nuestro chiringuito: esta vez había varitas de soja (carne para los demás) y ensaladas de dos clases. De postre, fruta. Aquí hay que ir con mucho cuidado con los monos porque intentan llevarse todo lo que pillan, así que ni se os ocurra dejar la cartera sobre el techo del 4x4 en ningún momento (basado en un hecho real, le pasó a un turista que iba por libre recientemente).
En esa zona vimos huellas recientes de leones, parecía que habían estado por allí hacía poco, pero de nuevo se nos resistieron y no los vimos. Nuestra suerte con los felinos empezó y acabó en Moremi, aunque me consta que en Chobe también se pueden avistar (lo que pasa es que nos faltó tiempo para hacer un safari en 4x4 más a fondo y a horas más favorecedoras).
Sobre las 12:30 nos pusimos en marcha de nuevo, viendo impalas, jirafas y una carraca de pecho lila (éstas pueden tener hasta 11 colores diferentes en las plumas, son muy bonicas):
Era muuuuy raro que a esas alturas todavía no nos hubiéramos cruzado con ningún elefante, y efectivamente, ahí estaban :
Iban en dirección al río, así que los seguimos y pudimos disfrutar de un maravilloso espectáculo de vida en la ribera del Chobe:
Elefantes a la carrera hacia el río
En esta zona vimos un sable, un antílope que está en peligro de extinción y bastante difícil de ver porque hay muy pocos ejemplares. Los sables son capaces de cornear a los leones si los atacan, y tanto los machos como las hembras tienen cuernos:
También vimos jjirafas, impalas y muchos elefantes, había varias manadas cerca del río:
Muchos de los elefantes se revolcaban en el barro, esto lo hacen para protegerse del sol y los insectos y regular su temperatura corporal, no porque quieran tener un cutis más fino .
Otro de los antílopes que se pueden ver frecuentemente en Chobe es el kudu mayor. En el caso del kudu, únicamente los machos tienen cuernos, y son en forma de espiral. Vimos bastantes kudus machos ese día, incluso uno albino.
También pudimos ver hipopótamos, pero de lejos, búfalos y más jirafas.
Tras el recorrido por la orilla del río, salimos del parque por Sedudu Gate, la puerta más próxima a Kasane. Eran sobre las 14 y teníamos que instalarnos en el alojamiento antes del crucero, que salía a las 15 de allí mismo. En 15 minutos nos plantamos en el alojamiento: el Cresta Mowana Safari Lodge, situado en la orilla del río.
Es un sitio muy bonito con un gigantesco árbol en su núcleo, y con modernas habitaciones muy completas: nevera, aire acondicionado, ducha, bañera, secador, wifi… después de varios días totalmente incomunicados, volvíamos a la civilización y al internete . Éste era el interior de la habitación, la terracita y las vistas que teníamos:
Poco antes de las 15 nos dirigimos al pequeño embarcadero del propio lodge y empezaba nuestro crucero de tarde por el río Chobe. Había una guía del hotel que iba explicando lo que se iba viendo, y barra libre de bebidas (refrescos, agua o cerveza) y pica pica (nunca mejor dicho, porque hasta las patatas fritas de bolsa eran picantes cosa mala ).
Fuimos navegando relajadamente hasta alcanzar la entrada del parque en una media hora, y allí hay que acercarse a una especie de caseta y hacer los trámites. Mientras esperábamos, teníamos a este coleguilla al lado, tomando el sol:
También vimos una anhinga africana o pájaro serpiente. El nombre de “pájaro serpiente” se debe a su fino y largo cuello, el cual les da el aspecto de una serpiente cuando nadan con sus cuerpos sumergidos. Éste ya se estaba secando después del chapuzón:
Otros animales vistos desde el crucero, aunque no pongo foto de todos: impalas, más cocodrilos, elefantes, gansos espolonados, una grulla, martines pescadores, waterbucks, una manada de mangostas rayadas, hipopótamos, búfalos, marabús… en fin, una maravilla para cualquier amante de la fauna. Además, a esa hora ya hacía muy buena temperatura y era muy agradable ir deslizándose por el río en el crucero, contemplando aquel paisaje tan bello y lleno de vida. Unas cuantas imágenes:
Un marabú, otro de los catalogados como "5 feos", que son el marabú, el buitre, el facócero, la hiena y el ñu (también conseguimos verlos todos):
Sin embargo, la gran estrella de la tarde fue sin lugar a dudas un hipopótamo al que despertamos de su siesta y reaccionó dejándonos muy clara su opinión al respecto. Los hipopótamos "bostezan" para demostrar que están molestos por algo, no porque tengan sueño o hambre. Éste nos mostró repetidamente su dentadura, bastante perjudicada por cierto :
En cierto momento vimos una manada de elefantes cruzando el río al unísono, es fascinante contemplarlo: los adultos ayudan a los pequeños a cruzar y les van dando empujones para elevarlos y que lleguen bien a la superficie y puedan respirar. Es una maravilla verlos en acción… Había momentos que el más pequeñito quedaba totalmente sumergido y únicamente sobresalía su trompa, a modo de tubo de snorkel .
"Voy cruzando el ríooo..."
Finalmente vimos bastantes búfalos, hay grandes manadas en esta zona de Chobe.
Conforme la tarde iba cayendo, la paz inundaba el río Chobe y el entorno se volvía cada vez más idílico. Sin duda imágenes de una belleza y serenidad impresionantes, grabadas para siempre en nuestras retinas (y si no, tenemos mil fotos para recordarlas ):
El crucero regresó cuando el sol ya se estaba poniendo y pudimos disfrutar también de este espectáculo, otro atardecer de infarto:
Llegamos sobre las 18:15 al Cresta Mowana, más de tres horas de crucero. Luego pudimos descansar hasta la hora de la cena a las 19:30. Cenamos en el restaurante del hotel, un buffet libre espectacular, variado y rico. Altamente recomendable guardar algo de sitio para el buffet de postres, yo probé tres tipos distintos de tarta, a cuál mejor (tengo el estómago de postres muy desarrollado ). En resumen: tanto por las habitaciones, ubicación, comida e instalaciones, un alojamiento muy recomendable en Kasane. También podéis contratar los tours directamente con ellos, con el crucero quedamos muy contentos (aunque imagino que encontraréis opciones más económicas en alguna agencia de Kasane, quizá).
Nos retiramos temprano, sobre las 21:30, porque al día siguiente abandonábamos ya Botswana y de nuevo tocaba madrugar para minimizar las colas en la frontera con Zimbabwe… Nos esperaban dos maravillosos días disfrutando de las Cataratas Victoria antes de finalizar el viaje. Empezaba la recta final, pero habíamos aprovechado nuestros días al máximo y todavía nos esperaba un espectáculo de la naturaleza impresionante. ¡Pero eso ya será otra etapa!