En el quinto día de nuestro viaje, ya atracados en Aswan, vamos a ver una de las obras mas impresionantes en mi entender que se encuentran en Egipto, por ello considero que se constituye en una visita obligatoria si se tiene la oportunidad de venir y es el EL TEMPLO DE ABU SIMBEL, no solo es impresionante por su infraestructura si no por pertenecer a uno de los mas grandes faraones de la historia egipsia Ramses II, de quien hablamos un poco en nuestra visita al Templo de Luxor.
Para esta visita habíamos quedado en encontrarnos con nuestro guía Ahmed en el lobby del barco a las 4 am, ya que era necesario salir en la madrugada,para así llegar temprano y evitar la gran conglomeración de turistas que visitan este templo, toma unas cuatro horas en cada dirección, es una distancia de unos 230 kilómetros fáciles de recorrer y con muchísima seguridad, ya que las vías están totalmente militarizadas. Algo que me pareció curioso es que a las furgonetas que realizan el recorrida se les obliga que deben ir dos conductores, ya que para acceder al templo hay que pasar por el desierto del Sahara, y en grandes tramos de la carretera lo único que vez es arena.
El viaje fue bastante cómodo ya que teníamos la furgoneta solo para los tres y nuestro guía y por supuesto con aire acondicionado que se agradece ya que la vuelta suele ser bastante calurosa.
TEMPLOS DE ABU SIMBEL
El templo de Abu Simbel es un enorme complejo de templos excavados en la roca y situados cerca de la frontera de Egipto con Sudán. Consta de dos colosales templos (el Gran Templo de Ramses II y el Pequeño Templo de Nefertari), que fueron construidos en el siglo XIII a. C., durante el reinado del gran y poderoso Ramsés II. Aunque el conjunto de templos es conocido hoy en día como templo de Abu Simbel, en el pasado era denominado “Templo de Ramsés, amado por Amón”.
Según los ultimos estudios realizados se ha llegado a la conclusión de que la construcción del templo de Abu Simbel tardó 20 años en completarse y puede considerarse una de las obras mas extraordinarias y grandes realizadas en el Antiguo Egipto. A pesar de ser tan impresionante, este templo fue finalmente abandonado y cayo en el absoluto olvido, quedando enterrado bajo las arenas del desierto con el paso de los milenios, y solo fue re descubierto en la primera mitad del siglo XIX.
Este descubrimiento sería realizado por el viajero y geógrafo suizo Johann Ludwig Burckhardt (famoso principalmente por su descubrimiento de Petra en Jordania). Según cierta versión de los hechos, en 1813 Burckhardt remontaba el curso del Nilo cuando vio la parte superior del Gran Templo, que no había quedado totalmente cubierta por la arena. Más tarde, en 1817, el italiano Giovanni Battista Belzoni descubrió el resto.
En la década de 1960, el templo de Abu Simbel estaba amenazado por la construcción de la Presa Alta de Asuán y de quedar sumergido en las aguas del Lago Nasser. Es por ello que se decidió entonces que el monumento debía salvarse, finalmente se decidió que se desmontaría el templo para reconstruirlo a continuación en una nueva localización, 65 metros más alto. Esta tarea, que dio comienzo en 1964, finalizó en 1968, con 36 millones de dólares. El templo principal se redujo en 2.000 piezas gigantes, con un peso total de cerca de 40.000 toneladas y está considerada por muchos como una de las mayores gestas de la ingeniería arqueológica. Por la ayuda recibida, Egipto donó importantes tesoros y templos a otros países, como el Templo de Debod que se encuentra en Madrid.
El templo forma parte hoy en día del conjunto de Patrimonio Mundial de la UNESCO conocido como ‘Monumentos nubios desde Abu Simbel hasta Filé”. El templo de Abu Simbel es el monumento más visitado de Egipto después de las Pirámides de Guiza.
Después de esta brece descripción histórica, nos ponemos en materia, después de 4 horas de viaje llagamos al Complejo de Abu Simbel. La admisión a los dos templos es de 80 libras egipcias, unos 10 Euros. Como os dije en la primera parte de este diario de viaje, aquí recomiendo comprar los derechos para tomar fotos, si no estoy mal costaba unas 200 LE.
Nada más acceder al recinto, hay que caminar alrededor de 800 metros hasta llegar a los templos. Puedes tomar un atajo para llegar, pero te recomiendo que sigas el camino pavimentado que sólo es un poco más largo, pero tendrás unas vistas impresionantes de la primera parte del templo principal así como del entorno de la orilla del lago.
EL GRAN TEMPLO DE RAMSES II
Hasta el momento hemos visto muchos templos preciosos, pero como este ninguno, es absolutamente impresionante.
Este gran templo también es conocido como ‘El Templo de Riamsese-Meryamun’, construido por Ramsés II (que reinó entre el 1279 al 1213 a.C.), el Gran Templo de Abu Simbel es uno de los monumentos más extraordinarios de la arquitectura del antiguo Egipto, el cuál se dedicó no sólo a Amón-Ra, está dedicado además a otros dos dioses y a el propio Ramsés (que se erigió como Dios).
El templo se abre con un pórtico que conduce a un atrio y una terraza, donde se encuentra la impresionante fachada, excavada en la roca, de 35 metros de anchura por 30 metros de altura, en la que están los 4 famosos colosos sedentes de Ramsés II de unos 22 metros de altura. Estos colosos están acompañados de pequeñas figuras, colocadas entre las piernas, que representan a sus parientes.
Ya en el interior del templo se encuentra la gran sala hipóstila, de 18 metros de longitud y 16 de anchura cuyo techo está sostenido por 8 pilares osiríacos sobre los que se apoyan otros tantos colosos, 4 a cada lado que representan a Osiris con los rasgos de Ramsés II. Los de la izquierda llevan la corona del Alto Egipto y los de la derecha la corona Pschent (la doble corona símbolo de la unificación de las 2 Tierras). Cada uno de los colosos mide aproximadamente 10 metros de altura. El techo de la sala está decorado con pinturas que representan a la diosa Nejbet con las alas desplegadas y textos reales.
La decoración de las paredes muestra, de izquierda a derecha desde la entrada: Inmolación de prisioneros y cortejo de príncipes, escenas de batallas en Siria, Libia y Nubia junto a ofrendas, presentación de prisioneros a Ra-Harmajis y Ramsés II divinizado, la batalla de Qadesh e inmolación de prisioneros y princesas con el sistro.
A la derecha de la sala hay 4 cámaras laterales que, con techos estrellados, contienen diferentes grabados. A dos de ellas se accede desde la sala hipóstila y a las otras 2 a través de un pasaje que se abre también en la sala. A la izquierda otra cámara conduce a otras 2 salas, empleadas como habitaciones auxiliares del templo, para guardar objetos y no fueron nunca terminadas.
Justo al fondo se encuentra uno de los elementos más fascinantes del templo de Abu Simbel es el Sancta Sanctórum del Gran Templo. En este espacio sagrado encontramos cuatro estatuas 4 talladas en la roca que representan de izquierda a derecha a Ptah, Amón-Ra, Ramsés II divinizado y Ra-Horajti y al lado hay 2 puerstas laterales que dan acceso a 2 capillas. El templo fue construido de tal modo que dos veces al año, el 21 de febrero y el 22 de octubre en nuestro tiempo, los rayos del sol se abren camino directamente hasta el interior del Sancta Sanctórum, iluminando tres de las estatuas. La estatua de Ptah es la que se mantiene entre las sombras, algo cuya posible razón podría ser que era una deidad asociada al Inframundo. Tradicionalmente se ha creído que las dos fechas se corresponderían con el cumpleaños y la coronación del faraón, aunque no existe evidencia alguna que confirme esta hipótesis. En cualquier caso, se acepta que las dos fechas sin duda tienen alguna relación con importantes acontecimientos en la vida de Ramsés II.
Para terminar este tempo y seguir la visita al Templo de Nefertari os dejo un pequeño video que hice en el interior espero que lo disfrutéis .