En teoría hoy nos tocaba subir al TOR, pero resulta que había más niebla aún que el primer día. Así que fuimos a cambiar la cita.
No nos pusieron ningún problema. Es más, ya nos dijeron en las taquillas que la visibilidad era 0. Pedimos la cita para nuestro último día, que ya tendríamos que subir sí o sí.

Seguimos con la ruta pensada que era acercarnos a la nueva zona de HoudsonYards. Cogimos el metro y allí que nos plantamos.
Hicimos fotos a TheVessel que me encantó y a los nuevos edificios. Buscamos el local de The Little Spain para dar una vuelta, pero nos dijeron que hasta las 4 de la tarde no abría.
Empezamos a pasear por HightLine pero se puso a llover, así que hicimos el recorrido más deprisa de lo que nos hubiera gustado.
Al llegar a la zona del Chelsea Market nos desorientamos un poco y nos costó encontrar la “salida”. Preguntamos a un chico que estaba limpiando por allí y nos indicó unas escaleras que bajan de Hight Line a la calle y acaban en un lateral del edificio del mercado.
Pudimos pasear tranquilamente dentro del mercado mientras llovía fuera, y curiosear por las tiendas porque no había demasiada gente. Nos hubiera gustado probar los famosos tacos pero era muy pronto y aun no habían abierto.
De ahí nos fuimos a pasear por la zona de Greenwich Av. Viendo las callecitas y los parques. En esa zona parece que estás en Londres, muy diferente a lo que habíamos visto hasta ahora.
Fuimos a hacernos la foto de rigor junto al edificio de Friends y como empezó a llover más fuerte nos tuvimos que refugiar en un Starbucks tomando un par de cafés y hacer uso del wifi.

Desde allí subimos a UnionSquare donde había una concentración pidiendo la legalización del uso de la marihuana. En un lateral había puestos de un mercadillo, pero muchos de ellos ya estaban recogiendo.
Al salir de la plaza vimos una tienda de deportes y entramos a curiosear. Después de ver los precios de Century 21 todo nos parecía caro jejeje. Pero sí que compramos unas pelotas de béisbol normales y corrientes para traer de recuerdo. Mucho más baratas que las que vendían en las tiendas de souvenir. Supongo que son las bolas que ellos utilizan para jugar habitualmente.
Como era la hora de comer y empezaba a salir el sol nos planteamos cambiar el plan y subir a Central Park a disfrutar la tarde, así que nos compramos unas porciones de pizza y unos refrescos y nos sentamos a comer frente al Flatiron en un parquecillo. Me gustó mucho la idea de tener mesas y sillas en todos los parques para uso de todos. Como terrazas de uso libre donde comer algo tranquilamente.
Una vez que salimos del metro cerca de Central Park fuimos a alquilar unas bicis (con la Seightseen) en Fancy Apple.

Nos ofrecieron un seguro por unos 3 $ cada uno y sí que lo cogimos (nunca se sabe). Lo que no cogimos fue el pack de casco + candado + cestita. No lo vimos necesario.
Una vez que nos dieron las bicis ajustadas a nuestro tamaño nos fuimos a Central Park andando por la acera, sin montar. Hasta que no atravesamos la entrada del parque no pudimos montar.
Pasamos casi 3 horas recorriendo el parque. Hicimos todo el circuito que se puede hacer con bici y además parábamos para buscar los sitios más emblemáticos, hacer fotos, descansar… En los senderos en los que no se puede ir montado se puede pasar andando con la bici de la mano. Fue de las mejores experiencias que vivimos ya que nosotros montamos en bici habitualmente y hacerlo allí era un sueño.
Para terminar, nos sentamos en el césped con un par de perritos antes de ir a devolver las bicis.
Para terminar la jornada, nos cogimos el metro hasta la zona del hotel y nos fuimos andando (10 min) hasta la orilla del río. Fuimos al parque Gantry Plaza State desde el que hay unas vistas preciosas del skyline de Midtown. Allí está el cartel luminoso de Pepsi que habréis visto en alguna foto. A esas horas ya estaban todos los edificios iluminados así que nos quedamos un rato admirando las vistas.

A la vuelta paramos en una cervecería dónde fabrican su propia cerveza, Rockaway, para probar alguna de ellas. Como era sábado por la noche había ambiente de fiesta en algunos locales. Nos dio la impresión que era una zona industrial que se estaba transformando en zona residencial y de copas. Veíamos casas en construcción, algunas ya habitadas y naves industriales en La misma calle. A pesar de no ser una zona turística, en ningún momento tuvimos sensación de inseguridad.
Por último, compramos algo de comer en el súper y cenamos en la cocina del hostel.










