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Salimos de Parada de Sil pronto y en la carretera que va hacia el Monasterio de Santo Estevo nos encontramos con el Mirador de Cabezoas en el que recomiendo parar.
Tras hacer unas fotos seguimos hacia Santo Estevo que es un Parador Nacional. El monasterio es más monumental que el de Santa Cristina, se puede visitar la iglesia y el claustro. También hay rutas de senderismo que pasan por este monasterio por lo que se puede dar un paseo por el entorno que es precioso. Como era pronto pudimos aparcar en el parking exterior justo en el monasterio pero si hay más gente se puede aparcar en una zona que hay habilitada antes de bajar hacia el monasterio y luego ir andando.
Había estado mirando si por la zona había alguna granja que se pudiera visitar con mi hija y lo único que encontré fue la Finca A Tellada que está cerca del camino que hay que hacer entre el Monasterio de Santo Estevo y el de San Pedro de Rocas. Esta granja se dedica a la cría de ovejas y cerdos autóctonos de la zona y de momento no tiene visitas organizadas pero llamando unos días antes me atendió el dueño que me dijo que podíamos pasarnos y nos recibió cuando llegamos. Fue muy amable enseñándonos las ovejas, la finca e incluso nos acompañó a ver la iglesia del pueblo. No nos quiso cobrar nada aunque sí que quiere ir organizando visitas más estructuradas y empezar a cobrar. Si estáis interesados en visitarla podéis ver la página web y llamar.
Después de visitar la granja fuimos al Monasterio de San Pedro de Rocas, hay una pequeña zona de aparcamiento en la que no tuvimos problemas para aparcar. El monasterio es el más antiguo de Galicia. Lo más curioso es el campanario al que se puede subir por una escalera y hacerse unas fotos arriba, para ello hay que hacerlo con precaución, mi marido y yo subimos por separado pero no dejamos subir a mi hija por evitar una caída ya que había bastante altura. En caso de estar mojado creo que sería mejor no subir. También muy interesante en el interior de las capillas un montón de sarcófagos antropomorfos. Como en toda esta zona el paisaje es precioso y hay una ruta de senderismo que pasa por el monasterio. Cerca del campanario hay una indicación a la Fuente de San Bieito que recomiendo seguir ya que es un paseo de 5 minutos y es curioso de ver. En otro edificio hay un pequeño museo que aunque no lo veo muy interesante para los adultos a mi hija le encantó porque había varios "photocall" para hacerse fotos divertidas, un rompecabezas gigante que estuvimos haciendo y varios juegos interactivos.
Teníamos pensado comer por la zona de los monasterios pero como era pronto decidimos ir a comer a Parada de Sil para poder descansar en el apartamento después de comer y estar luego más cerca para recorrer por la tarde las pasarelas del rio Mao. Sobre la marcha llamé para reservar para comer en alguno de los restaurantes del pueblo pero alguno ya estaba completo y al final reserve en un bar-restaurante que se llama Casa Mercedes y que nos había recomendado para comer de raciones el dueño del apartamento. Una vez llegamos y ya habíamos pedido la comida nos dice la camarera que han tenido un avería en el gas y que no pueden hacer nada de comida caliente y que esperan en poco tiempo que venga un técnico y se solucione el problema. Mientras tanto nos fue poniendo algo de comida fría que habíamos pedido y tuvimos que esperar un montón hasta que lo arreglaron y nos trajeron la comida caliente. Total que no fue una buena experiencia, la comida nos pareció corriente aunque es verdad que todo era muy barato.
Aunque no vimos excesiva gente en la zona para ser puente en Madrid es cierto que en los restaurantes sí que tuvimos que reservar el día antes y en algunos a los que queríamos ir ya no había sitio por lo que en temporada alta recomiendo reservar con antelación.
Después de una pequeña siesta nos fuimos hacia las pasarelas del Rio Mao, para llegar a ellas hay que aparcar en el Albergue Fabrica de la Luz. Nosotros aparcamos a un lado de la carretera una vez pasado el Albergue ya que la zona habilitada de aparcamiento en la carretera estaba llena. Después bajamos andando hacia el Albergue y descubrimos que bajando en coche por una cuesta que lleva al Albergue había un parking de tierra con bastante sitio libre para aparcar. Dada la hora que era decidimos hacer solo el paseo ida y vuelta por las pasarelas que son unos 3 km y nos llevó 1 hora y cuarto parando para hacer fotos. Es un paseo muy bonito que puede hacer todo el mundo pero hay que bajar y subir unas 250 escaleras (según se entretuvo en contar mi hija) por lo que no recomiendo hacerlo con carrito de bebés. Una vez acaban las pasarelas se puede seguir para hacer una ruta de senderismo más larga, nosotros no lo hicimos pero sí seguimos un poco más y se llega a una zona del rio donde se puede bajar a tocar el agua y es muy agradable y se hacen fotos bonitas.
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