Despertamos en nuestra mansión y nos pusimos pronto en marcha, nos esperaba un largo día de carretera pero haríamos varias paradas interesantes por el camino. Nos despedimos de nuestros anfitriones, y cogimos nuestro pequeño bólido tomando algo de fruta y snacks de nuestro alijo.
Hora y media más tarde llegamos a nuestro primer destino Othello Tunnels: Cinco túneles ferroviarios ya cerrados junto a un cañón.

Acabábamos de empezar y ya fuimos intuyendo la magnífica naturaleza que nos iba a mostrar Canadá.

Hicimos el fácil recorrido ida y vuelta y tomamos algunas fotos. De vuelta al coche, nos dimos cuenta de que hacía rato que no teníamos cobertura…. No la íbamos a recuperar hasta que llegáramos a Jasper, pero eso aún no lo sabíamos. Siendo así, pusimos en marcha la aplicación offline maps.me para guiarnos durante más de 300km, parando sólo a repostar gasolina (45$ CAD llenar el depósito) y a tomarnos unas ensaladas de nuestro stock en el merendero de una estación de servicio. El largo camino no se nos hizo pesado porque estábamos disfrutando e un montón de tópicos americanos, infinitas carreteras, montañas, ranchos, enormes camiones y caravanas, moteros, moteles…
Tres horas y media más tarde llegamos al siguiente punto que teníamos parcado: Spahat Falls, dentro del parque provincial de Wells Gray. Dejamos el coche en el parking y caminamos unos 200 metros entre pinos eschcuando el sonido de la casacada…. Un sonido que prometía….Y promesa cumplida.

Una caída impresionante a pedar de que la fuerza del agua ya había indo erosionando la montaña hasta casi la mitad. Nos quedamos un buen rato embobados mirándola la cascada…. Canadá iba a ser apoteósico, ya nos había quedado claro.
Continuamos unos kilómetros más hasta Helmcken Falls, la siguiente parada. No sabemos si era porque ya era última hora de la tarde pero apenas encotramos gente en estos puntos. Aparcamos y a pocos metros del parking vimos la que sabemos que será la cascada más bonita que tendremos delante jamás.

Aquí comprendimos esa frase que tanto había leído cuando investigaba sobre el destino: Las fotos no hacen justicia. Es imposible captar la inmensidad, las dimensiones, la magnitud de todo lo que vimos allí y las Helmcken Falls fueron la priemra muestra de ello y una de las más significativas.

Como aún quedaban unas horas de luz, quisimos acercadnos a Bailey’s Chute, un punto donde supone que se puede ver el salto del salmón. Desde ya os digo que no merece la pena, son sólo unos 18 km más pero por una carretera de tierra en mal estado… y luego allí no vimos nada. Por no haber no había ni gente, yo estaba más preocupada por que saliera un oso de repente.
Deshaciendo el camino hecho, regresamos a la carretera principal no sin antes visitar el último punto que teníamos en Wells Gray Provincial Park, las Dawson Falls. Dejamos el coche en el parking, donde sólo había otro más pero ni rastro de gente. El sol ya se empezaba a esconder y a lo lejos oíamos el rugido de la cascada… pero para llegar a ella tuvimos que andar 700m desde el parking por un estrecho sendero rodeado de árboles y maleza…. Yo iba atarrrorizada pensando en osos, así que me puse ha aplaudir y a hablar muy alto para espantarlos.
Finalmente llegamos y vimos la cascada, con poca caída pero con un caudal enorme.

La visita fue fugaz porque en mi mente había más osos que agua y cuando regresamos al coche respiré aliviada. Mi novio, con razón, me dijo que si iba a estar así de tensa, mal iba…. Bueno pues a todo esto, íbamos por la solitaria carretera de vuelta a la la autovía 5 cuando de repente, a un lado de la carretera entre la hierba vi algo negro: ¡UN OSO! Desde luego deseaba ver uno y verlo de esa manera, desde el coche. Era un oso negro, menos peligroso que el grizzly. Aminoramos la marcha hasta ponernos a su altura, pero se escondió detrás de un árbol y se nos quedó mirando. ¡Qué preciosidad de animal! Justo cuando íbamos a sacar la cámara, se asustó y se cruzó al otro lado de la carretera, desapareciendo entre la maleza. ¡Menudo primer día en la naturaleza canadiense!
Ya de vuelta en la Highway 5, aún nos quedaban unos 100km hasta el pueblo de Avola, donde dormíamos esa noche. Estre tramo del trayecto se nos hizo ya muy pesado, ya eran muchos km y horas de coche y además estaba completamento oscuro, sin farolas.
Cuando llegamos al pueblo nos sorprendió lo pequeño que era, apenas una gasolinera y unas casas. Con la escasa iluminación nos fue difícil encontrar nuestro alojamiento, pero por suerte intuimos un cartel y para allá que fuimos: Un típico bar americano para moternos y camioneros con un par de cabañas de madera para pernoctar.
Yo llegué un poco mareada así que descansamos un rato en la habitación (equipada con tv y una infinidad de clásicos en VHS) y después fuimos al restaurante a dar buena cuenta de un par de coca colas y unas amburguesas que se jactaban de ser las mejores de Canadá. No sé si las mejores, pero estaban bastante buenas…. El ambiente con unos parroquianos tatuados con chalecos de cuero, música rock, el billar y la decoración con matrículas y billetes de todo el mundo ayudó.
Muy cansados por todo el trayecto, dormimos como bebés después de dar noticias a la familia gracias al wifi del hotel.
GASTOS DEL DÍA PARA DOS PERSONAS
- Gasolina: 45$ CAD
- Cena: 27$ CAD (con propina)
Total gastos del día: 72$ CAD (49€)