Día 7
Fuimos a desayunar sobre las nueve de la mañana, teníamos el día bastante tranquilo, a las 11:30h nos personamos en Lapland Safaris donde teníamos reservada la excursión con los huskies a las doce del mediodía., así teníamos tiempo para ponernos todo el equipamiento, mono, botas, calcetines gruesos, etc.

Nos recogieron en un autobús para dirigirnos al parque nacional Pallas, donde estaba localizada la granja con los huskies.

En veinte minutos llegamos allí, yo iba tranquilo pensando que era un paseo que nos llevaban en el trineo o mushing, pero nada de eso, tenia que hacer de musher, y dirigir el trineo, nos dieron las recomendaciones oportunas, que en caso de imprudencia , todas terminaban con roturas de tobillos o de brazos.

Una vez todo explicado nos indicaron a cada pareja cual era nuestro trineo o mushing, cada uno iba tirado por cinco perros, los dos delanteros que guiaban, uno central y dos traseros que en nuestro caso había uno que estaba cono una cabra, todo el rato saltando y dando tirones.


El recorrido elegido fue de 5 kilómetros, como al inicio del trayecto tenia que estar frenando todo el rato ya que nuestros perros corrían demasiado, nos paro uno de los guías que iba en moto de nieve , esperamos un poco y le dimos marcha, parece mentira la fuerza que tienen cinco huskies, al finalizar la actividad, nos llevaron dentro de una cabaña, donde nos tomamos un té de bayas con galletas. Ya más atemperados fuimos a ver los cachorros de huskie, que son una auténtica monada.



Regresamos en el bus otra vez al centro de Lapland safaris para devolver toda la vestimenta.
Para comer fuimos al Káfet cafe & bakery, ya que mi esposa tenía antojo de sopa, un gran descubrimiento, un lugar acogedor, relativamente económico y donde la comida está muy sabrosa, eso si, si queréis sopa no vayáis muy tarde ya que como es casera se termina pronto, ese fue nuestro caso, no hay problema lo intentaríamos al día siguiente. El menú de sopa, que incluye ensalada, pan, té o café, tiene un precio de 9,50€, algo difícil de encontrar en este país.. Este día nos comimos unas burguer.

Entre unas cosas y otras ya eran las cuatro de tarde, nos fuimos a hacer unas partidas de bowling que estaba situado en el mismo edificio que el spa del día anterior, en la población hay varias boleras, karaokes y coctelerías, no me extraña ya que hay muchas horas de noche y algo hay que hacer para distraerse.


Para cenar nos decidimos por un restaurante mexicano, se nota que Levi es muy turístico ya que, a diferencia de otras poblaciones, hay una gran variedad de restaurantes. El restaurante se llama Northern Cowboy, la comida muy correcta y unos precios interesantes, nos comimos una quesadilla y unos burritos, regados con unas cervezas.

Visto que aunque teníamos otra vez una aurora encima según la app de seguimiento, estaba el cielo completamente nublado y nevando regresamos al hotel.