También nos fuimos en metro a ver La Nueva Sinagoga, que para entrar tuvimos una larga cola, y nos sentamos en el bar de la esquina a tomarnos un capuchino. Lo que más me llamo la atención de la sinagoga es su cúpula con dibujos en dorado, mucho más ornamentada de lo que uno está acostumbrado a ver en una sinagoga.

Berlín tiene contrastes a cada paso, podemos pasar del imperio a la modernidad en solo unas pocas estaciones de metro. Ese es el caso de la
Postdamer Platz una plaza cerrada con techo de vidrio, junto a edificios de acero y vidrio, la plaza tiene muchos bares y restaurantes, un lugar curioso con mucha gente joven en sus terrazas.

Otra curiosidad de la ciudad son los semáforos con muñequitos verde caminando o rojo parado. Hay muchos en las casas de suvenir para llevarte los muñequitos de recuerdo.


Creo que cerca de la Postdamer Platz estaba la Iglesia en recuerdo del Emperador Guillermo a la que llaman “la muela picada” porque después de la II guerra mundial, la restauraron excepto una de sus torres que dejaron con la destrucción que le quedo de un bombardeo. Impresionante. En contraposición justo enfrente construyeron una iglesia hiper moderna.

De ahí nos fuimos a conocer el centro comercial KADEWE que vendría a ser como las Galerías Lafayette de Paris, de la Alemania comunista, salvando toooooodas las diferencias.
En Berlín visitamos otro par de iglesias, la Nikolaikirche y la St. Marienkirche, pero si tuviera que elegir cual visitar diría la “muela picada”.
Otra curiosidad que hemos visto en las calles de Berlín son las bicicletas cerveceras, como las describo?? No hay mejor descripción que una imagen

La foto me quedó bastante bien teniendo en cuenta que la saqué mientras pasaba, claro que como justo paró me dio tiempo, y hasta yo saque una foto decente