Habíamos ido planificando la ruta en función del clima que íbamos viendo haría al día siguiente.
Está información la consultábamos a traves de la página oficial islandesa Verdu.is.
Lo cierto es que no nos llovió prácticamente nada, con lo que realmente no tuvimos que variar mucho.
Ese día sí llovió durante toda la noche.
Cuando nos despertamos a eso de las 07:30, había dejado de llover y hacía un día más que aceptable.
Eso sí, hacía bastante aire.
Desayunamos unas tortitas, mientras las niñas dormían.
Ese día se despertaron algo más tarde. El cansancio del viaje ya se les notaba.
Mientras arreglaba la caravana las niñas jugaban con mi mujer en el parque.
Cuando terminé fuimos a hacer unas compras en el centro comercial que hay en Vik. Les había prometido a las niñas que les iba a comprar unos peluches:
Aproveché también para comprarme un parche de Islandia para mí colección:
Cuando terminamos Nos fuimos a ver los acantilados.
Tenía muchas ganas de ver Pufins, ya que en Escocia no pude verlos.
De camino:
Aparcamos en el parking y fuimos andando hasta lo alto.
Me parece ver sobrevolando uno, no, no es...hay muchos pájaros volando, me habré equivocado
Sigo andando y....
Muuuuchos Pufins volando y posados sobre el acantilado.
Qué espectáculo.
Estaban a centímetros de nosotros.
Estuvimos bastante rato viéndolos volar, posados....
Cuando les hicimos todas las fotos que nos vino bien, nos fuimos a la playa de arena negra Reynisfjara.
Llegamos a la paya y disfrutamos del paisaje que nos ofrecía.
Arena negra, cueva con columnas de basalto, Trolls petrificados saliendo del agua a un lado, Arco de Dyrhólaey al otro lado...
Disfrutamos mucho de ese lugar.
Las niñas jugaron durante bastante rato con la arena negra, mientras nosotros no nos cansamos de sacar fotos desde todos los ángulos.
Llenaron una bolsita con arena negra para después en España llenar botellitas y tener un recuerdo Islandés.
Después fuimos haciendo camino hacia Skaftafell, donde se encontraba el camping más cercano a nuestro destino más alejado, Jokulsarlon.
De camino paramos en Laufskálavarda.
Hicimos una montañita propia y comimos en el parking: macarrones con pollo, crepe de choco y café.
Luego pasamos por los campos de lava de Eldhraun.
Un paisaje muy curioso.
Después seguimos hasta el cañón Fjadrárgljúfur.
Dimos una pequeña caminata hasta llegar al mirador.
Allí disfrutamos de las vistas y volvimos para seguir nuestro camino.
La siguiente parada fue el suelo de iglesia Kirkjugolf.
Aquí ya el cansancio hizo mella en el resto de familia y solo yo fui a verlo.
Regresé y seguimos en dirección a Skaftafell Camping.
Ya al llegar a Skaftafell pudimos contemplar desde la carretera, las lenguas glaciares del parque nacional de Skaftafell, pertenecientes al glaciar Vatnojökull.
Estábamos algo cansados de preparar comidas, así que decidimos parar en un restaurante de carretera "Veitingasala Restaurant, Shop, And Gas".
Allí cenamos estofado de cordero en salsa con patatas y ensalada de remolacha, col, maíz y lechuga. De postre coca con dulce por encima. Luego un café con leche calentito que venía muy bien.
Llegamos a un camping de la zona, pero no nos quedamos ya que no tenía electricidad.
Así que volvimos atrás 10 minutos a Skaftafell Camping.
Allí pasamos la noche.
Aunque me costó bastante encontrar un enchufe libre, al final encontramos uno al que engancharnos.
Mientras mi mujer y yo nos relajábamos sentados, las niñas jugaban a peleas con unos palos, con resultado lesivo
Palazo contra el ojo de mi hija mayor.
Nada, golpe sin importancia.
Cenamos, miro la ruta del día siguiente y a dormir.
Está información la consultábamos a traves de la página oficial islandesa Verdu.is.
Lo cierto es que no nos llovió prácticamente nada, con lo que realmente no tuvimos que variar mucho.
Ese día sí llovió durante toda la noche.
Cuando nos despertamos a eso de las 07:30, había dejado de llover y hacía un día más que aceptable.
Eso sí, hacía bastante aire.
Desayunamos unas tortitas, mientras las niñas dormían.
Ese día se despertaron algo más tarde. El cansancio del viaje ya se les notaba.
Mientras arreglaba la caravana las niñas jugaban con mi mujer en el parque.
Cuando terminé fuimos a hacer unas compras en el centro comercial que hay en Vik. Les había prometido a las niñas que les iba a comprar unos peluches:
Aproveché también para comprarme un parche de Islandia para mí colección:
Cuando terminamos Nos fuimos a ver los acantilados.
Tenía muchas ganas de ver Pufins, ya que en Escocia no pude verlos.
De camino:
Aparcamos en el parking y fuimos andando hasta lo alto.
Me parece ver sobrevolando uno, no, no es...hay muchos pájaros volando, me habré equivocado
Sigo andando y....
Muuuuchos Pufins volando y posados sobre el acantilado.
Qué espectáculo.
Estaban a centímetros de nosotros.
Estuvimos bastante rato viéndolos volar, posados....
Cuando les hicimos todas las fotos que nos vino bien, nos fuimos a la playa de arena negra Reynisfjara.
Llegamos a la paya y disfrutamos del paisaje que nos ofrecía.
Arena negra, cueva con columnas de basalto, Trolls petrificados saliendo del agua a un lado, Arco de Dyrhólaey al otro lado...
Disfrutamos mucho de ese lugar.
Las niñas jugaron durante bastante rato con la arena negra, mientras nosotros no nos cansamos de sacar fotos desde todos los ángulos.
Llenaron una bolsita con arena negra para después en España llenar botellitas y tener un recuerdo Islandés.
Después fuimos haciendo camino hacia Skaftafell, donde se encontraba el camping más cercano a nuestro destino más alejado, Jokulsarlon.
De camino paramos en Laufskálavarda.
Hicimos una montañita propia y comimos en el parking: macarrones con pollo, crepe de choco y café.
Luego pasamos por los campos de lava de Eldhraun.
Un paisaje muy curioso.
Después seguimos hasta el cañón Fjadrárgljúfur.
Dimos una pequeña caminata hasta llegar al mirador.
Allí disfrutamos de las vistas y volvimos para seguir nuestro camino.
La siguiente parada fue el suelo de iglesia Kirkjugolf.
Aquí ya el cansancio hizo mella en el resto de familia y solo yo fui a verlo.
Regresé y seguimos en dirección a Skaftafell Camping.
Ya al llegar a Skaftafell pudimos contemplar desde la carretera, las lenguas glaciares del parque nacional de Skaftafell, pertenecientes al glaciar Vatnojökull.
Estábamos algo cansados de preparar comidas, así que decidimos parar en un restaurante de carretera "Veitingasala Restaurant, Shop, And Gas".
Allí cenamos estofado de cordero en salsa con patatas y ensalada de remolacha, col, maíz y lechuga. De postre coca con dulce por encima. Luego un café con leche calentito que venía muy bien.
Llegamos a un camping de la zona, pero no nos quedamos ya que no tenía electricidad.
Así que volvimos atrás 10 minutos a Skaftafell Camping.
Allí pasamos la noche.
Aunque me costó bastante encontrar un enchufe libre, al final encontramos uno al que engancharnos.
Mientras mi mujer y yo nos relajábamos sentados, las niñas jugaban a peleas con unos palos, con resultado lesivo
Palazo contra el ojo de mi hija mayor.
Nada, golpe sin importancia.
Cenamos, miro la ruta del día siguiente y a dormir.