El despertador sonó más temprano que cualquier otro día, pues la primera parada de hoy era irse al barrio de Harlem, a disfrutar, entre otras cosas, de una misa Gospel auténtica. Como no me gusta estar luego con el tiempo encima, a las 6:00 ya estaba despierto. Así que tras prepararme y tomarme un buen desayuno, me dirigí al metro. El itinerario para el día de hoy era el siguiente:
El Tour Gospel lo reservé en InsideOutTours a través del Explorer Pass, ya que lo incluían como atracción canjeable, y como siempre, es recomendable hacer la reserva con tiempo (yo ya la dejé hecha antes de salir de España). Mi tour empezaba a las 8:30 en Harlem, en el cruce de Malcolm X Blvd. con W 135 Street, y había que estar allí 15 minutos antes de la hora para revisar las reservas de todos.
Para llegar hasta allí desde mi parada de metro, la 34 St Penn Station, tenía que coger la línea 2 o 3 (línea roja) hasta la parada 135 St. y el tiempo estimado del recorrido era de una media hora. Ya me encontraba en el andén correspondiente pasadas las 7:20 para llegar con tiempo de sobra cuando de repente, veo que llega el metro con la línea que tenía que tomar justo en el andén de enfrente, me quedé unos segundos pensando y eché a correr al otro andén. No llegué a tiempo a subirme... ya extrañado, comprobé bien todas las indicaciones para ver por qué había parado en otro andén del que indicaba y tras preguntar me dijeron que a veces esto ocurre pero que lo avisan con tiempo por la megafonía. Ya más tranquilo volví al andén donde estaba al principio, los minutos pasaban y por esa estación no aparecía ningún otro tren de la línea 2 o 3, sólo de la 1, y me empecé a poner un poco nervioso. Llevaba esperando más de media hora, eran incluso pasadas las 8:00 y ya me veía llamando para informar de que no iba a llegar a tiempo, cuando de repente, en el andén de enfrente, veo que en el cartel ponía que llega un metro de la línea 2, así que eché a correr todo lo posible y está vez sí conseguí subirme.
Ya dentro del vagón, un poco preocupado por la hora, decidí buscar si había habido alguna indecencia en la línea por el tiempo de espera tan largo que llevaban, y tras informarme, me di cuenta de que hoy era domingo, e indicaban que la frecuencia era menor a entre diario. Eso sí, nunca me habría podido imaginar que era tan escasa la frecuencia.
Menos mal que tardó un poco menos de la media hora que indicaba el Google Maps, y con suerte a las 8:30 estaba saliendo corriendo a la calle. Solo me quedaba cruzar la calle para llegar al punto de encuentro, en el cual había unas cuantas personas, aún no habían salido al tour. Entregué la reserva a una chica que había allí, la cual era nuestra guía, y me dijo que esperara unos minutos allí a que llegara todo el mundo. Estuvimos casi media hora esperando a que llegara todo el mundo, no se si esto es común o sólo fue este día, pero si lo llego a saber no habría andado tan preocupado.
Se me había pasado decir un dato importante, y es que el tour era en inglés, no había opción a otros idiomas en el momento que lo reservé. A las 9:00 aproximadamente comenzó el tour, y no es en mini-van ni nada por el estilo, es andado, con una duración de casi 3 horas.
El tour recorre los lugares culturales más emblemáticos de Harlem, como por ejemplo, el Teatro Apollo o la Iglesia Bautista Abisinia y también por algunas de las calles más emblemáticas, como Striver's Row o Malcolm X. Si tenéis un poco de nivel de inglés si que recomiendo que lo hagáis, al menos nuestra guía si que se preocupaba en todo momento por vocalizar lo máximo posible y de hablar alto durante las explicaciones, además si no entendías algo o querías saber más, podías preguntarle en lo que vais de un lugar a otro.
Para finalizar el recorrido, os llevarán hasta una Iglesia de la zona para poder participar en una misa Gospel. La parte andando duró unas 2 horas, y la misa unos 45 minutos. La verdad que me sorprendió bastante y me gustó la forma de dar las misas, bastantes diferentes a las acostumbradas, muy centradas en crecer como persona y como sociedad, y las partes de los cánticos, vaya voces...
Lo único negativo que no me terminó de convencer, es que en esa Iglesia nos juntamos varios grupos de distintos tours, por lo que la mitad de la misma la llenamos turistas. Aunque si que me pareció interesante el recorrido y las distintas historias que nos contó, creo que es más recomendable hacerlo por cuenta de cada uno y buscar una Iglesia a la que no asistan tantos turistas.
A eso de las 12:00 ya estábamos fuera, y mi siguiente parada era el Museo Metropolitano de Arte. Ninguna parada cercana de metro me llevaba allí de forma directa, así que opté por pedir un Uber. Como era mi primera vez usando este servicio, al momento de registrarme me enviaron un cupón de un 20% si no recuerdo mal, y el trayecto desde Harlem hasta el MET se quedó en unos 6$. Esperé en la entrada de la propia Iglesia a que llegara el conductor, y al minuto de reservarlo ya estaba ahí. Me esperaba un coche moderno, pero nada que ver, era un clásico americano (no recuerdo la marca) bastante ancho y con todo el interior de cuero blanco, me sentía como un niño con una piruleta sentado en el asiento del copiloto.
En menos de 10 minutos ya me encontraba en la puerta del MET, como aún era más o menos pronto, aproveché a ver por fuera el Museo Solomon R. Guggenheim y a dar una vuelta por la zona para buscar dónde comer. Como hacia tan bueno, al final me decante por comer unos perritos calientes en las mismas escaleras del museo, había un puesto de comida que los vendía justo ahí y tenía buena pinta y unos precios razonables.
Un poco antes de las 13:00 ya estaba solicitando la entrada del museo en los mostradores con la Explorer Pass. La entrada dura tres días consecutivos, por lo que puedes entrar durante ese periodo al museo tantas veces como quieras, y también incluye la visita a la otra exposición que tiene: The Met Cloisters.
Aunque sólo tenga dos plantas, su visita completa es mucho más larga que la del Museo Americano de Historia Natural debido a la gran cantidad de piezas que hay en él. Por lo que, si no queréis pasaros casi 5 horas como hice yo, recomiendo que entréis a la web del museo y busquéis las piezas que os interesan o alguno de los recorridos que proponen. Aún así, yo os dejaré algunas de las obras que más me gustaron y que pienso que son imprescindibles:
- Templo de Dendur
- Tumba de Perneb
- Murales de Pompeya y Herculano
- Bacanal de Bernini
- Claustro de San Miquel de Cuixà
- Patio renacentista del Castillo de Vélez Blanco
- Villa Romana enterrada reconstruida
- Escultura de Hércules
- Manuscritos del Corán
- Armaduras de caballeros de la Edad Media
- Reproducción de una casa de Damasco
- Cuadros europeos de Monet, Vermeer, Velázquez, Goya y Van Gogh
- Cuadros japoneses: "La gran ola"
- Cuadros americanos: "Washington cruzando el Delaware"
- Patio japonés
Podría continuar con la lista de obras, ya que hay muchas otras muy buenas, pero esas entraron en mi top. Recomendaría a todo el mundo visitar el museo, y si sois de esos que preferís no dedicar más de una o dos horas allí, yo iría a las obras que os he puesto más arriba directamente o a las que sean de vuestro gusto. El museo cerraba ese día a las 17:30, y para quién quiera tener unas vistas increíbles de Central Park, el museo dispone de un mirador en la planta más alta del mismo. Para subir hasta ahí, hay que tomar el ascensor que se encuentra en la galería "European Sculpture and Decorative Arts" hasta la quinta planta, es gratuito y poca gente lo conoce!
Cuando salí del museo, crucé Central Park hasta llegar a Columbus Circle, una gigantesca rotonda presidida por una estatua de Colón y rodeada por los nuevos rascacielos conocidos como Billionaires' Row. Tras disfrutar del lugar, mi próxima parada se encontraba en East 34 Street, en el muelle para ferries de la ciudad, pero antes, pasé por Times Squares para disfrutar de aquel lugar por última vez en mi viaje.
En el momento de planear el viaje, tenía claro que quería un crucero nocturno por el East River para disfrutar de las vistas, y tras casi descartar la idea tras ver los precios de los mismos, se me ocurrió mirar el servicio de Ferry, y se me hizo la luz...
Por 5.5$, tenía ida y vuelta desde East 34 Street hasta el Pier 11 en Wall Street, un auténtico chollo para aquellos que sólo quieran disfrutar de las vistas y no tengan pensado cenar en el propio crucero. Además, los ferries incluyen piso de arriba al aire libre. Esta ruta se puede realizar con tres líneas distintas, la naranja, la azul (ambas cruzan el río y van bordeando Brooklyn hasta llegar a Dumbo donde vuelven a cruzar el río) y la morada oscura (que va bordeando Manhattan):
Los billetes pueden reservarse junto a la hora que quieras desde la propia web (muy recomendable), y yo desde mi experiencia recomiendo coger la línea morada oscura para ir hasta el Downtown de la ciudad, y una vez haya anochecido más, recomiendo subir por la azul hasta el edificio de la ONU. Además, esta línea hace alguna parada, por lo que es genial para sacar algunas fotos (para quién lleve trípode, no dejan usarlo una vez te montes, por lo que las fotos de noche no quedan muy allá).
Después de aquella experiencia y de aquel día tan largo andando sin parar, había llegado la hora de cenar. Tras volver a tierra firme, volví a la zona del hotel, el día anterior había echado el ojo a un restaurante de hamburguesas llamado Black Iron Burguer, localizado en el 245 W 38th Street, así que para allá que fui. El local es pequeño en comparación a otros, pero con suerte me dieron mesa. Iba a ser mi última cena en la ciudad, así que decidí hacerla pidiendo una de las hamburguesas estrella del lugar. Justo en ese momento se estaba llevando a cabo la final del US Open de tenis, en la cual participaba nuestro Rafa Nada. En el momento en el que se hizo con la victoria todo el mundo que había en el restaurante se puso a celebrarlo como locos, parecer ser que le quieren mucho por allí.
Me gustó mucho el restaurante, tienen unos buenos precios y las hamburguesas son enormes y están buenísimas, además, los camareros hablaban algo de español y fueron super amables y simpáticos conmigo en todo momento. Así que muy recomendable para todo aquel que vaya, eso sí, no vayáis muy tarde, ya que a partir de x hora ya no permiten la entrada a nuevos clientes.
Con el estomago lleno ya tocaba irse al hotel y antes de poder irme a dormir, tocaba hacer malabares para guardar todas las compras y toda la ropa en las maletas, una odisea.
El Tour Gospel lo reservé en InsideOutTours a través del Explorer Pass, ya que lo incluían como atracción canjeable, y como siempre, es recomendable hacer la reserva con tiempo (yo ya la dejé hecha antes de salir de España). Mi tour empezaba a las 8:30 en Harlem, en el cruce de Malcolm X Blvd. con W 135 Street, y había que estar allí 15 minutos antes de la hora para revisar las reservas de todos.
Para llegar hasta allí desde mi parada de metro, la 34 St Penn Station, tenía que coger la línea 2 o 3 (línea roja) hasta la parada 135 St. y el tiempo estimado del recorrido era de una media hora. Ya me encontraba en el andén correspondiente pasadas las 7:20 para llegar con tiempo de sobra cuando de repente, veo que llega el metro con la línea que tenía que tomar justo en el andén de enfrente, me quedé unos segundos pensando y eché a correr al otro andén. No llegué a tiempo a subirme... ya extrañado, comprobé bien todas las indicaciones para ver por qué había parado en otro andén del que indicaba y tras preguntar me dijeron que a veces esto ocurre pero que lo avisan con tiempo por la megafonía. Ya más tranquilo volví al andén donde estaba al principio, los minutos pasaban y por esa estación no aparecía ningún otro tren de la línea 2 o 3, sólo de la 1, y me empecé a poner un poco nervioso. Llevaba esperando más de media hora, eran incluso pasadas las 8:00 y ya me veía llamando para informar de que no iba a llegar a tiempo, cuando de repente, en el andén de enfrente, veo que en el cartel ponía que llega un metro de la línea 2, así que eché a correr todo lo posible y está vez sí conseguí subirme.
Ya dentro del vagón, un poco preocupado por la hora, decidí buscar si había habido alguna indecencia en la línea por el tiempo de espera tan largo que llevaban, y tras informarme, me di cuenta de que hoy era domingo, e indicaban que la frecuencia era menor a entre diario. Eso sí, nunca me habría podido imaginar que era tan escasa la frecuencia.
Menos mal que tardó un poco menos de la media hora que indicaba el Google Maps, y con suerte a las 8:30 estaba saliendo corriendo a la calle. Solo me quedaba cruzar la calle para llegar al punto de encuentro, en el cual había unas cuantas personas, aún no habían salido al tour. Entregué la reserva a una chica que había allí, la cual era nuestra guía, y me dijo que esperara unos minutos allí a que llegara todo el mundo. Estuvimos casi media hora esperando a que llegara todo el mundo, no se si esto es común o sólo fue este día, pero si lo llego a saber no habría andado tan preocupado.
Se me había pasado decir un dato importante, y es que el tour era en inglés, no había opción a otros idiomas en el momento que lo reservé. A las 9:00 aproximadamente comenzó el tour, y no es en mini-van ni nada por el estilo, es andado, con una duración de casi 3 horas.
El tour recorre los lugares culturales más emblemáticos de Harlem, como por ejemplo, el Teatro Apollo o la Iglesia Bautista Abisinia y también por algunas de las calles más emblemáticas, como Striver's Row o Malcolm X. Si tenéis un poco de nivel de inglés si que recomiendo que lo hagáis, al menos nuestra guía si que se preocupaba en todo momento por vocalizar lo máximo posible y de hablar alto durante las explicaciones, además si no entendías algo o querías saber más, podías preguntarle en lo que vais de un lugar a otro.
Para finalizar el recorrido, os llevarán hasta una Iglesia de la zona para poder participar en una misa Gospel. La parte andando duró unas 2 horas, y la misa unos 45 minutos. La verdad que me sorprendió bastante y me gustó la forma de dar las misas, bastantes diferentes a las acostumbradas, muy centradas en crecer como persona y como sociedad, y las partes de los cánticos, vaya voces...
Lo único negativo que no me terminó de convencer, es que en esa Iglesia nos juntamos varios grupos de distintos tours, por lo que la mitad de la misma la llenamos turistas. Aunque si que me pareció interesante el recorrido y las distintas historias que nos contó, creo que es más recomendable hacerlo por cuenta de cada uno y buscar una Iglesia a la que no asistan tantos turistas.
A eso de las 12:00 ya estábamos fuera, y mi siguiente parada era el Museo Metropolitano de Arte. Ninguna parada cercana de metro me llevaba allí de forma directa, así que opté por pedir un Uber. Como era mi primera vez usando este servicio, al momento de registrarme me enviaron un cupón de un 20% si no recuerdo mal, y el trayecto desde Harlem hasta el MET se quedó en unos 6$. Esperé en la entrada de la propia Iglesia a que llegara el conductor, y al minuto de reservarlo ya estaba ahí. Me esperaba un coche moderno, pero nada que ver, era un clásico americano (no recuerdo la marca) bastante ancho y con todo el interior de cuero blanco, me sentía como un niño con una piruleta sentado en el asiento del copiloto.
En menos de 10 minutos ya me encontraba en la puerta del MET, como aún era más o menos pronto, aproveché a ver por fuera el Museo Solomon R. Guggenheim y a dar una vuelta por la zona para buscar dónde comer. Como hacia tan bueno, al final me decante por comer unos perritos calientes en las mismas escaleras del museo, había un puesto de comida que los vendía justo ahí y tenía buena pinta y unos precios razonables.
Un poco antes de las 13:00 ya estaba solicitando la entrada del museo en los mostradores con la Explorer Pass. La entrada dura tres días consecutivos, por lo que puedes entrar durante ese periodo al museo tantas veces como quieras, y también incluye la visita a la otra exposición que tiene: The Met Cloisters.
Aunque sólo tenga dos plantas, su visita completa es mucho más larga que la del Museo Americano de Historia Natural debido a la gran cantidad de piezas que hay en él. Por lo que, si no queréis pasaros casi 5 horas como hice yo, recomiendo que entréis a la web del museo y busquéis las piezas que os interesan o alguno de los recorridos que proponen. Aún así, yo os dejaré algunas de las obras que más me gustaron y que pienso que son imprescindibles:
- Templo de Dendur
- Tumba de Perneb
- Murales de Pompeya y Herculano
- Bacanal de Bernini
- Claustro de San Miquel de Cuixà
- Patio renacentista del Castillo de Vélez Blanco
- Villa Romana enterrada reconstruida
- Escultura de Hércules
- Manuscritos del Corán
- Armaduras de caballeros de la Edad Media
- Reproducción de una casa de Damasco
- Cuadros europeos de Monet, Vermeer, Velázquez, Goya y Van Gogh
- Cuadros japoneses: "La gran ola"
- Cuadros americanos: "Washington cruzando el Delaware"
- Patio japonés
Podría continuar con la lista de obras, ya que hay muchas otras muy buenas, pero esas entraron en mi top. Recomendaría a todo el mundo visitar el museo, y si sois de esos que preferís no dedicar más de una o dos horas allí, yo iría a las obras que os he puesto más arriba directamente o a las que sean de vuestro gusto. El museo cerraba ese día a las 17:30, y para quién quiera tener unas vistas increíbles de Central Park, el museo dispone de un mirador en la planta más alta del mismo. Para subir hasta ahí, hay que tomar el ascensor que se encuentra en la galería "European Sculpture and Decorative Arts" hasta la quinta planta, es gratuito y poca gente lo conoce!
Cuando salí del museo, crucé Central Park hasta llegar a Columbus Circle, una gigantesca rotonda presidida por una estatua de Colón y rodeada por los nuevos rascacielos conocidos como Billionaires' Row. Tras disfrutar del lugar, mi próxima parada se encontraba en East 34 Street, en el muelle para ferries de la ciudad, pero antes, pasé por Times Squares para disfrutar de aquel lugar por última vez en mi viaje.
En el momento de planear el viaje, tenía claro que quería un crucero nocturno por el East River para disfrutar de las vistas, y tras casi descartar la idea tras ver los precios de los mismos, se me ocurrió mirar el servicio de Ferry, y se me hizo la luz...
Por 5.5$, tenía ida y vuelta desde East 34 Street hasta el Pier 11 en Wall Street, un auténtico chollo para aquellos que sólo quieran disfrutar de las vistas y no tengan pensado cenar en el propio crucero. Además, los ferries incluyen piso de arriba al aire libre. Esta ruta se puede realizar con tres líneas distintas, la naranja, la azul (ambas cruzan el río y van bordeando Brooklyn hasta llegar a Dumbo donde vuelven a cruzar el río) y la morada oscura (que va bordeando Manhattan):
Los billetes pueden reservarse junto a la hora que quieras desde la propia web (muy recomendable), y yo desde mi experiencia recomiendo coger la línea morada oscura para ir hasta el Downtown de la ciudad, y una vez haya anochecido más, recomiendo subir por la azul hasta el edificio de la ONU. Además, esta línea hace alguna parada, por lo que es genial para sacar algunas fotos (para quién lleve trípode, no dejan usarlo una vez te montes, por lo que las fotos de noche no quedan muy allá).
Después de aquella experiencia y de aquel día tan largo andando sin parar, había llegado la hora de cenar. Tras volver a tierra firme, volví a la zona del hotel, el día anterior había echado el ojo a un restaurante de hamburguesas llamado Black Iron Burguer, localizado en el 245 W 38th Street, así que para allá que fui. El local es pequeño en comparación a otros, pero con suerte me dieron mesa. Iba a ser mi última cena en la ciudad, así que decidí hacerla pidiendo una de las hamburguesas estrella del lugar. Justo en ese momento se estaba llevando a cabo la final del US Open de tenis, en la cual participaba nuestro Rafa Nada. En el momento en el que se hizo con la victoria todo el mundo que había en el restaurante se puso a celebrarlo como locos, parecer ser que le quieren mucho por allí.
Me gustó mucho el restaurante, tienen unos buenos precios y las hamburguesas son enormes y están buenísimas, además, los camareros hablaban algo de español y fueron super amables y simpáticos conmigo en todo momento. Así que muy recomendable para todo aquel que vaya, eso sí, no vayáis muy tarde, ya que a partir de x hora ya no permiten la entrada a nuevos clientes.
Con el estomago lleno ya tocaba irse al hotel y antes de poder irme a dormir, tocaba hacer malabares para guardar todas las compras y toda la ropa en las maletas, una odisea.