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Martes 16 de Septiembre
La excursión a Balos no sale hasta las 10:30 con lo que aprovecho y me acerco a un supermercado a comprar bebidas y comida (4,45 euros) para pasar el día. Dejo lo innecesario en el coche, me llevo la mochila con lo justo para pasar el día en Balos y me acerco a la oficina donde he contratado la excursión para que me recojan. Cuando llego ya está esperando una pequeña furgoneta y los únicos que vamos en ella somos el conductor, una pareja y yo. Balos queda a 10kms de Kissamos más o menos pero casi la mitad de estos son por tierra así que se tarda 30 minutos aproximadamente en llegar. En el momento en que desaparece la carretera para volverse camino de tierra hay una pequeña caseta donde hay que pagar 1 euro por persona para acceder a Balos, el terreno es semidesértico, hay cabras por todos lados, la carretera llena de baches y nosotros botando dentro de la furgo.
La furgoneta nos deja en el aparcamiento de Balos donde hay un pequeño bar para comprar bebidas y alguna cosa de comer. Tenemos seis horas hasta las 17:00 que vendrá a recogernos la furgoneta en el mismo sitio y seis horas son demasiadas, al menos para mí. El parking no está al lado de la playa ni mucho menos, está arriba de un pequeño monte donde tendremos que coger el camino hacia la playa que será de 1 kilómetro con desnivel evidentemente. El camino no es nada difícil y debido a la altura que tiene el camino sobre la playa se pueden sacar fotos impresionantes con sus aguas turquesas y arena blanca, seguramente la playa más bonita donde haya estado. En 30 minutos llego a la playa y lo primero vadeo la playa hasta llegar a las rocas a ver si veo vida marina (en algunas parece que hubiese habido chapapote). Pos no, pero hay charcos y agujeros con sal cristalizada chulos, además hay buenas pozas con sus 2-3 metros de profundidad y bastante anchas como para bañarse entre ellas. Cruzar las piedras para llegar a Tigani, la pequeña isla con monte de la playa Balos e ir al istmo de arena que la une con Creta. Poner la toalla en la arena y a jugar al agua un rato, cuando me aburrí volví a por la cámara acuática para grabar videos debajo del agua a ver que había. No había nada. Solo habrían pasado poco más de 2 horas desde que llegué y ya había hecho todo lo que quería, ahora lo único que veía era una playa donde pegaba el sol y sin ningún sitio para guarecerse. Fui a la poco profunda laguna y me agencié una piedra que sobresalía del agua donde me podía sentar bien con la mochila al lado. Saqué la comida y me puse a leer libros en el móvil, de vez en cuando dejaba caer migas de pan a ver que venía, y venían peces enanos y no más de media docena. Paseo para aquí paseo para allá hasta las 16:15 que empecé a recorrer el camino hasta el parking y a buena hora ya que se había levantado viento y se llevaba la arena. Descansar en el parking hasta las 17:00 y volver a la furgoneta que ya estaba esperándonos.
Cuando nos dejó en Kissamos volví al coche y me puse a buscar alojamiento para esta noche. Como mañana quería ver la playa de Elafonisi busqué algo barato que quedara de camino. El alojamiento elegido fue Lefteris rooms en kampos, un pueblo perdido en la montaña a mitad de camino de Elafonisi. Como no quería que se me hiciese de noche me puse en camino, no hay más de 30 kilómetros pero esas carreteras son muy estrechas, están llenas de curvas y no en muy buen estado con lo que me llevó su tiempo. Kampos en un pueblo enano también describible como 4 casas. Aparqué medio mal encima de la acera en un lado del pueblo ya que no había apenas aparcamientos en aquel lugar y me dirigí al restaurante del alojamiento. Tengo que decir que la familia que lo lleva me acogió muy bien me dieron bebida me preguntaron a ver si tenía hambre y el abuelo tenía ganas de cháchara aunque apenas supiera inglés. Al poco llegó un hombre que parece ser que era el único que sabía qué hacer con las reservas de internet y me llevó a mi habitación en la parte de arriba del restaurante a la que se accede desde fuera. La habitación era espaciosa y el baño también era grande, además tenía un anti mosquitos eléctrico enchufable que lo puse según llegué, aunque como en casi todos sitios el mobiliario es un poco antiguo y la cama resultó ser durísima. Me duché y descansé un poco hasta la hora de la cena que bajé a cenar al restaurante del alojamiento. Las mesas están en una gran terraza de madera al otro lado de la carretera con unas vistas increíbles de los montes. De primero pedí queso, de segundo carne de cordero y coca cola para beber (no hay carta con menú viene la cocinera y te dice lo que hay), pero me trajeron un tomate grande relleno de arroz y al terminar fruta y chupito, todo por 16,5 euros. Al volver a la habitación me busqué un vuelo a Corfú para dentro de dos días y a dormir.
Lefteris rooms. Kampos 36 euros.
Como he dicho la familia súper hospitalaria y habitación y baños grandes. A partir de ahí poca cosa buena puedo decir, la cama muy dura incluso para la media de Grecia que suelen ser duras y el precio lo veo un poco elevado pero no encontré nada más barato. Un grupo de música de otro restaurante cercano estuvo sonando casi hasta la media noche.
Miércoles 17 de Septiembre
Me levanto temprano y comienzo el viaje a Elafonisi. Si las carreteras de ayer fueron malas hoy eran todavía peores, pero mejoraron según me acercaba a Elafonisi. El parking de Elafonisi son unos descampados de arena entre árboles y arbustos. Al llegar tan pronto apenas había ningún coche, pero me da que eso se debe de llenar hasta la bandera. Dejé el coche y me acerqué a la playa, la marea estaba subiendo y las tumbonas estaban ya entre aguas. Quería una visita exprés así que no intenté llegar a la isla que se forma con marea alta por no mojarme ya que debía haber más de 1 metro de profundidad en aquel momento. La arena es de color rosado eso hay que concedérselo pero también había dos grandes charcos llenos de espuma blanca de porquería en la playa al lado de las hamacas. Hice unas fotos y de vuelta al coche. Me pareció una playa muy comercial, chiringuitos entre el parking y la playa, hamacas por todos lados y baños.
Como es mi última noche en Creta mi destino es la capital, pero antes hice una parada en La Canea. La carretera para llegar aquí fue mucho mejor pero en algunos puntos seguía siendo demasiado estrecha. Al llegar a La Canea aparqué en un parking gratuito de tierra justo en frente del mar al lado del swimming center. Parte de la calle estaba cerrada por un mercadillo local que habían puesto y aquello estaba lleno de coches y de gente. Me dirigí a ver el puerto veneciano y aquello es una pasada de bonito (he visto fotos de noche y aquello es mejor) conservan bastante arquitectura antigua y lo tienen muy bien cuidado (quitando algunas pintadas), además de que si que veías cantidad de peces y vida marina en el puerto de aguas cristalinas. Todo aquello está lleno de restaurantes, barcos-tienda que ofrecen esponjas, conchas, etc, barcos para excursiones, paseos en carreta de caballos... Me gustó mucho el puerto pero a esta hora pega el sol que no veas. El ticket de avión que compré ayer había que imprimirlo y dando una vuelta por el Old town de la ciudad encontré un ciber-café donde imprimían cosas. Mandárselo a su mail y me imprimieron los tickets del vuelo por 2,8 euros. El Old town está lleno de tiendas para turistas y más restaurantes, creo que La Canea es un sitio para al menos pasar un día y una noche disfrutando de su ambiente.
Pero yo mañana tengo que coger un vuelo y prefiero estar cerca del aeropuerto. Al volver al coche busqué un alojamiento barato cercano al aeropuerto y en Gazi (afueras de Heraklion) encontré una ganga, el Studio Manos, un hotel-apartamento barato y con piscina. Me llevaría cerca de 2 horas llegar pero es todo autovía, así que sin problema. Hacer el check-in, dejar las cosas y busqué un sitio para comer. No muy lejos del alojamiento se está el restaurante Pérgola café pizzería donde una pizza y dos coca-colas me costaron 12,5 euros. Como toda la calle estaba llena de sitios para el turista (alquiler de coches, alquiler de tours, tiendas de comida, joyerías, cafés...además la playa está a tiro de piedra) paré e un súper a comprar bebida y bollos 4,5 euros y por un café a comprar un frappé 1,7 euros. De vuelta en hotel dejé todo en la habitación y por primera vez en estas vacaciones me metí en una piscina de hotel. La tenía toda para mí así que pasé allí casi toda la tarde, cuando salí a secarme en una tumbona un gato que tenían por allá se me acurrucó encima y a descansar con él. Lo malo es que soy alérgico al pelo de gato y cuando me llevé las manos a los ojos se me empezaron a irritar y la nariz a moquear así que de nuevo a la piscina y a descansar en la cama que se me pasara. A la noche salí a comprar más bebidas y un helado 5,20 euros y a la vuelta empecé a hacerme el planning de Corfú alquilando coche, cogiendo alojamiento y cogiendo también el vuelo de vuelta a Atenas (con este tendría problemas) para el día 22 todo por internet (precios en sus respectivas entradas). Fin de Creta.
Studio Manos. Gazi 20 euros.
Increíble por este precio. No voy a decir que sea un 4 estrellas pero la habitación era gigante ya que es apartamento con fuegos para cocinar y nevera, la cama muy grande con ventilador justo encima, el baño también era grande y disponía de una pequeña terraza. El hotel cuenta con ascensor (por fin) y piscina. Como toque negativo debo decir que su parking no caben más de 3 coches pero no sé si yo era el único inquilino o no pero sitio para el mío tuve. A pocos metros del hotel tenemos supermercados, restaurantes, tiendas y la playa con lo que no le falta de nada. El tipo que lo lleva era un tío majo así que lo volvería a coger de cabeza, recomendado.
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