Preparativos y llegada
Tenía claro aquel otoño que un viaje era el regalo de cumple perfecto para mi marido y como la niña tenía ganas de conocer Venecia, me pareció el destino ideal, pero tenían que cuadrar los vuelos con las fechas, hubo suerte.
Nosotros habíamos pasado una semana completa en el verano de 2002 junto a dos amigas, estuvimos entonces alojados en un apartamento en el sestriere de San Polo, y vimos muchas cosas. Esta vez el viaje lo reservé con un mes y fue diferente, Venecia ha cambiado mucho estos años y nosotros también, tanto que ahora llevamos una pequeña viajera.
Vuelos con Iberia, 80 € por persona Madrid- aeropuerto de Marco Polo (Venecia), 48 horas justas y escasas, tratándose de Venecia el tiempo siempre es escaso, pero bien aprovechadas nos supieron a gloria.
No compré billetes combinados ni bonos de días, ya que haciendo cuentas no compensaba, el bus del aeropuerto sí, ida y vuelta y un bono de 10 viajes para ir y volver desde Mestre, que es donde estaba nuestro hotel.
Miré en Venecia centro pero subía bastante de precio y encontré una buena opción y bien comunicado, Hotel Delle Rose, el shuttle del aeropuerto y el bus nº 15 de ATVO tiene parada muy cerca, y los tranvías a plaza Roma, también, 2 noches habitación triple con desayuno, 170 €, desayuno bufet con un poco de todo, la habitación triple no es grande pero el baño es amplio y muy nuevo, más que suficiente para descansar.
www.htldellerose.com/ ...index.html
Llegamos sin retrasos, bus al hotel y check in, dejamos las maletas y nos fuimos directamente a coger el tranvía en la avenida perpendicular (también hay un super grande en esta avenida) tardamos menos de 15 minutos a Piazzale Roma, no recuerdo bien si el bono de 10 viajes lo compramos en el hotel…
A las 8 ya estábamos paseando por San Polo y Santa Croce camino de Rialto, con una Venecia maravillosamente iluminada. Creo que el momento en que se ve Venecia por primera vez, no se olvida, en mi caso fue una tarde de agosto de 2002 al salir de la estación de Santa Lucía, el de mi hija fue esa tarde de octubre en que descubrió una ciudad misteriosa, llena de canales, puentes, callejuelas y rincones increíbles, nada igual, Venecia es única.
Llegamos callejeando al Gran Canal a la altura de Rialto, cruzamos el puente y paseamos por la orilla un rato, lo justo para localizar un sitio para cenar, una ostería maravillosamente situada, junto a un puente y con terraza, Ostería Al Ponte Storto, en la calle del mismo nombre 1278, en un rincón encantador, dos platos de pasta, un plato de pulpo asado con puré y pistachos, vino de la casa, refresco y dos postres, 77 €, todo muy rico y personal muy amable.
Volvemos a Piazzale Roma callejeando, cruzando puentes y canales, deseando ver Venecia de día…