8 de la mañana. Milk coffee, mango lassi, scrambled eggs y jam butter toast, 95 INR (1’3 eu) en el café Madan en Main Bazar al lado del Metrópolis, después de un sueño reparador con los sonidos nocturnos ya integrados. Es la recta final: 2 últimos días en Delhi. Caminamos a Karol Bagh.
La vía a seguir es fácil puesto que desde la parada de metro de Ramakrishna Ashram Marg, a 2 minutos de la puerta del hotel, solo hay que ir siguiendo la dirección de las vías exteriores del metro que van por encima. Hay dos paradas de metro a pie, para aparecer en el enorme, tranquilo y bonito mercado de Karol Bagh, donde hemos pasado toda la mañana deambulando por la calle principal hasta el parque Nehru, mientras uno se entretiene mirando los llamativos escaparates y artículos de los comercios y los puestos.
De vuelta cogemos el moderno metro de Delhi para hacer en camino inverso. Kingfisher en el hotel, descanso de 15 minutos y nos metemos en el Sams Café del hotel Vivek, 100 metros calle abajo desde el nuestro. Tagliatelle, Humus y Chicken Fried Rice con 2 Lemon Soda y los ventiladores a tope. Cuando baja el sol, salimos a Main Bazar a hacer las únicas compras del viaje, 2 cartones de 20 paquetes de 10 cigarrillos de la marca Four Square a 20 INR (28 cms) cada paquete, dos pantalones femeninos tipo Lunghi por 100 INR (1’4 eu) unidad, varios paquetes de 100 gr de té, canela, naranja, negro Assam, y el especiado para mezclar con leche, Masala Chai, a 55 INR (78 cms) c/u.
A partir de las 6 de la tarde, Main Bazar es un hervidero, y manteniendo la misma prudencia que tendríamos en cualquier ciudad, es un lugar absolutamente seguro. Hago constar sin embargo, que aquí, tras Pushkar donde la “yerba” es habitual por el flower power, y Jaisalmer, donde un chungo conductor de Rickshaw me ofreció con insistencia en una céntrica parada de tuctucs, para después de rechazarle, volver sin disimulo a la charla en un corro de policías, es el tercer lugar donde me han ofrecido droga de todo tipo. Aclaro que si se les dice que no, si uno no quiere claro, se marchan inmediatamente sin ningún mal rollo. En Jaisalmer por cierto, leí ayer la noticia en el Times India, de la detención de un capo narco de la droga, lo cual supongo se explica por la cercanía fronteriza de Jaisalmer con Pakistán.
Dejando esto aparte, los comerciantes de Paharganj te reclaman para que pases a ver sus tiendas, pero no son incordiantes o agresivos, los mendigos son más insistentes pero si les dices nei o nahi un par de veces, se dan la vuelta y se van. Además, siempre hay muchísimo extranjero por aquí y se les nota más acostumbrados al hombre desteñido, por lo que en mi opinión venderán más por esta afluencia, y por tanto no “necesitan” ser tan molestos como en otras partes.
Después del paseo, subimos a tomar algo a la terraza de Sams Café del hotel vivek, con el resultado de que es una magnífica azotea, y más barata que la del Metrópolis. Pedimos 1 Kingfisher, 125 INR (1’8 eu), un Slice de mango, 25 INR (35 cms), y un postre “Hello to the Queen”, una ración tranquilamente para 3 personas con galleta rallada, plátano, caramelo y bañado en helado, por 80 INR (1’1 eu). Son las 9 de la noche, y nos retiramos. Mañana, último día, dejaremos los bártulos en el hotel, y a la noche marcha al aeropuerto Indira Gandhi para el despegue.
Ciao.
La vía a seguir es fácil puesto que desde la parada de metro de Ramakrishna Ashram Marg, a 2 minutos de la puerta del hotel, solo hay que ir siguiendo la dirección de las vías exteriores del metro que van por encima. Hay dos paradas de metro a pie, para aparecer en el enorme, tranquilo y bonito mercado de Karol Bagh, donde hemos pasado toda la mañana deambulando por la calle principal hasta el parque Nehru, mientras uno se entretiene mirando los llamativos escaparates y artículos de los comercios y los puestos.
De vuelta cogemos el moderno metro de Delhi para hacer en camino inverso. Kingfisher en el hotel, descanso de 15 minutos y nos metemos en el Sams Café del hotel Vivek, 100 metros calle abajo desde el nuestro. Tagliatelle, Humus y Chicken Fried Rice con 2 Lemon Soda y los ventiladores a tope. Cuando baja el sol, salimos a Main Bazar a hacer las únicas compras del viaje, 2 cartones de 20 paquetes de 10 cigarrillos de la marca Four Square a 20 INR (28 cms) cada paquete, dos pantalones femeninos tipo Lunghi por 100 INR (1’4 eu) unidad, varios paquetes de 100 gr de té, canela, naranja, negro Assam, y el especiado para mezclar con leche, Masala Chai, a 55 INR (78 cms) c/u.
A partir de las 6 de la tarde, Main Bazar es un hervidero, y manteniendo la misma prudencia que tendríamos en cualquier ciudad, es un lugar absolutamente seguro. Hago constar sin embargo, que aquí, tras Pushkar donde la “yerba” es habitual por el flower power, y Jaisalmer, donde un chungo conductor de Rickshaw me ofreció con insistencia en una céntrica parada de tuctucs, para después de rechazarle, volver sin disimulo a la charla en un corro de policías, es el tercer lugar donde me han ofrecido droga de todo tipo. Aclaro que si se les dice que no, si uno no quiere claro, se marchan inmediatamente sin ningún mal rollo. En Jaisalmer por cierto, leí ayer la noticia en el Times India, de la detención de un capo narco de la droga, lo cual supongo se explica por la cercanía fronteriza de Jaisalmer con Pakistán.
Dejando esto aparte, los comerciantes de Paharganj te reclaman para que pases a ver sus tiendas, pero no son incordiantes o agresivos, los mendigos son más insistentes pero si les dices nei o nahi un par de veces, se dan la vuelta y se van. Además, siempre hay muchísimo extranjero por aquí y se les nota más acostumbrados al hombre desteñido, por lo que en mi opinión venderán más por esta afluencia, y por tanto no “necesitan” ser tan molestos como en otras partes.
Después del paseo, subimos a tomar algo a la terraza de Sams Café del hotel vivek, con el resultado de que es una magnífica azotea, y más barata que la del Metrópolis. Pedimos 1 Kingfisher, 125 INR (1’8 eu), un Slice de mango, 25 INR (35 cms), y un postre “Hello to the Queen”, una ración tranquilamente para 3 personas con galleta rallada, plátano, caramelo y bañado en helado, por 80 INR (1’1 eu). Son las 9 de la noche, y nos retiramos. Mañana, último día, dejaremos los bártulos en el hotel, y a la noche marcha al aeropuerto Indira Gandhi para el despegue.
Ciao.