En el check out del hotel, el precio de la habitación ha subido misteriosamente 200 INR (3 eu). Todos participan en el espectáculo de la discusión. Da igual lo que se dijera o mejor “dicho” se dijo, porque se inventan mil razones: confusión, tasas, idioma, ... Después de 1 hora de malos rollos, de hablar con los dueños, servicio, recepción, clientes, el conductor de rickshaw que nos llevó, y los tertulianos de "Salsa Rosa", pagamos las 200 INR para no perder el día y los nervios.
Negociamos ricky al Fuerte Amber a unos 12 kms de Jaipur. Hay risas en el toma y daca. Al final 300 INR (4 euros) por la i/v al hotel, la recogida de equipaje y llevarnos a la bus station para la partida.
El Amber Fort, estupendo. Rodeado de una mini muralla china, cuenta con el espectáculo de unos maravillosos elefantes. Nos entretenemos en su punto de partida y agradecen las caricias.
Su trabajo, subir y bajar turistas hacia el fuerte, lo limitan ahora hasta las 11 del mediodía para que no sufran más castigo del que ya sufren. Nosotros no montamos, y hacemos el paseo caminando.
Ya fuera de Amber, en ruta de vuelta a Jaipur, nos paramos en otro punto intermedio, que no está mal para darse una vuelta por sus vistas y acompañar la parsimonia de los búfalos de agua, que campan por las orillas del lago artifical Man Sagar, morada del palacio de Jal Mahal, flotando solitario en medio del agua.
Pasada la mañana, vuelta al hotel, recogida en consigna y descarga en la Bus Station. El billete a Ajmer es para las 16 horas. Como un thali y unos noodles y hacemos tiempo en la sala de espera. El bus “de luxe” local, te asegura que no va más de una persona por asiento y que tiene A/A. En occidente estaría en el desguace 25 años atrás.
2 horas y media clavadas de viaje invertidas en una siesta. En Ajmer nos asedian varios conductores de Tuc tuc que se pelean entre ellos.Montamos en uno, le decimos el hotel, y nos insiste en que no es bueno. Como la lógica dicta el hotal que le hemos dicho no les da comisión. En Ajmer hay pocos hoteles y no muy buenos. Todo el mundo va a Pushkar. Miramos un par de hoteles más pero son cochambrosos y están en el centro, así que como queremos descansar de caos, volvemos al del punto de partida.
Hotel Haveli Heritage Inn. Al conductor le damos las 40 INR acordadas y las tira indignado al suelo gritando que le paguemos 100 INR. Las cogemos, encestamos dentro del rickshaw y entramos al haveli. El elemento nos sigue hasta el jardín adonde dan las habitaciones sin parar de vociferar. Media hora de combate después entre nosotros, el dueño del hostal, auxiliares y el energúmeno, éste se larga renegando.
Son las 8 y es de noche. Salimos a la calle en dirección al centro y paramos en la estaciòn de tren a 10m del guest house. Hay muchísimo "intocable" tirado y montones y montones de ratas correteando. Información en la única taquilla abierta de 10, puesta de codos y conseguimos con buen servicio, un billete clase 3A, 349 INR c/u (5 eu) a Jodhpur para pasado mañana 18 a las 14h.
Con ganas de una cerveza, buscamos alrededor de la estación. Frente a ella está el hotel Meeda pero está al lado de una mezquita, y Ajmer es el centro neurálgico musulmán de la India. De lejos, en una calle lateral, vemos un letrero de “Fosters”. Al llegar, un rótulo de Beer Bar nos da la bienvenida a una puerta desconchada que presenta unas estrechas y empinadas escaleras. Al final un garito asombroso, antro de ley seca años 30, ambiente denso, penumbra, TV de fondo con Bollywood 50's, y a tope de gente metiéndose cervezas light (graduación normal) o strong y muchos lingotazos de alcohol. Charla y disfrute en el impagable antro. Faltaba Alcapone vestido con sari chillon. Si se pasa por Ajmer, merece una visita a tomarse una cerveza 2/3 por 100 INR (1'4 eu).
Camino de vuelta al hotel, nos alucina la adicción al claxon de varios conductores que pasan solos sin cruzarse con nadie, pero no pueden dejar de pitar. Ya en el jardín del haveli, paraiso de cualquier entomólogo, los geckos disfrutan de la abundancia. Ración doble de Autan, cama de fakir, y zzzzzzz.