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Una de las preguntas más repetidas cuando se prepara un viaje a Croacia es, ¿es mejor visitar Plitvice o Krka? Mi respuesta es que, si se puede, los dos. Porque son diferentes, en muchos sentidos.
Hay varias entradas para entrar al parque, dependiendo de la zona que se quiera visitar. Nosotros entramos por Lozovac para ver la zona de Skradinski Buk, la cascada principal. Desde esta entrada hay un autobús que te baja al inicio del sendero, aunque se puede ir perfectamente andando, es un corto trayecto cuesta abajo. En la entrada de Skradin el trayecto se hace en barco, pero habíamos leído sobre las colas que se formaban para montarse y decidimos ir sobre seguro. El aparcamiento en Lozovac es gratuito, en Skradin no.
Todo el recorrido va por unas pasarelas, es muy fácil y muy bonito. Si bien el lugar más top y concurrido es la cascada de Skradinski Buk, todo el paseo merece la pena, está lleno de lugares preciosos. Tardamos unas 3 horas en recorrer el circuito.
Después fuimos en coche a Roski Slap, la cona intermedia del parque. Por el camino pasamos por un mirador desde donde se veía la isla de Visovac, una pequeña isla en medio de un lago que alberga un monasterio. Hay excursiones en barco que te llevan a la isla.
La cascada Roski Slap llevaba muy poca agua, nos decepcionó un poco. Pero allí encontramos un bar muy original, en un antiguo molino, y algunas de las mesas estaban en el agua. Nos sentamos en una de ellas a tomar una cerveza, era todo un espectáculo ese bar. Después subimos a la parte alta del bar (también hay mesas allí) por unas escaleras por las que baja el agua, y allí había un sitio en el que el agua entraba con fuerza y te podías meter, como un jacuzzi.
Por allí también hay un paseo muy bonito y tranquilo, donde ver aves y las formas que hace el agua en el río, formando terrazas.
Nos quedamos con ganas de visitar la zona del curso alto del río, con las ruinas de Burnum y la cascada Manojlovački, pero teníamos que devolver el coche esa tarde en el aeropuerto de Split y ya no nos daba tiempo.
Después de haber visitado Plitvice y Krka, tengo que decir que las comparaciones son odiosas y estos dos parques no se pueden comparar, son completamente diferentes. La cascada de Skradinski en Krka tenía más caudal y era más espectacular que cualquier de las que vimos en Plitvice, pero Plitvice era otra cosa, el continuo caer del agua, los lagos, el color del agua,…
Devolvimos el coche en el aeropuerto de Split sin contratiempos y de forma rápida. De allí cogimos un autobús urbano a Trogir, donde pasamos la última noche del viaje. Nos alojamos en un apartamento fuera de la ciudad antigua, pero muy cerca y muy cómodo.
Dimos un paseo por las calles estrechas del centro y cenamos en uno de los muchos restaurantes de por allí. No fue una cena memorable, pedimos una pizza y una lasaña de marisco que nos gustaron mucho.
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