A estas alturas del viaje, el corazón puede más que la razón y sinceramente levantarse para ver amanecer era ya mucho pedir aunque la frase de “ ya que estas aquí..” pues nos levantamos.
No nos movimos de nuestra zona y salimos a pasear por Kolb studio, Lookout studio hasta el hotel Tovar. No es el mejor sitio ni de lejos, pero vimos amanecer y salir aquel sol ante esa inmensidad. Las fotos son preciosas pero nuestras caras son un poema.(lo siento pero esas fotos estan censuradas, no hay una solo de paisaje) Volvimos a la habitación y como el desayuno no estaba incluido, decidimos desayunar en la habitación; la leche garrafa de tapón azul me dio un buen chute para seguir. Despertamos a nuestro hijo, recogimos y dejamos las cosas en el coche, hicimos el check out porque no queríamos tener que venir de propio a la hora indicada. El coche lo dejamos en el parking. Un apunte, este hotel lo reservamos a través de la página de Xanterra (125 euros triple)y debo decir que fue un acierto total pues está al lado de la parada de autobuses de la línea roja esta ruta funciona cada 10-15 minutos y cada 30 minutos en las horas de antes de amanecer y durante y al ocaso. De todos los mapas que te proporcionan a la entrada está el de los recorridos de los buses y es muy útil, no solo porque te indica cuantas millas y kilómetros hay de un mirador a otro sino porque también te da planos de las paradas . Importante la línea roja para a la ida en todos los miradores y a la vuelta desde Hermist solo en Pima; Mohave; Powell y Village route. Como es normal lo quieres ver todo pero es difícil…paramos en Maricopa, un mirador en el que hay que andar un poquito para llegar al borde un promontorio rodeado por una barandilla, de ahí fuimos a Powell point ( aquí hay un memorial dedicado al explorador John Wesley Powell geólogo realizo exploraciones que sirvieron para comprender la geología del gran cañón) y de allí a Hopi point, no era muy tarde pero el sol pegaba de pleno. Estos tres miradores están próximos, por lo que se puede hacer un paseo por el borde del cañón las vistas entre los mismos son muy parecidas pero no por ello poco espectaculares.

Continuamos nuestra ruta en el autobús, vamos a la siguiente parada que es Mohave point aquí busca en los laterales fuera de las vallas para captar la instantánea del rio Colorado a la izquierda adivinándose más a la lejos el zigzag de su curso.



Tras unas fotos y descansar un poco cogíamos el bus de regreso hasta el Bright Angel, donde cogimos el coche y nos detuvimos en la estación del Gran Cañon (train Depot) Por si alguien tiene tiempo el tren sale a las 9´30 cada día de Williams para llegar al Gran Cañon South Rim a la11´45 y luego vuelve a las 15´30, hay otro servicio más en verano pero no había horario del mismo en la estación. La estación ofrece servicio desde 1901. Las máquinas de tren son vintage y si se dispone de tiempo es curioso detenerse, enfrente hay dos zonas donde se aparca con facilidad .
Como ya era la hora de comer, decidimos parar en la zona del Market plaza, pues entramos en Canyon Village Market &Deli y tras cotillear y comprar una navaja multiusos personalizada y unas mantas para sofá (estaban en promoción muchas cosas y eran muy bonitas) vimos que había una zona con servicio de comidas calientes. Pedimos una pizza familiar para tres, una ensalada y unas bebidas rellenables.(35,49 euros) La comida pues normal, pero de cantidad sobradísimo. Estuvimos en la terraza exterior, comiendo y disfrutando con el personal de mantenimiento que nos invitaron a sus comidas y nos contaron su trabajo y su día a día en el parque. No me podía imaginar lo que conlleva mantener un parque de esas características.
Después de comer teníamos claro que nos quedaba por ver Yaki point, pues no pudimos hacerlo el día anterior ,ya que os recuerdo que ese mirador a pesar de ser del este no puedes entrar con tu vehículo propio. El paseo en bus fue un breve recorrido de venados pastando y campando a sus anchas. El mirador es perfecto para atardeceres y amaneceres, nosotros lo vimos sobre las 16´30 y los colores van cambiando, sinceramente no te lo pierdas el promontorio que sale te da una idea de lo que hay más al oeste. La pena es que este fue el último y hubiera sido mejor en orden correlativo. Al salir, cogimos bus para volver al visitor center, donde habíamos dejado el coche. No llevábamos ni dos minutos cuando la conductora paró bruscamente y señalaba a la derecha entre matorrales…allí pudimos ver un cachorrillo de puma que se escondía al oír ruidos. Increíble!. Volvimos al visitor center, esto se acababa, cogimos el coche y conforme íbamos saliendo del parque íbamos viendo como la fauna descansaba a ambos lados de la carretera, solos, en manada, comiendo, descansando una despedida con buenísimo sabor de boca.

