Mar del Plata es el balneario más famoso de la Argentina. Está formado por más de 15 kilómetros de playas de arena fina ubicada en la costa del Mar Argentino, en el sudeste de la provincia de Buenos Aires.

Es la cabecera del partido de General Pueyrredón y la urbe turística más importante de Argentina tras Buenos Aires, contando con una de las infraestructuras hoteleras más amplias del país.
El clima de Mar del Plata es templado oceánico, con precipitaciones abundantes durante todo el año y temperaturas frescas. El clima es de características similares al del centro-sur de Chile, o el oeste de Europa occidental. Los veranos son suaves y lluviosos, con medias de 18/23 °C) y los inviernos con temperatura media de 6/7 °C).
Pese a su imagen más conocida y promocionada de balneario veraniego, el turista que viene a la ciudad busca más bien cambiar el calor extremo de su lugar de origen (especialmente el de la zona metropolitana), por una temperatura más moderada. Esta razón, por otro lado, es la que ha impedido a Mar del Plata competir con regiones donde predomina el clima subtropical o tropical, y las corrientes marinas son más cálidas (Brasil o el Caribe).

En efecto, el verano es corto y varias veces el frío (máximas de 14 °C) se ha hecho presente en el mes de diciembre. No han faltado tampoco madrugadas frías (6 °C) en el mes de enero, en teoría el de mayor temperatura del año. Los días con temperatura superior a 30 °C rara vez exceden el número de diez o doce por temporada.
Desde la popular Bristol aquí hay playas para todos los gustos y precios.
Ubicada a unos 400 kilómetros de Buenos Aires es una gran ciudad con más de 600.000 habitantes.
Seduce a los marplatenses con sus hermosas villas, sus extensas playas, sus acantilados vertiginosos, sus bahías y sus bosques configuran un paisaje que asombra.

Es un lugar turístico muy importante, hay no menos de 50 salas de espectáculos, 300 cafés y 500 restaurantes.
Cuando llega el verano se transforma, su población aumenta a cifras insospechadas, el mar argentino cobija a miles de turistas y los idiomas se multiplican.
Mar del Plata tiene 28 kilómetros de playas, los turistas prefieren las ubicadas al sur y en el centro de la ciudad. Son playas muy seguras porque un orgullo de la ciudad son sus guardavidas. Más de 500 personas cuidan cada centímetro de cada balneario.
A fin de recibir semejante oleada de visitantes, posee una completa infraestructura turística. Además de la oferta de verano, la llamada Perla del Atlántico o la "Biarritz argentina" -por la marcada similitud con esa ciudad francesa- cuenta con una variada oferta de temporada baja: turismo deportivo, ecológico, aventura, pesca y eventos culturales son sólo algunas de las alternativas que esta ciudad ofrece a sus visitantes como también un interesante patrimonio histórico y natural.

Mar del Plata cuenta con diferentes factores que la hacen más accesibles al turismo interno. La accesibilidad a la ciudad está dada por vías tanto aéreas como terrestres (movilidad propia, ómnibus y ferrocarril). Con respecto al hospedaje cuenta con un total de 56.771 alojamientos hoteleros de diferentes características para la recepción de sus turistas. Además de 1590 establecimientos gastronómicos con diferentes servicios de acuerdo a las preferencias de la demanda que abastece la ciudad.

Para entretenimientos nocturnos cuenta con 129 establecimientos tales como bares, discos, pubs y demás. Aun así la actividad recreativa por excelencia es el Casino Central o los diferentes Bingos establecidos en la ciudad, así como el Bingo del Puerto, el Peatonal, el Bingo del Sol y el del Mar.
Las playas más recurridas actualmente por los turistas son prioritariamente las ubicadas al sur de la ciudad y las del centro. Esto está altamente relacionado a los medios de transporte con los que cuentan los turistas marplatenses y la movilización temporal con la que deben contar desde las costas hasta los establecimientos hoteleros y demás alojamientos.

Estuvimos dos meses en esta bella ciudad, más que turistas eramos residentes y como dice el término francés flaneur, fue vagar por las calles marplatenses, sin rumbo, sin objetivo, abiertas a lo que nos deparaba el día.