En principio este verano íbamos a ir a Glacier National Park, en Montana, el primero de los destinos que planeé cuando decidí hacer un viaje de este tipo todos los veranos pero que luego sustituí el año pasado por la parte noroeste del estado de Washington (puedes leer nuestra experiencia
aquí ) De hecho, está todo planificado, los campamentos, las excursiones de un día y de varios días, etc. y parecía que este iba a ser su año, pero el caso es que durante el invierno mirando más futuros destinos, topé entre otros con las Rocosas Canadienses, destino que ya estuve con mi señora pero en otro tipo de viaje.
Comencé a buscar posibles excursiones, campamentos, etc y, por supuesto, hay muchísimo que ver, así que opté en centrarme en la parte sur: Kananaskis, Banff y Yoho, dejando Jasper y otros parques provinciales como Mount Robson o Kawka para un posible destino futuro.
Tanto para Glacier National Park como para las Rocosas Canadienses el aeropuerto internacional más cercano es Calgary. Miré los pros y los contras de ambos destinos, ya que sabía que al final iré a los dos. De Glacier lo que menos me atrae es el que se haya convertido en un destino bastante masificado en los últimos años, habiendo bastantes restricciones incluso para ir en coche por la Going to the sun o dificultad para encontrar aparcamiento en los principales trailhead. Por otro lado, mi sobrino tiene aún 17 años y curiosamente en Canadá no se paga entrada a los parques nacionales si eres menor, así que en Navidad ya decidimos ir a Canadá.
El avión y la reserva del coche lo sacamos a finales de noviembre principios de diciembre. El vuelo con Air Canada: Madrid – Toronto – Calgary y al revés. 860 euros cada uno sin maleta facturada. El coche, un Suv Toyota RAV4 o similar, con Alamo a través de happytours que de nuevo nos ofrecía el mejor precio: 1000 dólares canadienses.
El viaje este año lo retrasamos una semana dada la experiencia con la nieve del año pasado, pero que ya vimos con el paso del tiempo que no era necesario. Al igual que el año pasado fue un año muy por encima de lo normal, este era al contrario, un año con poca nieve en las Rocosas y bastante seco. De hecho, ya sabemos el problema de incendios que han tenido en Canadá en fechas tan tempranas como junio.
El viaje fue del 22 de julio al 4 de agosto. Los alojamientos:
Habitación en Calgary cogida por 65 euros con Airbnb. Más que recomendado.
3 noches en
Elkwood Campground Reservado a través de la web de albertaparks. Hay que hacerlo como muy temprano 90 días antes del primer día de llegada. 105 dólares canadienses las tres noches. El campamento muy recomendable. Parcelas superamplias con mesa y zona para hacer fuego. Además, este contaba con duchas de pago y grifos de agua potable.
5 noches en Lake Louise Campground. 205 dólares canadienses las 5 noches. Por ubicación perfecto, parcela también amplia (algo menos) pero con menos privacidad, pero las duchas son gratis y disponía de leña gratis para hacer fuego y de fregaderos. Ya os digo que me parece una opción genial por precio y ubicación para los que visiten el parque. Te vas a un MEC (el Decathlon de Canadá) te compras un tiendón de campaña de estos amplios y lo montas y te quedas ahí dos semanas la mar de agusto. Luego puedes dejar la tienda a los rangers.
Luego 3 noches de backpacking que me costaron algo más de 60 dólares canadienses, pero porque tuve que hacer dos reservas y en cada una te clavan 11,50 de tasa por reservar.
Aquí quisiera hacer un inciso. Todo lo que es de reserva en el parque nacional se realiza a través de la web de los parques nacionales. El sistema ha cambiado este año y se retrasó todo bastante y según que querías o en qué parque nacional se encontraba, las reservas se realizaban a partir de un día u otro. Un poco caos. De hecho, estuve varios días preconectado para hacer las reservas desde el primer momento y había unas colas increíbles. Días que era el 8000 y pico a elegir, el 4000 y pico. Esto afectó al viaje en dos cosas. Volví a quedarme sin poder visitar el lago O´Hara, ya que cuando me conectaron ya estaban todas la plazas del autobús pilladas para los días en que podríamos ir. Esto ya medio contaba con ello, es difícil pillar plaza, pero sobre todo afectó a la ruta de varios días que tenía pensado hacer.
La idea era realizar el primer día una ruta que partía de Sunshine Village y acampar en Egypt Lake. Son 13 kms que haríamos por la mañana. Por la tarde subiríamos a Pharaop Peak, otros 7 kms i/v pero con un desnivel de aúpa. Al día siguiente recogeríamos y nos introduciríamos en Mt. Assiniboine Provincial Park, durmiendo en Porcupine Camp. Unos 25 kms, en principio sin problemas ya que no hay que reservar el campamento. Al siguiente día llegaríamos al campamento del Lago Magog, frente al mítico pico Assiniboine. Son 15 kms que afrontaríamos por la mañana. Ya por la tarde tranquilamente subiríamos a The Nub and The Niblet por las vistas. Problema: hay que reservar el campamento y se hace a través de la web de BCparks. Reservas que se realizan con 4 meses de antelación al primer día que estás como muy pronto, pero que eran posteriores a la de Egypt Lake que está en Banff. El último día sería volver al punto de partida, Sunshine Village, unos 27 kms.
¿Qué ocurrió? Lo dicho, cuando abrieron las reservas para los backcountry camps de los National Parks yo era el 8000 y pico por sorteo en elegir. Cuando me tocó, Egypt Lake Camp estaba completo, pero el camp anterior, Healy Creek Camp, tenía aún plazas, así que lo reservé. Era una faena, ya que sería solo caminar 5,5 kms hasta el campamento, pero podríamos dejar las cosas y hacer el resto del camino con menos peso, aunque tendríamos que meternos al final casi 30 kms. Unos días después estaba frente al ordenador dándole a F5 para hacer la reserva de Lake Magog. Resultado, no había pasado ni un segundo desde que se abriera el plazo y todas las plazas ya estaban ocupadas. No me lo podía creer, que hay 40 plazas, posiblemente el backcountry camp más grande de las Rocosas. Con el paso del tiempo creo que el truco sería meterte un par de días antes del día que te interesa y tratar de reservar a partir de ahí cogiendo el día que te interese. Luego ya modificas la reserva.
Esto me agobió un poco, había que descartar esta ruta y buscar otra con los pocos backcountry camps que quedaran con plazas. Me metí en la zona de reservas y lo único que ví que podría hacer es coger el campamento de Red Deer Lakes Camp. Por dos noches seguidas. Lo hice y a partir de ahí miré qué podríamos hacer. La ruta fue una que luego descubrí que era bastante conocida: Skoki Loop, lo que pasa es que los campamentos más solicitados suelen ser el de Baker Lake y el de Merlin Meadows. Y, otra cosa que luego descubrí, desde Red Deer Camp si tirabas a la derecha (mirando un mapa) entrabas en la zona random de Banff NP. La zona random es la más salvaje, donde puedes acampar donde quieras porque no hay campsites preestablecidos. Eso sí, no es gratis, también has de hacer reserva y pagar, pero es una generalista. Por cierto, relativamente estaríamos cerca de donde han reintroducido los bisontes.
Así que la ruta de “mochileo” aunque durase 4 días y 3 noches, lo haríamos en dos partes. Una primera que sería ir a Sunshine Village en coche, ir a Healy Creek, poner la tienda y desde allí hacer una rutilla. Al día siguiente volveríamos al coche y nos lo llevaríamos hasta el inicio del sendero del Skoki Loop (muy cerca de donde salen los autobuses a Lake Louise y Moraine) y ya ir hasta Red Deer Lake Camp el primer día. El siguiente exploraríamos la zona de Red Deer River y el último daríamos la vuelta ya completa para volver al coche.
En cuanto a la planificación de qué rutas hacer, pues lo de siempre, internet, youtube y un libro, en este caso el considerado la biblia de este estilo, el
Canadian Rockies Trail Guide de Brian Patton.
Y empecemos con la aventura.
El avión de Madrid salía a las 12:30, por lo que salí de Almería un poco antes de las 4 de la mañana, pasándome por Jaén para recoger a mi sobrino y meter todo en una maleta grande y en las de cabina. Dejamos el coche en el parking de larga estancia y tras facturar y pagar 65 euros por la maleta, pasar los típicos controles y demás ya estábamos en nuestra puerta de embarque.
El vuelo con Air Canada a Toronto, nuestra escala, sin problemas. Unas cuantas pelis ví en su amplio catálogo: Oso intoxicado (vicioso creo que lo llamaron en España) con la cual me eché unas risas, 65, mala a más no poder y finalmente Joker, que aún no había visto. Esta la finalicé en el siguiente vuelo. La escala en Toronto, de 3 horas, venía bien para pasar inmigración y así ser más rápida la llegada.
Llegamos pasadas las 20:30 a Calgary y tras recoger las maletas fuimos a Alamo a recoger el coche. Nos dieron un alegrón al ofrecernos a elegir entre un SUV Mercedes o BMW. Nos quedamos con el Mercedes, un GLC300 4Matic negro que encima tenía la tapa del maletero y así no se verían las maletas y todo lo que metiéramos.
De ahí al alojamiento, en pleno downtown. Tras atinar con la casera y el piso, nos lo mostró y la verdad que muy amplio: dormitorio con un salón-cocina grande y un balcón con buenas vistas al río. Como estábamos reventados, tras ducharnos nos metimos en la cama y a sobar.