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Por la mañana, después de desayunar en la habitación, decidimos que era el mejor día para ir a ver la Estatua de la Libertad, así que desde el móvil reservamos las entradas, aunque, desafortunadamente, dado que aún estábamos en época COVID, la corona estaba cerrada y decidimos que, si no podíamos subir arriba del todo, no nos merecía la pena pagar para ver sólo la base. Pagamos, por tanto, la entrada básica. Creo que fueron unos 24,30 $, si no recuerdo mal. Lo hicimos todo desde el móvil.
Total, que cogimos el metro hasta Battery Park, donde pasamos rapidísimo los controles de entrada y seguridad, y embarcamos en el ferry (incluido en la entrada). Nuestro primer destino fue Liberty Island, donde visitamos el museo, la isla y fotografiamos mil veces la estatua y las vistas de la ciudad desde allí.
De allí, volvimos a coger el ferry hasta Ellis Island donde nos leímos cada cartel de la interesantísima historia del lugar. Después, también recorrimos la isla e hicimos más fotos si caben del perfil de la orilla. Cuando terminamos, cogimos ya sí, el ferry de vuelta a la ciudad.
En Battery Park descansamos un poco y comimos unos tentempiés sentados en un banco al sol y, después de eso, reanudamos la marcha para ya meternos de lleno en el Distrito Financiero. Subimos por la West Street hasta Liberty Park, el World Trade Center, entramos en The Oculus y, desde ahí el recorrido fue Saint Paul's Chapel, City Hall Park, los impresionantes edificios institucionales del Civic Center, Chinatown, Little Italy, y el SoHo. Tras semejante caminata, paramos a comer en el Essen (restaurante buffet de comida al peso) del barrio, pensando que sería razonablemente barato y nos clavaron unos 42$
. La comida, pues normalita y una opción para intentar escapar de hambuguesas, etc., pero no valía lo que costaba...
Reanudamos la marcha hacia Greenwich Village (incluyendo el edificio de la serie Friends, por supuesto
), Stonewall Inn, Jefferson Market Library, Flatiron District, Macy's - Herald Square (al ladito ya del Empire State Building) y llegamos a Bryant Park, donde justo había una banda de música flamenca. Nos sentamos un ratito a disfrutar de esa genial sorpresa.
Cuando terminó el concierto, el sol estaba ya cayendo entre los edificios y fue una pasada ver los últimos rayos colarse entre las calles y reflejarse en las fachadas de cristal de los rascacielos. Es un atardecer que recomiendo mucho. Además, así pudimos llegar a Times Square ya con el cielo oscuro y disfrutar de la impresionante plaza iluminada por la luz de todas las pantallas publicitarias.
Para rematar, buscamos y encontramos la escultura de "Hope" y cogimos el metro más cercano para volver a cada con los pies hechos polvo.
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