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Itinerario del día:
B: Capitol Reef
C: Goblin Valley
D: Canyonlands
E: Dead Horse Point
F: Arches
G: Moab
La jornada se presentaba una vez más extenuante: 400 millas de carretera hasta Moab, dos rutas escénicas casi completas y varios parques nacionales y estatales por visitar. De tal modo que nos levantamos muy pronto, y antes de las 6 ya estábamos subidos al coche, con todo el equipaje cargado y la nevera lista.
El día había amanecido soleado y azul, así que nos incorporamos a la carretera escénica 12 muy animados y con la intención de disfrutar de su gran riqueza paisajística, ampliamente comentada y valorada en el foro. En pocos minutos decidimos comenzar a comprobarla por nosotros mismos, apartándonos hacia un pequeño mirador desde el que se apreciaba una hermosa panorámica externa de las llamativas formaciones de Bryce Canyon iluminadas por los primeros rayos de sol.
A continuación, avanzamos en dirección a Escalante, a través de un bonito terreno, con diversidad de perfiles orográficos, en el que abundan los vestigios de antiguos asentamientos indígenas y los restos fósiles de dinosaurios. Hay también varios miradores interesantes en los que merece la pena detenerse unos instantes y solazarse con las fantásticas vistas.
Tema musical: "Stationary traveller" (CAMEL)
Después de Escalante, el día se nubló -por desgracia- y el paisaje cambió de forma radical. En los alrededores de la confluencia entre el Escalante River y el Calf Creek, la carretera deja de dirigirse hacia el este y gira 90 grados hacia el norte, justo cuando se interna en un increíble territorio rocoso que a nosotros nos maravilló por su belleza y colorido. Qué lástima no haber podido disfrutarlo sin nubes… Aún así, hicimos numerosas paradas en los sucesivos miradores de la zona próxima a las Calf Creek Falls, en la que la carretera transcurre por un estrecho promontorio desde el que se van contemplando sendas perspectivas de los dos profundos cañones a uno y otro lado. Y al sur, a lo lejos, brillaba iluminada por el sol la interminable línea montañosa de las Escalante Mountains y las Straight Cliffs. Un lugar extraordinario.
Ya desde Boulder, el entorno volvió a cambiar, puesto que la carretera comenzó a ascender notablemente y en pocas millas nos vimos rodeados de extensos bosques de alta montaña. Continuamos deteniéndonos en cada uno de los miradores que nos íbamos encontrando a nuestra derecha: Homestead Overlook, Steep Creek Overlook, Larb Hollow Overlook… Éste último está ya muy orientado hacia el este, y eso nos permitió distinguir las elevadas cumbres de las Henry Mountains, que llegan a alcanzar los 3500 metros, justo al otro lado de las inconfundibles formaciones de Capitol Reef.
Tema musical: "The impeding death of the virgin spirit"
(WILLIAM ACKERMAN)
En Torrey finalizábamos nuestro recorrido por la ruta escénica 12, de sur a norte, y comenzábamos el de la 24, de oeste a este. Entramos al pueblo con la intención de desayunar algo y repostar en la primera gasolinera que encontrásemos. Por fortuna, el sol había vuelto a hacer acto de presencia, así que a continuación nos dirigimos hacia Capitol Reef con unas condiciones de luz estupendas.
Conforme nos acercábamos al parque, la tonalidad del terreno iba siendo cada vez más y más rojiza y en las inmediaciones de Gooseneks Overlook hicimos varias paradas para contemplar con calma aquellos inmensos murallones de nombres tan explícitos: Chimney Rock, The Castle, The Fluted Wall, etc.
Ya en Fruita, nos desviamos por la Scenic Drive que se adentra hacia los puntos más destacados del parque de Capitol Reef. Nosotros estábamos muy interesados en el desfiladero de Capitol Gorge, pero nos quedamos con las ganas, porque la carretera permanecía cortada a causa de las inundaciones provocadas por las recurrentes tormentas de los días previos. Una pena.
Seguimos hacia el este dejando a nuestra izquierda la zona de petroglifos próxima al Hickman Bridge, y abandonamos Capitol Reef a través del hermoso cañón formado por el río Fremont. Todo este tramo de la ruta escénica 24 no tiene desperdicio, como bien puede comprobarse en las siguientes imágenes:
Tema musical: "Les mondes de Miranda" (MINIMUM VITAL)
Al terminar el desfiladero, las paredes verticales a ambos lados de la calzada se abrieron y fueron dando paso a uno de los lugares más alucinantes de todo el viaje: el extraño paisaje lunar, desolado como pocos, del Blue Valley. No sé si nuestro total y absoluto desconocimiento previo de tan insólito rincón de Utah pudo haber influido, pero lo cierto es que no dejamos de sorprendernos en ningún momento con todas y cada una de las increíbles formaciones que surgían por doquier: primero, las pizarras de mancos (Mancos Shale), curiosísimas formaciones geológicas de color gris azulado y ocre, cuyo origen se remonta al Cretácico Superior. Luego, las multicolores colinas jurásicas de bentonita. A un lado y al otro, las dos majestuosas Caineville Mesa -North y South-. Y más lejos, hacia la derecha, las Upper Blue Hills.
Muy cerca del punto donde finaliza el loop de acceso al Catedral Valley se encuentra el pueblo semifantasma de Caineville, abandonado a principios del siglo XX tras una devastadora crecida del río Fremont, pero que de unos años a esta parte ha sido redescubierto por los aficionados al motocross y al mountain bike, lo cual ha traído consigo que se hayan emplazado aquí varios negocios hoteleros que ofrecen al visitante alojamiento y algunos servicios básicos.
La orografía del Blue Valley se fue suavizando mucho a medida que nos aproximábamos a Hanksville, y ya desde esta localidad comenzamos a recorrer una zona bastante más árida y desértica que la anterior.
Tema musical: "The voyager" (PENDRAGON)
Como íbamos bien de tiempo, decidimos tomar la carretera que conduce hasta el parque estatal de Goblin Valley. El pase anual America The Beautiful no es válido aquí, y la entrada cuesta 8 $ por persona.
El lugar es ciertamente peculiar y, a pesar del calor sofocante que complicaba mucho cualquier tentativa de paseo -por pequeño que éste fuese- a través de los senderos del parque, no nos arrepentimos de haber llegado hasta allí. El nombre de Goblin Valley procede de los miles de pináculos, compuestos por arenisca y roca, que surgen por todas partes y cuyo aspecto recuerda al de estos seres mitológicos. Sus colores oscilan entre el marrón oscuro y el naranja, y guardan alguna similitud con los hoodoos de Bryce, aunque a una escala mucho más reducida, por supuesto.
A destacar también que los únicos ejemplares de antílope americano (berrendo) que vimos en todo el viaje se encontraban en los alrededores de este parque. Y menudos brincos que metían, por cierto.
Tema musical: ""La" Dawotsin" (MAGMA)
Continuamos hacia Green River, y en este pueblo nos detuvimos brevemente para hacer una pequeña gestión bancaria y comer unas hamburguesas con ensalada. Después, ya con las imponentes La Sal Mountains en nuestro punto de mira, nos incorporamos a la 191 y nos dirigimos hacia Moab, al sur.
Unas millas antes de esta localidad tomamos el desvío a la derecha que, a través de la 313, conduce directamente hasta los parques de Canyonlands (Island in the Sky) y Dead Horse Point. Dejamos el segundo a nuestra izquierda y seguimos de frente hasta la entrada del primero.
Island in the Sky, como su propio nombre viene a indicar, es una amplia meseta que se eleva, a modo de plataforma de observación, casi 700 metros por encima de los laberínticos cañones que forman los ríos Green y Colorado. Se accede a ella a través de un angosto cuello de botella denominado, precisamente, The Neck. Nosotros atravesamos toda la meseta hasta el final, para comenzar nuestra visita por el mirador más célebre: Grand View Point Overlook.
Y al asomarnos al borde del acantilado, pudimos comprobar por nosotros mismos que las vistas desde allí son, en efecto, sensacionales. Teníamos ante nuestros ojos una vastísima extensión de tierra agujereada por todas partes como si de un queso emmental se tratase… paisaje imposible e irreal donde los haya. Sabíamos también que en algún punto de aquel caos, aunque no pudiésemos verlo, el Green River -llegando por la derecha- vertía sus aguas en el Colorado River -a la izquierda de la escena-. Y algo más allá aparecía The Needles, la sección de Canyonlands situada más al sur, y su inconfundible silueta en forma de dientes de sierra. Una panorámica fantástica.
Tema musical: "Ventana" (WILLIAM ACKERMAN)
Desde Grand View Point fuimos recorriendo los diversos miradores del parque en dirección norte. Nos detuvimos en Orange Cliffs Overlook para observar al oeste el Stillwater Canyon, que el Green River ha ido creando a lo largo de millones de años.
Tema musical: "Awaken" (YES)
La siguiente parada, en Buck Canyon Overlook, nos permitió tener una estupenda perspectiva, con las montañas La Sal al fondo, de los vistosos cañones Buck y Gooseberry, tallados por el río Colorado.
Tema musical: "Hairless heart" (GENESIS)
A pesar de que el calor seguía apretando muchísimo y no apetecía gran cosa ponerse a caminar al sol, creíamos que el Mesa Arch bien merecería un sobreesfuerzo, así que metimos varias botellas de agua fría en la mochila y nos dispusimos a hacer el trek de media milla hasta el famoso arco. Nos costó llegar, porque la temperatura era altísima y no hay apenas sombras en el trayecto, pero mereció la pena. Las imágenes hablan por sí solas:
Tema musical: "Calmaria" (STEVE HACKETT)
Al llegar a Whale Rock, me dio la impresión de que las vistas desde la parte alta de la loma rocosa podrían ser interesantes, y le pregunté a María si se animaba a venir conmigo paseando hasta allí arriba. Su contundente respuesta no dejó lugar a la duda:
- Sí, hombre, verdes las han segado…
Así que me fui yo solo y ella me esperó en el coche. A mitad de subida, no obstante, opté por dar media vuelta, ya que lo que se veía no me estaba pareciendo ni mucho menos la quinta maravilla y además el calor empezaba a ser extremo de verdad. ¡Cuarenta y muchos grados!
Tema musical: "Blind curve" (MARILLION)
Nos hubiese gustado acercarnos a los miradores de Upheaval Dome, pero al llegar al aparcamiento comprobamos en los carteles informativos que tal cosa requería una caminata de más de una hora… Imposible plantearse algo así en condiciones de calor tan adversas.
Retornamos hacia la salida y paramos en Green River Overlook, uno de los puntos panorámicos más discretos del parque:
Tema musical: "Further away" (IQ)
Antes de abandonar Island in the Sky hicimos un último alto en los miradores de The Neck, desde donde disfrutamos de una vista privilegiada del Shafer Canyon y de la meseta de Dead Horse frente a nosotros.
Tema musical: "Lost in a dream yell" (ASIA MINOR)
Y precisamente Dead Horse Point iba a ser nuestro siguiente destino.
Al igual que Goblin Valley, se trata de otro parque estatal, y por lo tanto tuvimos que pagar 10 $ para acceder a él. Pero, a nuestro juicio, la excepcional perspectiva de los goosenecks del río Colorado desde este mítico balcón natural compensa sobradamente cada uno de esos dólares, por eso creemos que, siempre que se disponga del tiempo suficiente y no haya que priorizar otros objetivos, la visita a Dead Horse es obligada. Además, aquí fue donde se rodó la controvertida escena final de Thelma y Louise, lo cual no deja de ser un aliciente añadido.
Tema musical: "Synopsis" (WILLIAM ACKERMAN)
Volvimos a la 191 y nos fuimos a Arches, para pasar allí las últimas horas de la tarde. Al día siguiente teníamos previsto regresar por la mañana para hacer algún trek, por eso nuestra primera toma de contacto con el parque se iba a reducir a un recorrido en coche a través de sus diferentes secciones. Creíamos que este lugar podría gustarnos bastante, pero lo cierto es que aquello superó con creces todas nuestras expectativas más optimistas… ¡qué sitio tan maravilloso!
De entrada, decir que el color de las formidables rocas de Arches al atardecer es asombroso, con miles de matices y muy cambiante: del marrón oscuro más intenso puede pasarse en breves segundos a una fuerte tonalidad anaranjada.
Desde el sector inicial -Park Avenue, Petrified Dunes, Great Wall…- hasta el Delicate Arch; desde The Windows Section hasta el intrincado Fiery Furnace… todo el parque nos encantó. El trayecto de ida entre el Visitor Center y el parking del Devils Garden queda más o menos reflejado en las siguientes imágenes tomadas desde el propio vehículo:
Zona Inicial (Park Avenue, Great Wall, etc):
Tema musical: "Between the rooms" (ANYONE'S DAUGHTER)
The Windows Section:
Tema musical: "State of mine" (IQ)
Zona del Delicate Arch:
Tema musical: "Non grata" (NON GRATA)
Zona de Devils Garden:
Tema musical: "Mystical west" (MINIMUM VITAL)
Pero lo mejor estaba por llegar… El sol, que llevaba un buen rato oculto tras las nubes, reapareció en el momento preciso -justo cuando iniciábamos el recorrido de vuelta en dirección a la salida del parque- para obsequiarnos con un atardecer extraordinario que iluminó las formaciones rocosas de un modo prodigioso. Si antes ya nos había gustado mucho todo lo que habíamos visto, ahora íbamos literalmente boquiabiertos con el fenomenal espectáculo que teníamos la oportunidad de disfrutar.
Tema musical: "Spectral mornings" (STEVE HACKETT)
No sé cuánto tiempo empleamos en recorrer el trayecto entre Devils Garden y el Visitor Center. Posiblemente, poco más de treinta minutos. Pero lo que sí sé es que esa media hora en Arches al atardecer fue sin duda uno de los momentos más emocionantes e intensos de todo nuestro viaje. Lo recordaremos siempre con especial cariño.
Llegamos a Moab cuando ya oscurecía.
Repostamos en una de las gasolineras del pueblo y nos pasamos por el supermercado de al lado para hacer una compra. Ya de noche cerrada hicimos el check-in en el hotel que habíamos reservado -Silver Sage Inn-, de calidad más o menos aceptable. Como estábamos extenuados después de una jornada tan completita, ni siquiera nos planteamos la posibilidad de salir a cenar fuera. Calentamos unos sandwiches en el microondas y, rendidos, nos metimos en la cama. Antes de dormirme aún tuve tiempo para recrearme mentalmente con las imágenes de la inolvidable puesta de sol que acabábamos de vivir…
Con buenas condiciones de luz al atardecer… ¡¡Arches es brutal!!
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Últimos comentarios al diario: 
Ya verás como no te arrepientes de pasar tres noches en Moab. Aquella zona no tiene desperdicio, sobre todo Arches, que es un parque alucinante. Tampoco dejes de ir al Corona Arch, que fue otro de los sitios que se nos quedó en el tintero por falta de tiempo y luego en otros diarios he visto que está genial. 
:lol: 
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