DIA 13.
Últimas horas en nuestra RV. Con el equipaje listo, salimos en dirección al concesionario de CANADREAM de la zona donde debíamos devolver el vehículo, a donde llegamos en solo media hora de viaje. Hicimos el drop-off sin problema, todo estaba en orden, y desde aquí tomamos un taxi que nos llevó al cercano aeropuerto de Halifax, desde donde tomamos un autobús de la línea 320 que en una hora nos dejó en el downtown de la ciudad.
El hotel que escogimos para nuestra estancia aquí era el Cameo Hotel & Suites, que distaba 8 minutos a pie de la última parada del bus. Este alojamiento dispone de unos apartamentos muy bonitos, modernos y funcionales. Posee diferentes códigos de acceso, que te dan cuando haces la reserva, para hacer el check-in sin necesidad de personal.
Nos instalamos al momento y, tras un breve descanso, nos pusimos en marcha para visitar lo más destacado de esta ciudad, su Waterfront. A pesar de que el día estaba nublado y frío, el paseo por el mismo fue muy agradable. Entramos en el Maritime Museum of the Atlantic, visita interesante y obligada de la ciudad. Después, seguimos con nuestro paseo por el Queen’s Market distrit y el Historic Properties.
Después de tanto días de viaje, decidimos volver al apartamento y disfrutar de un merecido descanso, cosa que nuestros cuerpos agradecieron. Salimos para cenar a la hora habitual del país, las 6 de la tarde, y nos dirigimos al Five Fishermen Rest & Grill. Este restaurante presenta un local, un servicio y una comida excelentes. Después de cenar, dimos un paseo por el cercano Waterfront para regresar al apartamento, donde hicimos los preparativos para nuestra próxima etapa del viaje, el vuelo a Toronto a primera hora de la mañana.
El hotel que escogimos para nuestra estancia aquí era el Cameo Hotel & Suites, que distaba 8 minutos a pie de la última parada del bus. Este alojamiento dispone de unos apartamentos muy bonitos, modernos y funcionales. Posee diferentes códigos de acceso, que te dan cuando haces la reserva, para hacer el check-in sin necesidad de personal.
Nos instalamos al momento y, tras un breve descanso, nos pusimos en marcha para visitar lo más destacado de esta ciudad, su Waterfront. A pesar de que el día estaba nublado y frío, el paseo por el mismo fue muy agradable. Entramos en el Maritime Museum of the Atlantic, visita interesante y obligada de la ciudad. Después, seguimos con nuestro paseo por el Queen’s Market distrit y el Historic Properties.
Después de tanto días de viaje, decidimos volver al apartamento y disfrutar de un merecido descanso, cosa que nuestros cuerpos agradecieron. Salimos para cenar a la hora habitual del país, las 6 de la tarde, y nos dirigimos al Five Fishermen Rest & Grill. Este restaurante presenta un local, un servicio y una comida excelentes. Después de cenar, dimos un paseo por el cercano Waterfront para regresar al apartamento, donde hicimos los preparativos para nuestra próxima etapa del viaje, el vuelo a Toronto a primera hora de la mañana.


DIA 14.
Después de acabar en el desayuno con las últimas provisiones que nos quedaban de días anteriores, cogimos el equipaje para ir al aeropuerto de Halifax en UBER. No hubo problema alguno con el check-in y a las 11:30 horas despegamos rumbo a Toronto, a donde llegamos 2 horas más tarde, una vez descartada la correspondiente hora de la franja horaria. Cabe recordar, para futuros viajes, que Canadá es un país tan inmenso que dispone de 6 franjas horarias diferentes.
Un UBER nos llevó al Downtown de Toronto, donde teníamos el hotel que habíamos escogido para esta estancia, el Pantages. Después del check-in y de un sándwich para tomar fuerzas, salimos a la calle para pasear por esta parte de la ciudad. Nos dirigimos primeramente al City Hall, nos fotografiamos ante las letras que publicitan la ciudad, y seguimos hasta la famosa Torre CN. El día era fantástico, y presagiaba unas vistas extraordinarias desde lo alto de la misma.
Un UBER nos llevó al Downtown de Toronto, donde teníamos el hotel que habíamos escogido para esta estancia, el Pantages. Después del check-in y de un sándwich para tomar fuerzas, salimos a la calle para pasear por esta parte de la ciudad. Nos dirigimos primeramente al City Hall, nos fotografiamos ante las letras que publicitan la ciudad, y seguimos hasta la famosa Torre CN. El día era fantástico, y presagiaba unas vistas extraordinarias desde lo alto de la misma.

Subimos hasta el mirador de la torre y, como suponíamos, las vistas nos encantaron. Se divisaba un amplio perímetro de la ciudad, el Waterfront y el Lago Ontario. Incluso en el horizonte se distinguían las ciudades de la costa de EE.UU. Después de un buen rato rodeando el mirador, descendimos de la torre y nos encaminamos a la parada más cercana del tranvía para dirigirnos al Destillery District. Es este un lugar ideal para pasear y comer, como así hicimos en el Pub Mill St. Breverys, donde disfrutamos de una buena cena acompañada de dos cervezas artesanas de la casa.
Regresamos en UBER al downtown, muy animado por ser sábado. Entramos en el gran centro comercial Eaton Centre y paseamos hasta la plaza Yonge-Dundas Square, similar a Times Square, muy animada a esta hora de la noche. Volvimos al hotel para hacer los preparativos para el city tour que habíamos contratado para la mañana siguiente y para hacer el equipaje del vuelo de regreso de la noche.
Regresamos en UBER al downtown, muy animado por ser sábado. Entramos en el gran centro comercial Eaton Centre y paseamos hasta la plaza Yonge-Dundas Square, similar a Times Square, muy animada a esta hora de la noche. Volvimos al hotel para hacer los preparativos para el city tour que habíamos contratado para la mañana siguiente y para hacer el equipaje del vuelo de regreso de la noche.

DIA 15.
Último día en Toronto y último día de nuestro viaje. Desayunamos en un Starbucks cercano al hotel, para después hacer el check-out (nos permitieron dejar el equipaje en el lookout hasta nuestra partida hacia el aeropuerto en la tarde), y nos dispusimos a realizar un city tour por el centro de la ciudad. La mañana era fría, lluviosa y ventosa, es decir, de nuevo “the winter is comming”.
Nos dirigimos al punto de encuentro acordado para contactar con nuestro guía, un chico venezolano residente desde hace algunos años en la ciudad y durante dos horas y media nos llevó por los lugares más emblemáticos del centro, plazas, edificios singulares, underground, etc., acompañado con una agradable y entretenida explicación de los usos y costumbres de Toronto. A pesar del tiempo, fue una mañana muy amena y didáctica.
Acabamos nuestro recorrido en el mercado de St. Lawrence, donde dimos buena cuenta de un exquisito bocadillo típico de la ciudad. Seguidamente y, siguiendo las indicaciones del guía, nos encaminamos hacia el Waterfront para tomar el ferry que nos llevaría a las Toronto Islands, situadas frente a la ciudad. El tiempo había cambiado y, tanto el viaje como el paseo por alguna de las islas, fueron muy agradables. Tomamos varias fotos con el skyline de Toronto de fondo antes de regresar en el ferry que nos devolvería al puerto.
Como aún disponíamos de tiempo de sobra, cogimos un UBER para acercarnos hasta el barrio de Chinatown y así recorrer el famoso Kensington Market, con mucha afluencia de público por ser domingo. Regresamos paseando por las calles de Chinatown hasta el hotel para recoger nuestro equipaje y dirigirnos posteriormente mediante un UBER al aeropuerto de Toronto, para coger el vuelo de AIRCANADA de vuelta a Madrid, llegando a casa en un vuelo corto y sin incidencias.
Nos dirigimos al punto de encuentro acordado para contactar con nuestro guía, un chico venezolano residente desde hace algunos años en la ciudad y durante dos horas y media nos llevó por los lugares más emblemáticos del centro, plazas, edificios singulares, underground, etc., acompañado con una agradable y entretenida explicación de los usos y costumbres de Toronto. A pesar del tiempo, fue una mañana muy amena y didáctica.
Acabamos nuestro recorrido en el mercado de St. Lawrence, donde dimos buena cuenta de un exquisito bocadillo típico de la ciudad. Seguidamente y, siguiendo las indicaciones del guía, nos encaminamos hacia el Waterfront para tomar el ferry que nos llevaría a las Toronto Islands, situadas frente a la ciudad. El tiempo había cambiado y, tanto el viaje como el paseo por alguna de las islas, fueron muy agradables. Tomamos varias fotos con el skyline de Toronto de fondo antes de regresar en el ferry que nos devolvería al puerto.
Como aún disponíamos de tiempo de sobra, cogimos un UBER para acercarnos hasta el barrio de Chinatown y así recorrer el famoso Kensington Market, con mucha afluencia de público por ser domingo. Regresamos paseando por las calles de Chinatown hasta el hotel para recoger nuestro equipaje y dirigirnos posteriormente mediante un UBER al aeropuerto de Toronto, para coger el vuelo de AIRCANADA de vuelta a Madrid, llegando a casa en un vuelo corto y sin incidencias.

CONCLUSION.
Después de nuestra primera experiencia conduciendo una autocaravana por carreteras de los EE.UU., afrontábamos con mucha confianza nuestra aventura por las carreteras de Canadá, pues en ambos países, el mundo de las RV está a años luz de nuestro entorno europeo. Y no sólo lo que se refiere a los vehículos, sino también a los campings, con sus excelentes infraestructuras y, lo que para nosotros es lo más destacado, la libertad que en ambos países se tiene para ir por donde quieras, para estacionar sin restricciones y poder disfrutar plenamente de una forma de viajar que, personalmente, a nosotros nos encanta.
Teníamos mucha ilusión por ver esta parte de Canadá en otoño, y nuestras expectativas se vieron ampliamente satisfechas. Es un país que enamora con la belleza de sus bosques, sus ríos y sus lagos, especialmente durante esta estación. Los paisajes se transforman en una paleta de colores impresionante, con tonos dorados, rojizos y anaranjados que pintan los árboles y las montañas. Viajar por Canadá en esta época es una experiencia inolvidable.
Además de su impresionante belleza natural, Canadá es conocido por ser un país seguro para viajar. Sus ciudades ofrecen un ambiente acogedor y sus habitantes son amables y serviciales. La seguridad es una prioridad en todo el país, lo que brinda tranquilidad a los turistas que desean explorar sus maravillas naturales.
En resumen, Canadá es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y los viajeros en busca de paisajes impresionantes. Sus bosques, especialmente durante el otoño, ofrecen una experiencia única que cautiva los sentidos y brinda momentos inolvidables en medio de la seguridad que el país ofrece a sus visitantes.
Teníamos mucha ilusión por ver esta parte de Canadá en otoño, y nuestras expectativas se vieron ampliamente satisfechas. Es un país que enamora con la belleza de sus bosques, sus ríos y sus lagos, especialmente durante esta estación. Los paisajes se transforman en una paleta de colores impresionante, con tonos dorados, rojizos y anaranjados que pintan los árboles y las montañas. Viajar por Canadá en esta época es una experiencia inolvidable.
Además de su impresionante belleza natural, Canadá es conocido por ser un país seguro para viajar. Sus ciudades ofrecen un ambiente acogedor y sus habitantes son amables y serviciales. La seguridad es una prioridad en todo el país, lo que brinda tranquilidad a los turistas que desean explorar sus maravillas naturales.
En resumen, Canadá es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y los viajeros en busca de paisajes impresionantes. Sus bosques, especialmente durante el otoño, ofrecen una experiencia única que cautiva los sentidos y brinda momentos inolvidables en medio de la seguridad que el país ofrece a sus visitantes.