Egipto 20 - 31 de Octubre 2008.
Día 20/10/08
Estamos a punto de comenzar el que será nuestro segundo viaje a Egipto, hemos convencido a Miguel y María Jesús de tanto hablarles del primero y se han animado a venir con nosotros a compartir estas vacaciones en este singular país. Hemos escogido hacer el crucero de 7 días para que dos deje tiempo libre y disfrutar tranquilamente del Nilo, más 4 días en El Cairo por libre.
Salimos de Zaragoza en Ave hacia Barcelona, nos dimos suficiente tiempo y menos mal por que en el traslado en el tren de cercanías hacia el aeropuerto tuvimos nuestra primera anécdota, se quedó en simple anécdota pero nos llevamos un buen susto y estuvieron a punto de amargarnos las vacaciones: Al subir al tren un grupo de rumanos intentó quitarle la cartera a Miguel, se dio cuenta y fue providencial la presencia de tres Mozos de Escuadra de paisano en el vagón, lo importante es que recuperamos la cartera con todo el dinero y las tarjetas y se logró detener a los tres partícipes.
Por lo demás todo perfecto salimos puntuales y llegamos a Luxor a las 19:30, nos recogió Essam que será nuestro guía durante todo el crucero conocimos a nuestros compañeros de grupo, Laura y Juan, una pareja de Madrid con la que pasaremos el resto del viaje, después nos reunimos en la cubierta del barco para comentar y preparar las visitas del día siguiente.
El barco Essadora II está bien pero tampoco es para echar cohetes, para la categoría que pagamos le falta un poco de “glamour” pero las habitaciones y la limpieza en todo el barco están impecables.
Día 21/10/08
Los días en Egipto comienzan muy temprano, así que madrugamos para dirigirnos en un impecable microbús a la Necrópolis de Tebas, el Valle de los Reyes. Antes incluso de amanecer, ya estábamos Tere y yo en la cubierta del barco, vimos levantar multitud de globos aerostáticos y decidimos que a la vuelta montaríamos en uno de ellos. Encontramos el acceso al valle algo cambiado, han construido un centro de visitantes nuevo y el estacionamiento también está mejor acondicionado. Visitamos tres tumbas las de Ramsés II, III, y IX. El guía nos había avisado que ahora no se pueden hacer fotos en el interior de las tumbas y como no hice mucho caso, tuve que pagar a un vigilante para recuperar mi cámara... por no liarla pues hubo un momento en que pensé quedarme sin ella (cuidado con esto pues se aprovechan). Al final con 10 € lo solucioné. Antes sacabas un ticket y pagando se podían hacer las fotos ahora no. Continuamos la visita muy bien por que al ser un grupo muy reducido, entre todos marcábamos el ritmo y visitamos detalladamente el templo de Hatshepsut en Deir el Bahari y tras la parada obligada para la foto ante los colosos de Memnón, vimos el Templo funerario de Ramsés II en Medinet Habú, que lo recordábamos muy bien por sus profundos bajorrelieves que originariamente estaban rellenos de oro puro, una inmensa fortuna digna del gran Faraón.
Volvimos al barco justo para comer y comenzamos la navegación hacia Esna para pasar la esclusa, nuestro barco es de los más rápidos y el espectáculo de una auténtica carrera entre los demás es muy curioso, con “piques” a toque de sirena y algún que otro cruce temerario...
Llegamos bien situados y conseguimos una hora muy buena para cruzar la esclusa, mientras los vendedores de chilabas y manteles amenizan la espera, el grupo me encomendó la “vital misión del regateo", compré las chilabas de todos menos las nuestras, incluso unas bonitas alfombras para Laura y Juan, cuando ya teníamos elegida la mía se cayó al agua y entonces me la daba por lo que yo le ofrecía pero ya no la quise. Pasamos la esclusa a las 11:30 de la noche y tras ver la maniobra nos retiramos pues al día siguiente teníamos que madrugar.
Día 22/10/08
Salimos en calesa para realizar la visita al templo de Horus, ¡Qué locura! la cantidad de carruajes a cual más “cutre” aunque se esfuerzan por tenerlos decentes pero con tantos caballos y sus olores la experiencia dista mucho lo que se imagina uno de un “paseo en calesa”, es más una aventura de riesgo que un paseo idílico. Pero es lo que toca y hay que disfrutar también de estas experiencias, lo malo es lo pesados que son los carreteros con las propinas, nunca se dan por satisfechos y encima no son nada agradecidos, su misión es exprimir al turista. Gracias a la especial habilidad de Essam conseguimos salir de los primeros, antes que la mayoría de grupos y encima también pasamos por delante de mucha gente en las filas del templo, que estaba demasiado concurrido para poder realizar la visita cómodamente, pero aun así disfrutamos admirando las impresionantes columnas y grabados de este singular templo. Volvemos al barco con la misma calesa aguantando al carretero que parecía al del chiste la petaca, le di un par de bolis a ver si se callaba por que ya le había dado la propina nuestro guía (habíamos hecho un fondo común para estas cosas y lo llevaba él) y él seguía y seguía pidiendo sin desfallecer.
Reanudamos la navegación hacia Kom Ombo disfrutando del paisaje en la cubierta y de las tertulias que cada día nos montábamos en la sobremesa. Llegamos sobre las 15:30 y como habíamos decidido dejar la visita al templo para la vuelta, salimos a dar una vuelta por los tenderetes. Mientras la fiesta de chilabas se sigue navegando hacia Assuan, no nos quedamos a la fiesta pues a las 2 y media nos habíamos de levantar para ir a Abú Simbel, ¡qué madrugón!.
Día 23/10/08
A las 3:15 AM nos recogen con el desayuno pic-nic para ir a integrarnos en el convoy de las 4:00 y llegamos a Abú Simbel sobre las 6:45, en este caso íbamos con otro guía, no sé ni el nombre ni pena que me da, era un pasota del que nosotros también pasamos y realizamos la visita por libre. Tere estaba algo pachuchilla y no disfrutó adecuadamente del día, había mucha gente y también es que quizás esperábamos demasiado del lugar. Ojo que no hay que despreciar el conjunto, es impresionante y además pensar como hubo que rescatarlo del Lago Nasser aun tiene más importancia, sin embargo estuvimos de acuerdo en que no es “la joya del viaje”. A las 9:00 teníamos que estar en el autobús pues el convoy no espera. De regreso se visita la presa y el obelisco inacabado que no tienen mayor importancia y a la 13:00 estábamos en el barco para comer y descansar.
Por la tarde tenemos concertada una visita a Assuam con nuestro querido y añorado guía Essam. Nos llevó a una terraza en la parte más alta de la ciudad para ver “la puesta de sol más bonita del Nilo”. El paisaje desde esta terraza es una maravilla, y elegimos una de las mejores mesas allí fumamos una shisha de manzana, tomamos zumos, té, carcadé, los camareros visten atuendos típicos y todo resulta muy pintoresco, comimos unos buñuelos de una masa similar a la de los churros españoles y disfrutamos de un atardecer precioso, después nos ofreció ir una tienda de esencias y perfumes, aunque no es muy barata, todos compramos algo y nos dieron un corto masaje relajante con una de las esencias. Tras la cena en el barco había una fiesta nubia, pero estábamos reventados y nos fuimos a descansar temprano.
Día 24/10/08
Hoy es un día tranquilo, no madrugamos demasiado aunque Tere y yo vimos amanecer desde la cubierta, apenas había viento para las velas de las falucas y hoy comenzamos la jornada con el paseo en una de estas embarcaciones por el Nilo, vimos como una a una llegaban a los embarcaderos a veces remolcadas por barquitos de motor y otras simplemente dejándose llevar por la corriente. Pero esto se había solucionado para cuando comenzamos nuestro paseo y como íbamos muy bien de tiempo alargamos el paseo circunvalando la Isla Elefantina para dejarnos en el Jardín Botánico que aunque no se visita en los circuitos tradicionales, como se lo pedimos al guía nos llevó sin ningún problema; aunque ya no acuden las familias a festejar el viernes como en nuestro anterior viaje ya que también les cobran la entrada, disfrutamos de una visita apacible, sin vendedores ni “enemigos” como llamábamos a los turistas de otros grupos.
Continuamos con la barca de motor por la primera catarata del Nilo hacia el poblado Nubio, en el recorrido el paisaje es muy bonito y el río está muy limpio, además vimos multitud de aves sobre todo Ibis. Subimos con el barco hasta el poblado y aunque esté preparado para las visitas, no por ello deja de ser curioso y nos atendieron de maravilla, con música tradicional, shishas, refrescos, bailes, el que quiso se hizo el tatuaje de hena, tenían cocodrilos pequeños que se podían coger. También nos llevaron a la escuela (como era fiesta no había clase) y nos enseñaron los números en árabe y a escribir nuestro nombre en la pizarra; una divertida “turistada”, el regreso era en camello, pero Tere y María Jesús volvieron en el barco con Essam y nos hicieron algunas fotos desde la distancia y nos juntamos en el embarcadero donde nos bañamos en el Nilo en nuestro primer viaje.
Volvimos al barco para comer y nos fuimos a ver el templo de Philae, que también fue recuperado de las aguas y muestra la señal que dejó el río tras las construcciones de las dos presas. Dejaremos para más tarde, tras un pequeño descanso, la visita a la catedral, la mezquita y el mercado de especias. Como nos quedaba tiempo decidimos salir por libre a pasear y fuimos a parar al mercado así que realizamos algunas compras menores, y buscamos los encargos pero no encontramos nada adecuado, sólo unos imanes y poco más. Y por la noche, tras la cena, salimos con el guía en calesa a ver la catedral copta (de escaso interés artístico) y la mezquita muy bonita. Fernando se bajó de la calesa a ayudar al caballo a superar una cuesta y tras un recorrido por la ciudad paramos a tomar unos refrescos y zumos en uno de los pocos bares “aptos para europeos” de la ciudad, como estábamos muy cerca del embarcadero le dijimos a Essam que iríamos andando al barco así los carreteros se quedaron conformes y terminaron su recorrido antes, los madrileños estaban encantados con su pipa de agua y bueno nosotros con la conversación en un lugar muy peculiar.
Día 25/10/08
El barco zarpa temprano hacia Kom Ombo donde paramos el tiempo justo para visitar el templo del dios Sobek (con forma de cocodrilo) y tras comprar una chilaba más adecuada, continuamos navegando dirección a Edfu disfrutando de los paisajes del Nilo en esta zona con sus verdes islas donde pastan bueyes, búfalos, cabras y algún que otro borrico. Las orillas con multitud de palmeras que contrastan con el fondo amarillo del desierto, de vez en cuando aldeas y pueblos que recuerdan los que solemos poner en el Belén, un placentero viaje en el que disfrutamos de una excelente temperatura y ¡cómo no! de buena charla y cervecitas en la cubierta. En la cena y sobremesa nuevamente había fiesta de chilabas pero tampoco en esta ocasión renunciamos a nuestras veladas en cubierta.
Día 26/10/08
Comenzamos temprano la jornada con nuestro paseo en globo, www.sindbadballoons.com/index.html
Miguel y yo nos aventuramos con nuestro bautizo aerostático, María Jesús y Tere se levantaron temprano con la esperanza de vernos sobrevolar el barco y estuvieron observando desde la cubierta. Nos acompañó el guía hasta el embarcadero donde nos estaban esperando para cruzar el río y llevarnos en microbuses a los globos, sorprende ver la cantidad que había en el aire y cogimos “el segundo turno” pues ya estaban descendiendo lo del primero, es espectacular ver como aterrizan entre los campos de maíz y la cantidad de personas que hay en tierra como auxiliares. Los hay de distinto tamaño en función del número de personas que transporta, nosotros cogimos uno de los más grandes para un máximo de 20 plazas más el piloto, pero se va muy cómodo en la cesta pues está dividida en 4 compartimentos amplios. Aunque nos decepcionó un poco el no sobrevolar el Nilo (esto depende del viento), nuestra ascensión también fue interesante sobre el valle de los Reyes, los templos y ruinas que hay en la zona, los colosos... la experiencia es altamente recomendable y salvo para los que sufran de un vértigo incontrolado no hay ningún problema el viaje dura unos 45 minutos en vuelo y luego vimos como lo recogían que también es muy curioso. En total ocupas un par de horas.
Tras reunirnos todo el grupo comenzamos la visita a los templos de Luxor y Karnak, un conjunto impresionante que antiguamente estaba unido por una avenida jalonada de esfinges y estatuas de carneros, aun nos quedaría tiempo para visitar una fábrica de papiros donde nos explicaron el proceso de elaboración. Por la tarde nada más comer fuimos a Dendera en un convoy muy riguroso pues cortan el tráfico durante todo el recorrido, parece ser que la zona es un tanto peligrosa para ir por libre, hay policías armados en cada cruce aunque sea un camino y muchos controles. El templo merece la pena aunque hay que visitarlo rápidamente, no hay demasiada gente pero llegamos todos a la vez y se nota, sobre todo en una de las dependencias que hay en el sótano donde están los mejores relieves, el templo está lleno de misterios y enigmas que inspiran la imaginación, (calendarios, horóscopos...). Tras la cena nos dimos un paseo por el mercado de Luxor y nos sentamos en una zona de terrazas muy “para turistas” y nos retiramos temprano pues al día siguiente nuevo madrugón para ir aeropuerto.
Día 27/10/08
Nos recogieron a las 6:30 para llevarnos al aeropuerto y muy bien por que el vuelo salió una hora antes de la prevista y a las 9:15 ya estábamos en El Cairo, nos llevaron en otro microbús y de camino recogimos al guía que nos acompañó en la visita a las pirámides y la Esfinge y después a los hoteles, como no habíamos cogido ninguna excursión ya no le volvimos a ver el pelo hasta el último día para volver al aeropuerto. Nos costó más de 2 horas y media llegar a nuestro hotel y hasta el chófer se enfadaba, como se nos hizo un poco tarde comimos en la habitación del hotel.
Las habitaciones del Conrad son realmente extraordinarias, pero como llegamos por la tarde nos dieron la planta 3 y no teníamos buenas vistas. Habíamos quedado con Juan y Laura para ir juntos al día siguiente al museo, por la tarde salimos a pasear por la zona para situarnos y descubrimos la locura del tráfico de El Cairo. Tere iba literalmente "acohonada" cada vez que había que cruzar alguna calle y no digo ya en las avenidas, pero al final ya cruzábamos como auténticos cairotas. De vuelta al hotel entramos a cenar en un centro comercial junto al Hotel Ramsés Hilton y tomamos de postre unos buñuelos buenísimos, parecidos a los que habíamos probado en Assuan en la terraza del atardecer.
Día 28/10/08
Un día de Museo y compras, como nos habían dicho que en el museo no se podía entrar la cámara, la dejamos en el hotel así que de este día no tenemos fotos.
El Hotel Conrad:
Recogimos a Laura y Juan junto al puente que nos quedaba a mitad de camino hacia el Museo, Tere está de nuevo pachuchilla y no parecía ni ella, en el Museo del Cairo y se nos iba sentando por el recorrido aunque al final se esforzó y terminó viendo todo, después de comer en un restaurante próximo fuimos a un salón de té que habíamos visto antes a tomar el café y unos pasteles de postre y después nos fuimos andando al Khalili: toda una experiencia por las calles que nos metimos, un caos de circulación, ruido y aceras muy incómodas de transitar, al final llegamos y nos topamos una vez más con uno de esos “voluntarios” que te llevan a la tienda de su primo (en este caso nos temimos algo peor) y como no nos fiamos demasiado nos volvemos a la ruta que llevamos establecida.
Al final llegamos a la plaza donde están los cafés a la entrada del mercado, nada más entrar a la calle principal, salió de la tiendo un chico que vio que llevábamos la guía Traveler y enseguida nos enseñó que figura en la página 116, es la tienda de Mohamed Khattab, nos invitó a pasar a su tienda disfrutamos de unas compras muy ventajosas ¡Y SIN REGATEOS!, como entramos los seis y todos compramos un poco, todos nos llevamos unos pequeños obsequios, pero el mejor regalo fue el de no tener que pelear por los precios y sentados con el dueño en animada charla mientras los demás miraban . Nos adentramos por la calle principal y encontramos una joyería también con precios fijos y ajustados a la calidad, también compramos allí unos encargos y algún regalo, seguimos adelante hasta que dejó de convencernos el aspecto y la ausencia de turistas y volvimos a la plaza donde nos sentamos en una terraza. Los vendedores nos siguen acosando y cogemos un taxi de 6 plazas para ir a cenar al centro comercial que hay junto a Hilton y con él concertamos la visita del día siguiente a Menfis, Saqqara y Dahshur.
Día 29/10/08
Nos recogió el taxi a la hora prevista con un pequeño retraso por que Juan y Laura se habían dormido y comenzamos nuestra excursión por Dahshur que está lo más alejado hacia el sur de El Cairo. Desde la carretera se divisan las pirámides de Snefru (romboidal) y la de Amenemhat III (semiderruída) y visitamos incluso el interior, la pirámide Roja, bueno hasta dentro del todo Solo Miguel y Juan, yo bajé unos cuantos escalones para la foto y nada más, en esta zona apenas hay turistas (no hay ni vendedores) y enseguida volvemos hacia Saqqara donde visitamos primero el museo, pequeño pero muy interesante y un audiovisual, después subimos a la zona de la pirámide, pagamos el ticket para visitar las tumbas de los oficiales, pero es igual, los fulanos que las enseñan no dejan de pedirte la propina y terminamos un poco hartos de esta historia, vimos 4 y la más interesante es la del funcionario real Iruka-Pat. Seguimos nuestra visita a la pirámide escalonada y fuimos a comer a un restaurante campestre muy cerca, que nos llevó el taxista, nos entretuvimos algo más de la cuenta y al finalizar nos dice el taxista que Menfis estaría cerrado, un poco enfadados y muy sorprendidos le dijimos que nos llevara de todas formas, aun llegamos a tiempo y en 15 minutos realizamos la visita, pues era verdad que cierran a las 4 de la tarde.
Nos tomamos un refresco en el Pizza Hut que hay frente a la efinge, y desde la terraza sacamos fotos del atardecer (precioso sobre las pirámides), pero han puesto un foco directo hacia la terraza que te impide ver el espectáculo nocturno como lo habíamos visto en nuestro anterior viaje, así que sacamos las entradas y lo vimos desde un sitio privilegiado, pasamos un poco frío, ¡quien lo iba a decir!, pero nos gustó mucho y disfrutamos del espectáculo y sacamos un buen número de fotos. Al terminar nos dirigimos andando hacia el Restaurante Cristo donde cenamos razonablemente bien por un buen precio, al terminar fuimos en taxi al hotel, nos ayudó a cogerlo una patrulla de policía y nos salió muy bien.
Día 30/10/08
Fuimos a la Ciudadela y visitamos la mezquita de alabastro y los museos que hay en la parte posterior (del ejército, de carruajes y de la policía), nada del otro jueves, pero al menos sin agobios ni vendedores, luego fuimos en el mismo taxi al barrio Copto, lo visitamos un tanto precipitadamente pues se hacía la hora de comer y no nos poníamos de acuerdo, al final volvimos a ir al Restaurante Cristo y comimos en la terraza con vistas a las pirámides volvimos al hotel a descansar para salir más tarde a cenar en alguno de los barcos del Nilo. Entramos en los más bonitos y buenos, pero les fallaba la tercera “b” y al final cenamos en el “Pachá 2”, muy bien ambientado y con precios razonables. Enseguida nos retiramos al hotel a descansar pues al día siguiente nos recogían temprano para ir aeropuerto.
Día 31/10/08
A las 6:45 tras desayunar, nos recogieron para ir al aeropuerto, Tras un pequeño caos en la facturación pasamos al control de pasaportes y salimos a la hora prevista, aunque nos dieron asientos separados. Cogimos el AVE a la hora prevista y en dos horitas... en casa.
No sería justo si finalizara este relato sin mencionar lo agradecidos que estamos a Essam, nuestro guía durante el crucero y al terminarlo ya un amigo para el grupo ( a tener en cuenta la posibilidad de formar grupo pequeño con Viamed). También a nuestros compañeros de viaje Laura y Juan, y cómo no a Miguel y María Jesús con quienes nos une una buena amistad desde hace algo más de 25 años.
Este fue nuestro segundo viaje a Egipto, así que ¡cómo no vamos a recomendarlo! pero conviene abrirse a las costumbres del país y armarse de paciencia con los vendedores.