Colombia no era un viaje soñado, pero fue un viaje muy bonito y ahora sueño con Colombia.
Es un país que no tiene ninguna “maravilla del mundo”, pero tiene de todo. Tiene una biodiversidad increíble. ¿Sabías que es el país con más variedad de mariposas y aves del mundo? Esto se debe a la diversidad de climas y ecosistemas del país, desde la selva amazónica a la selva andina y el Caribe.

Nos gustó mucho la comida, el colorido y la música. La amabilidad de los colombianos, salvo excepciones en zonas muy masificadas turísticamente como Cartagena.
Si tuviera que cambiar algo del viaje, tal y como lo planteamos, sería entrar en un aeropuerto y salir por otro, para ahorrarnos un vuelo. Y si pudiera estaría más tiempo, para poder ver más zonas del país. Nos quedamos muchas ganas de ir al Amazonas y también descartamos otras zonas para no tener muchos traslados en avión. Pero es que Colombia tiene tanto que ver que haría falta mucho tiempo para tener solo una pincelada de todo lo que ofrece.
Bogotá nos sorprendió para bien. No esperábamos mucho de la ciudad, estuvimos dos noches porque era nuestro aeropuerto de entrada. Pero nos encontramos una ciudad animada, con mucha música y bastantes cosas que ver. Nos quedó pendiente subir al cerro de Monserrate. Imprescindible el museo del Oro.

El Eje Cafetero era la zona a la que más ganas le teníamos. Esos pueblitos con puertas y balcones de colores, las montañas,… Y la estrella, el valle del Cocora que, más allá del postureo que tienen montado alrededor, es un paisaje espectacular. No tuvimos suerte con el mono aullador, pero la experiencia de caminar por la selva andina, donde el sendero era inexistente a nuestros ojos, fue muy buena. Muy interesante saber sobre la cultura del café y probar el café “de verdad”, el que tiene aroma cítrico y no solo sabe a tostado fuerte, el que te puedes tomar solo sin azúcar y está buenísimo.

En esta zona queríamos haber ido al parque nacional de Los Nevados, pero justo nuestro viaje coincidió con una alerta naranja en el Nevado del Ruiz y no pudo ser porque la zona estaba cerrada al turismo. Nos quedamos en los Termales de Santa Rosa, que estuvo muy bien, a pesar de la cantidad de gente que había. Si podéis, evitad las vacaciones escolares entre el 15 de junio y el 15 de julio.

Cartagena de Indias nos dejó un sabor agridulce. Creo que es una ciudad preciosa, posiblemente una de las más bonitas de América Latina. Pero el tema del turismo está muy masificado, los vendedores son muy pesados, te caminan al lado y, aunque intentas decirles que no amablemente continúan, o si los ignoras es peor.

Nos gustó mucho la experiencia de pasar dos noches en Isla Grande en una desconexión total. Recomiendo, para disfrutar del Caribe Colombiano, pasar una o dos noches en alguna de sus islas, y obviar las excursiones que te llevan a las playas más masificadas de la zona.

En cuanto al Tayrona, nos gustó mucho, pero no es una excusión fácil. Desde donde deja el autobús hasta Cabo San Juan hay como unas dos horas o dos horas y media de caminata, que se hace dura por las condiciones de calor y humedad, pero con calma y buena hidratación se hace bien. No se trata de un día de playa y hay que llevar ropa y calzado adecuados para caminar, así como mucha agua. Vimos bastante gente haciendo el sendero en chanclas y bañador, que no es lo más adecuado. Nosotros optamos por quedarnos una noche en el parque, lo que nos permitió disfrutarlo con más calma y no darnos un palizón.

GASTOS PARA 2 PERSONAS
Seguro que se me queda alguna cervecilla o alguna compra olvidada, pero así a grandes rasgos, el presupuesto fue de poco más de 4000 euros para dos personas, incluyendo las dos noches de hotel en Madrid antes y después del viaje.
