Terminábamos nuestra estancia en Jasper y tomábamos dirección hacia el Parque Nacional Banff, que empieza pasado el Campo de Hielo de Columbia.
En la Icefield Parkway aún quedaban paradas que hacer, así que cogimos dos noches de hotel en el único punto que encontramos a lo largo de la ruta: el cruce de carreteras de Saskatchewan River Crossing, que viene a estar a mitad de camino entre Jasper y Banff.
Cuando nos levantamos esa mañana, nos encontramos con una manada de wapitíes pastando en el bosque junto a las cabañas. La presencia de los humanos no los inmutó y estuvimos a pocos pasos de ellos. Fueron los últimos que vimos en el viaje.
Dentro ya del Parque Nacional Banff, la primera parada que hicimos fue junto a la carretera, para contemplar la panorámica del Monte Amery, por delante del que discurre el río Saskatchewan.

Llegados al Saskatchewan River Crossing fuimos al hotel donde los futboleros (que éramos minoría) pudimos ver la final del Mundial de fútbol de Sudáfrica mientras comíamos.
A unos 5 kilómetros del cruce, se accede a unos de los senderos más populares del parque: un recorrido circular de unos dos kilómetros en el río Mistaya, que discurre formando un profundo cañón. El sendero cruza el río por un puente colgante y permite seguir una parte del cañón con saltos y pequeñas cascadas. Este río desemboca, algo más adelante, en el lago Mistaya.
Desde el cruce de los ríos hacia el sur, la carretera discurre junto a una sucesión de lagos de origen glaciar que son la principal atracción del Parque Banff. El primero de ellos es el Waterfowl Lake, cuyo mirador está en la misma carretera.
El siguiente de los lagos es el Peyto, uno de los más fotografiados del parque, que se encuentra a una altitud de casi 1.900 metros y está rodeado por un denso bosque de coníferas.
El lago Peyto tiene un mirador en alto que está cerca de la carretera y la mayoría de los visitantes se limitan a contemplarlo desde aquí, con el Monte Patterson al fondo.

Al pie de la carretera también se encuentra el lago Bow, que ya está a más de 1.900 metros de altura y desde el que se ve el glaciar colgante Crowfoot.
También desde la carretera hay un mirador para contemplar en la lejanía el lago Héctor. Desde ahí lo vimos nosotros, porque el sendero que llega hasta él tiene un recorrido de casi 5 kilómetros ida y vuelta.
Nos íbamos acercando ya a la ciudad de Banff, y esto se notaba por el aumento del tráfico en la carretera. También iba haciendo cada vez más frío, no sólo por la altitud, sino porque los días de sol radiante se habían acabado.
Aún nos quedaban varias paradas en la ruta del Parque Banff que dejo para la siguiente etapa de este diario, pero ya estábamos en las lindes del Parque Nacional Yoho, que nos devolverá a la provincia de la Columbia Británica.
Exacto, para fauna es mejor que USA. Permíteme envidiarte un poco (envidia sana