
Una vez aparcado el coche, fuimos a las calles centrales a pasear, fui a ver si podíamos comer un perrito antes de sentarnos a comer en el famoso Bæjarins Beztu Pylsur pero la cola nos convenció de no pararnos y terminamos comiendo en Messinn un restaurante que pone unas sartenes que están realmente buenas, no tiene comida de "niños" pero nos dejaron sin problema comprar alitas de pollo en el restaurante de al lado para que las consumieran los niños, por cierto que las alitas estaban también exquisitas.


Después de comer seguimos paseando y nos acercamos al puerto viejo pensando tomar un café allí, aunque no nos pareció bonito el lugar y volvimos para atrás, pasamos por el nuevo edificio del parlamento islandés, y terminamos en una laguna con un parque muy bonito, tomamos un café con dulces en una de las cafeterías de la zona, y nos fuimos a las 2 calles más comerciales, una de ellas desemboca en el Hallgrímskirkja la catedral de Reikiviavik cuyo diseño esta inspirado en las formaciones basálticas de la isla, una pena que llegamos y acababa de cerrar, cuidado que cierran a las 18.00 mucho antes que otras atracciones de la isla, así que no pudimos verla por dentro. Terminamos viendo el centro y nos fuimos al coche. Toda la zona que paseamos la he rodeado con un circulo morado.


3️⃣ Al estar cerrada la playa, nos fuimos a la piscina municipal de Reikiavik, mismo sistema que el resto a las que fuimos, aunque en este caso dicen que es la más grande de toda la isla. Los vestuarios estan genial, con unas taquillas que se cierran por nfc con una pulsera que te dan, a pesar de ser la piscina más grande fue la que menos nos gustó, estaba mucho más masificada, sobre todo las pozas de agua caliente y el tobogán. Aún así sigue siendo muy recomendable para terminar el día, relajarse y ya te vas duchado para el alojamiento.