jueves 12 de septiembre
MERZOUGA y RISSANI
A pesar de la extraña noche nos levantamos llenos de energía y optimismo.
El viento ha parado del todo y tan solo cae una fina llovizna ... Pero, a quién le asusta la lluvia en el desierto ??.
El precioso patio alrededor de la piscina está cubierto de arena. Pronto el personal del hotel aparece con sus escobas para echar a la intrusa.
Alí sigue con su optimismo y nos asegura que a las 9 todo estará a punto para nuestra excursión a las dunas.


Así que nos relajamos y disfrutamos del variado desayuno buffet en el gran comedor.
Contemplamos las curiosas imágenes de las arenas mojadas desde la puerta trasera del hotel y nos abrigamos con toda la ropa que encontramos en la maleta. Hace frío en la mañana de Merzouga !!!.
A las 9 de la mañana estamos en la entrada del hotel observando los extraños ( para mí ) artefactos que van a llevarnos a conquistar las dunas de Merzouga.

Los jóvenes lógicamente ilusionados. Los abuelos expectantes. Nunca había estado en nuestros planes esta aventura. Pero ahora estamos muy contentos de haber compartido los 4 esta aventura única en Merzouga.
El joven que nos va a hacer de guía habla el mismo lenguaje que nuestros chicos. Ellos enseguida se entienden. Así que, en nuestro papel de abuelos, tomamos aire y nos agarramos muy fuerte a las cinturas de los queridos pilotos y sin darle más vueltas nos lanzamos a la conquista de las húmedas arenas.
Y ellos, que enseguida dominan la situación, se lanzan a inventar caminos sobre las rojizas dunas mojadas. Subiendo y bajando arenas por desniveles cada vez más atrevidos. Nada es imposible.
Finas gotas de agua se deslizan sobre los cascos. Las manos heladas. Pero seguimos y seguimos disfrutando una extraña sensación de libertad en este pequeño y solitario desierto.


Llegamos a los pies de la Gran Duna y paramos un rato para hacer fotos y pisar la húmeda arena.
Grandioso espectáculo con las imágenes de grandes extensiones de agua detrás de las dunas.
Y regresamos rodando de nuevo por la arena mojada que no levanta polvo. Volvemos al punto de partida al cabo de casi 2 horas totalmente satisfechos. Una experiencia que nunca hubiera imaginado poder vivir.
Y para alargar un rato más la estancia en las arenas ahora cambiamos de vehículo y nos vamos a dar un relajante paseo con los auténticos señores del desierto. Los lentos, seguros, perezosos y gruñones camellos ( o dromedarios ).


Una hora de balanceo que nos rebaja la adrenalina acumulada. Imágenes ancestrales de los soberanos del desierto y nuestros pensamientos divagando por encima las arenas hasta la cercana Gran Duna.

Ahora, ya con las maletas en el coche, tan solo nos queda pisar un rato las arenas cercanas al hotel que, poco a poco, van perdiendo su aspecto de arenas mojadas y se vuelven arenas calientes. A mediodía ha salido el sol sobre Merzouga.

Cansados y satisfechos salimos de Merzouga. Salimos circulando un buen rato entre grandes extensiones de agua que no paran de sorprendernos.


Al poco rato llegamos a
RISSANI -
El mítico enclave que aloja las ruinas de la sagrada Sijilmassa, antigua capital del Tafilalt.
Tenía previsto visitar la kasba y el mausoleo de Moulay Alí Cherif, pero ya es muy tarde y vamos a dedicar todo el tiempo que nos queda al famoso Mercado del Jueves.
El tradicional mercado muy vivo, auténtico, colorido y oloroso.


Telas, maderas, perfumes, aceitunas y dátiles. Todo con el perfecto caos ordenado que tanto nos gusta. Muy agradable de visitar y fácil para hacer alguna compra. Gente tranquila y todos los tesoros autóctonos de estas tierras que nos atrapan durante largo rato.
Hasta que el hambre aprieta y, ya en la calle, no tardamos ni 5 minutos en encontrar un agradable restaurante con vistas sobre la plaza del mercado donde devoramos la gran pizza bereber comida tradicional de Rissani.


Ya son las 4 de la tarde y no queremos viajar de noche. Así que ponemos rumbo al Norte siguiendo el Valle del Ziz bajo una preciosa luz de tarde.
Pocas paradas nos podemos permitir.
Corta visita en Erfoud a una enorme tienda-museo de fósiles que expone y vende todo lo que existe en el mundo del fósil. Interesante visita y buenas explicaciones del encargado a pesar de nuestras escasas compras.
Y dejamos el Gran Sur y contemplamos el verde oasis en torno a las palmeras del Tafilalt.


Y rodeamos Er Rachidia y cambiamos las verdes palmeras por las enormes rocas rojizasde
LAS GARGANTAS DEL ZIZ -
Con los últimos rayos de sol llegamos al
KASBA HOTEL CAMPING JURASSIC - ( 1 noche ).
Un austero, solitario y cómodo refugio a pie de carretera, al final del Valle del Ziz. Las amplias instalaciones encajonadas entre la carretera, el río y las verticales rocas anaranjadas permiten un buen relax y, en caso de tener tiempo, algunas caminatas por las Gargantas del Ziz.

Un pequeño paseo hasta el río y ya se nos hace de noche.
El día ha sido intenso y nos viene muy bien disfrutar de la cena casera del restaurante del hotel. Buen servicio, buenos precios y un buen descanso junto al Ziz.
Mañana empieza una etapa totalmente distinta. Mañana llegamos a Fez.