Cuando empezamos a organizar este viaje, uno de los puntos más “peliagudos”, era que tipo de crucero realizar, si el más habitual que es saliendo desde Ha Long Bay, con barcos más grandes, más gente, con actividades como curso de cocina o clases de Tai Chi, camarotes más cómodos y lujosos, pero también más masificados o hacerlo desde Lan Ha Bay, en barcos más sencillos, más pequeños, pero que van por sitios más solitarios y las actividades están enfocadas en bañarse y hacer kayak. En este punto no hubo debate, preferimos llevarnos un buen recuerdo y no sabíamos si la suciedad que todo el mundo menciona en Ha Long y la masificación de barcos que desde allí salen, iban a ser compatibles con ese buen recuerdo.
Lo que sí que teníamos claro, era que queríamos hacer noche en el crucero, encarece bastante el presupuesto, pero esto era innegociable. Así que nos pusimos en contacto con las dos agencias más recomendadas CAT BA VISION y CAT BA VENTURES, con actividades muy similares y precios muy parecidos, algo más caro CAT BA VISION, que fue la que finalmente elegimos.
Básicamente y según el programa que nos enviaron, se trataba de esquivar los lugares más repletos de barcos y turistas, yendo hacia lugares menos turísticos. El primer día nos bañaríamos en una playa casi desierta, almuerzo, navegación por Ha Long y kayak durante un par de horas, acabando con la cena. El segundo día, desayuno, navegación por Ha Long y laguna Cong Tau, más kayak y baño en otra zona solitaria, almuerzo y navegación por otra parte de la bahía de Lan Ha, para acabar sobre las 15:00 desembarcando. Fueron 142$ por persona, lo único que no estaba incluido eran las propinas y las bebidas que no fueran agua, pero por lo que cuesta es para no pensarlo, tomarte una cerveza observando estos paisajes por 30.000 DONGS, es otra de las cosas que tampoco tienen precio.
Desayunamos sin prisas en el hotel, liquidamos la cuenta y nos acercamos a la agencia a dejar nuestras mochilas grandes. Hasta las once menos diez no teníamos que estar allí, para trasladarnos al muelle donde embarcar, así que nos fuimos a dar un masaje antes del crucero que aún no nos habíamos dado ninguno. Fue un masaje de pies y otro de cuello y hombros, con una duración de 30-40 minutos por 90.000 DONGS cada uno de ellos, no son los masajes de Thailandia pero quedamos muy contentos.

Una vez masajeados y relajados vamos a la sede de CAT BA VENTURES, esperamos a que llegue el autobús y conocemos a los que serán nuestros compañeros, cuatro franceses, cuatro alemanes, dos holandeses, dos americanos, dos italianos y nosotros.
Mientras nos dirigimos al muelle de Ben Beo en un corto trayecto, el guía nos empieza a contar que vamos a tener mucha suerte, el tiempo es estupendo (estos días de atrás ha habido mucha niebla) y para él, este mes y octubre son los mejores para realizar el crucero, a modo de anécdota nos cuenta que el año pasado en julio, llegaron a Cat Ba en un solo día, más de diez mil turistas, se quedaron sin abastecimiento para tanta gente. Igualmente nos dice que una vez que terminemos el almuerzo del primer día, nos cambiaremos a otro barco más pequeño, en el que pasaríamos la noche.
Embarcamos y aquí estamos listos para descubrir Halong Bay, patrimonio de la Humanidad y una de las siete maravillas naturales del mundo. Nada más salir, lo primero que vemos en un pueblo flotante de pescadores, pero no paramos, continuamos navegación, y aparecen los primeros islotes, esto promete.



Seguimos navegando y lo cierto es que hasta el momento no hay ni demasiados barcos ni demasiada gente, de vez en cuando nos cruzamos con alguna barquita de pescadores locales, pero nada de decenas de barcos alrededor, esto va bien. Hasta que llegamos a un punto donde el barco echa el ancla y el guía nos dice que este en un muy buen sitio para que todo aquel que se quiera pegar un baño, a unos pocos metros se encuentra una playa, en el que hay algún kayakista explorando la zona.
Así que ni cortos ni perezosos nos zambullimos en el mar, no todos los días tiene uno la oportunidad de bañarse en la bahía de Lan Ha, además el agua que está muy limpia y a muy buena temperatura, invita a ello. Nos acercamos a la playa.

Fue muy disfrutón, tanto el baño, como la cerveza posterior admirando y disfrutando de las vistas. Mientras nos hemos estado bañando, ellos han preparado las mesas para que nos sentemos a comer, como aún no hemos cambiado de barca, comemos en grupos de 6. La comida a mí particularmente me decepcionó un poco, no sé por qué, llevaba la idea que ponían mucho marisco y en mucha cantidad, pero a nosotros, marisco nos tocó poco, unas almejas, langostinos, calamar y algún pescado de la zona, el resto arroz, verduras, soja, tofu, y fruta de postre. No te quedabas con hambre, pero me lo esperaba mejor, la verdad.
Continuamos la navegación por zonas más alejadas de Halong Bay, hasta que llegamos al punto de encuentro, donde nos intercambiamos de barco con los que han disfrutado ayer de pasar la noche en la bahía y a los que nos toca hacerlo hoy. Este barco arriba tiene la zona de tumbonas y el bar y abajo los camarotes.




Una vez allí, el guía nos asigna los camarotes por parejas, nos da unas pequeñas instrucciones y nos dice que en diez minutos saldremos en kayak, para lo cual nos proporciona una bolsa estanca donde meter las pertenencias que queramos llevar con nosotros, nos instalamos, nos volvemos a poner el bañador, crema solar, y protector de mosquitos.
Nos montamos en los kayaks desde el mismo barco a través de una escalerilla (con la ayuda de la tripulación) y nos disponemos a explorar la bahía

La verdad es que es una gozada, remando sin más gente alrededor, accedemos a una de las lagunas a través de un arco de roca, hay bastante corriente a favor para entrar en esa laguna y hay que ir con cuidado, porque el recorrido para entrar es un poco serpenteante. Pero lo peor sería para salir, ya que la corriente la teníamos en contra, después de varios intentos, no me quedó más remedio que echar pie a tierra e ir tirando del kayak para salir a mar abierto.


Estuvimos en tres lagunas diferentes a las que se accedía por diversas cuevas, y en las que no había más salida que por donde habíamos entrado, así que el guía nos dio tiempo libre para que explorásemos por nuestra cuenta, la sensación de libertad y soledad más allá de nuestros compañeros de crucero, fue total.
A pesar de que no somos unos expertos kayakistas, (hemos sido los únicos que no hemos podido salir remando con la corriente en contra) nos lo hemos pasado de cine, nos hemos reído de nuestra impericia y hemos disfrutado muchísimo de las casi dos horas de kayak, por sitios realmente bonitos.

Regresamos al barco, nos duchamos y seguimos disfrutando del paisaje. Nos está gustando que se esté cumpliendo esto de ir por zonas poco concurridas. Contemplamos el atardecer.


Sobre las siete de la tarde más o menos nos sirvieron la cena (nada del otro mundo, en la misma línea que la comida), charlamos con los compañeros, el guía estuvo explicándonos en un mapa las zonas que habíamos recorrido y nos amenizó con anécdotas de la rivalidad entre Lan Ha Bay y Halong Bay. Después, muchos intentamos pescar calamares y sólo uno del grupo lo consiguió. Poco más, irse al camarote, que para nosotros era más que suficiente, buen tamaño, cama grande, bomba de calor/aire frío y baño privado y sobre todo unos ventanales con unas vistas alucinantes desde la misma cama. Y a disfrutar del silencio de una noche estrellada en un paisaje de postal.